Colombia no consigue que la OEA discuta la crisis fronteriza

Colombia no consigue que la OEA discuta la crisis fronteriza

02 Septiembre 2015
BOGOTÁ.- Colombia sufrió una derrota diplomática al no lograr que se convocara a una reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) para analizar la crisis que se vive en la frontera con Venezuela desde que el presidente Nicolás Maduro ordenó su cierre y deportó a miles de colombianos. La propuesta colombiana consiguió 17 votos a favor entre los 34 miembros del organismo, pero necesitaba de 18. Cinco países se opusieron y 11 se abstuvieron -entre ellos Argentina y Brasil, postura que favoreció a Venezuela- lo que generó críticas del Gobierno colombiano al organismo. “Hay que replantear para que está la OEA, porque si no está para ni siquiera hacer un foro en donde se discuta si se violan los derechos humanos, donde países que pregonan los derechos humanos se abstienen, pues uno se pregunta si esos foros multilaterales cómo es que logran tener decisiones que favorezcan a los países”, dijo la canciller María Ángela Holguín.

La Unión de Naciones Suramericana (Unasur) aplazó la reunión de cancilleres de ese organismo prevista para esta semana en Quito, a lo que Holguín respondió que Colombia analizará si vale la pena acudir a esa instancia. Bogotá busca una salida multilateral al problema, mientras que Caracas insiste en que se haga de forma bilateral. De acuerdo con las Naciones Unidas en la frontera hay “una crisis humanitaria de importantes dimensiones” por las deportaciones de 1.100 colombianos y el regreso de otros 10.000 por temor de sufrir atropellos de las autoridades venezolanas. Maduro ordenó el cierre de una parte de la frontera binacional hace casi dos semanas, después de un enfrentamiento de contrabandistas con militares que dejó gravemente heridos a dos uniformados. El mandatario chavista justificó su decisión y un estado de excepción en la necesidad de combatir el contrabando en la porosa frontera de 2.219 kilómetros. Colombia ha denunciado que sus ciudadanos deportados fueron víctimas de atropellos y violaciones a los derechos humanos, pero Caracas niega las acusaciones. (Reuters)

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