01 Septiembre 2015
El sueco Markus “Notch” Persson, de 36 años, logró lo que para muchos sería tocar el cielo con las manos. Logró vender su empresa, Minecraft, a Microsoft por 2.500 millones de dólares. Una cifra que sin duda le quita de por vida la preocupación de llegar a fin de mes con dinero en la cuenta bancaria.
Sin embargo, ya dicen que el dinero no compra la felicidad. En su cuenta de twitter, Persson reconoció que no es una persona feliz y que su repentino crecimiento patrimonial no hizo más que agravar sus dificultades para sociabilizar. “Puedo juntarme con amigos en Ibiza, irme de fiesta con gente famosa, hacer lo que quiero, y nunca en mi vida me sentí tan aislado”, fue una de sus frases en la red social.
El joven empresario también señaló: “El problema con tener todo lo que querés es que te quedás sin razones para continuar intentándolo, y la interacción humana se vuelve imposible por el desbalance”. Con parte de ese dinero compró una mansión de 70 millones de dólares en Beverly Hills, pero eso no es una razón para la felicidad.
Persson también confesó que la chica que le gustaba se asustó por su nivel de vida y lo cambió por “una persona normal”.
Al parecer estas declaraciones públicas llevaron a que muchas personas le ofrecieran su amistad. El respondió: “Aprecio de verdad todas las proposiciones para juntarnos y hablar, y todo”.
También otros que como él recibieron una avalancha de dinero de la noche a la mañana le dieron consejos. “La gente que se volvió exitosa de repente me dice que esto es normal y que pasará. ¡Es bueno saberlo! Supongo que entonces me lo voy a quitar de encima”.
Sin embargo, ya dicen que el dinero no compra la felicidad. En su cuenta de twitter, Persson reconoció que no es una persona feliz y que su repentino crecimiento patrimonial no hizo más que agravar sus dificultades para sociabilizar. “Puedo juntarme con amigos en Ibiza, irme de fiesta con gente famosa, hacer lo que quiero, y nunca en mi vida me sentí tan aislado”, fue una de sus frases en la red social.
El joven empresario también señaló: “El problema con tener todo lo que querés es que te quedás sin razones para continuar intentándolo, y la interacción humana se vuelve imposible por el desbalance”. Con parte de ese dinero compró una mansión de 70 millones de dólares en Beverly Hills, pero eso no es una razón para la felicidad.
Persson también confesó que la chica que le gustaba se asustó por su nivel de vida y lo cambió por “una persona normal”.
Al parecer estas declaraciones públicas llevaron a que muchas personas le ofrecieran su amistad. El respondió: “Aprecio de verdad todas las proposiciones para juntarnos y hablar, y todo”.
También otros que como él recibieron una avalancha de dinero de la noche a la mañana le dieron consejos. “La gente que se volvió exitosa de repente me dice que esto es normal y que pasará. ¡Es bueno saberlo! Supongo que entonces me lo voy a quitar de encima”.
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