02 Septiembre 2015
COLABORACIÓN. Una empresa que trabaja en la zona prestó la maquinaria que permitió sacar el auto del lecho del río Salí ayer a la mañana. gentileza policía de tucumán
Los vecinos del dique La Aguadita aseguraron haber visto las luces de un automóvil que cayó al agua, a la altura de un muro de contención. Uno de ellos señaló a los policías el lugar en el que observó cómo los focos del vehículo se iban apagando, hasta que la oscuridad volvió al lugar. Cuando los buzos de la Dirección General de Bomberos se metieron más tarde al río Salí, ubicaron el rodado; pero adentro no había ninguna persona.
El extraño caso sucedió el lunes a la noche, y el auto fue sacado del agua ayer al mediodía. El vehículo se encuentra a nombre de una persona de Monteros, pero se sospecha que se trataría de un auto “mellizo”, indicaron fuentes judiciales.
Pasadas las 21.30 llamaron al 911, dando aviso de la caída del vehículo. Policías de la Patrulla Motorizada, a cargo del comisario Julián Condorí, llegaron al lugar y entrevistaron a los vecinos. Ninguno aseguró haber visto el vehículo, pero uno de los lugareños señaló el lugar en el que había observado que se apagaban unas luces.
El sargento Juan Carlos Sánchez se puso entonces su traje de buzo. “No se suele actuar de noche en el agua, pero como no había certezas de si había caído alguien, teníamos que actuar rápidamente”, explicó el comisario Mario Herrera, jefe de la Policía Lacustre. En medio de la oscuridad, y al tacto, Sánchez logró ubicar el rodado. Ni en el interior del auto, ni en los alrededores, había un cuerpo.
La fiscala María del Carmen Reuter, que subroga la Fiscalía de Instrucción de la X° Nominación, ordenó que se custodie el lugar y que el auto sea sacado a la mañana. Cerca de las 11 de ayer otro buzo (el cabo Fabricio Ruiz Guerrero) entró al agua para enganchar el vehículo a una grúa que había sido conseguida de una empresa que trabaja en las cercanías.
En la zona en la que arrojaron el auto hay un muro de contención que permite generar el espejo de agua del dique (el primero que funcionó en la provincia). Para llegar al lugar hay que tomar por la ruta 305 hacia el norte, a unos 15 kilómetros de la capital. Allí hay que desviarse hacia el río Salí, unos cinco kilómetros.
Fuentes de la investigación comentaron que la principal sospecha es que el auto habría sido arrojado intencionalmente. Se trata de un Volkswagen Voyage tres puertas, que en su interior no tenía ningún elemento. Además, según contaron fuentes policiales, tenía la llave puesta en contacto, lo que comprobaría que estaba en marcha cuando cayó al dique. Por la chapa patente, el dueño sería de Monteros, pero los policías no habían logrado encontrar el domicilio. En la Fiscalía creen que sería un auto “mellizo”. En la investigación interviene la Regional Norte, a cargo del comisario Luis Mansilla.
El extraño caso sucedió el lunes a la noche, y el auto fue sacado del agua ayer al mediodía. El vehículo se encuentra a nombre de una persona de Monteros, pero se sospecha que se trataría de un auto “mellizo”, indicaron fuentes judiciales.
Pasadas las 21.30 llamaron al 911, dando aviso de la caída del vehículo. Policías de la Patrulla Motorizada, a cargo del comisario Julián Condorí, llegaron al lugar y entrevistaron a los vecinos. Ninguno aseguró haber visto el vehículo, pero uno de los lugareños señaló el lugar en el que había observado que se apagaban unas luces.
El sargento Juan Carlos Sánchez se puso entonces su traje de buzo. “No se suele actuar de noche en el agua, pero como no había certezas de si había caído alguien, teníamos que actuar rápidamente”, explicó el comisario Mario Herrera, jefe de la Policía Lacustre. En medio de la oscuridad, y al tacto, Sánchez logró ubicar el rodado. Ni en el interior del auto, ni en los alrededores, había un cuerpo.
La fiscala María del Carmen Reuter, que subroga la Fiscalía de Instrucción de la X° Nominación, ordenó que se custodie el lugar y que el auto sea sacado a la mañana. Cerca de las 11 de ayer otro buzo (el cabo Fabricio Ruiz Guerrero) entró al agua para enganchar el vehículo a una grúa que había sido conseguida de una empresa que trabaja en las cercanías.
En la zona en la que arrojaron el auto hay un muro de contención que permite generar el espejo de agua del dique (el primero que funcionó en la provincia). Para llegar al lugar hay que tomar por la ruta 305 hacia el norte, a unos 15 kilómetros de la capital. Allí hay que desviarse hacia el río Salí, unos cinco kilómetros.
Fuentes de la investigación comentaron que la principal sospecha es que el auto habría sido arrojado intencionalmente. Se trata de un Volkswagen Voyage tres puertas, que en su interior no tenía ningún elemento. Además, según contaron fuentes policiales, tenía la llave puesta en contacto, lo que comprobaría que estaba en marcha cuando cayó al dique. Por la chapa patente, el dueño sería de Monteros, pero los policías no habían logrado encontrar el domicilio. En la Fiscalía creen que sería un auto “mellizo”. En la investigación interviene la Regional Norte, a cargo del comisario Luis Mansilla.
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