Penúltima escala en el “Camino a Abbey Road”

Jet Lag no sufre de resaca por las largas distancias que debe recorrer hasta concretar la ilusión de grabar donde lo hicieron The Beatles. La banda tucumana cubre los trayectos a paso firme ,pero acelerado. Y, mientras apuesta todo a llegar a su objetivo, disfruta de un presente que está muy lejos de lo soñado por sus cinco integrantes al emprender el viaje.

La penúltima escala será hoy, en La Trastienda de Buenos Aires (uno de los templos nacionales del rock) con un show con entrada libre y gratuita. Tendrán el gran desafío de seducir al jurado del concurso Camino a Abbey Road (el estudio inglés de los grandes éxitos de The Beatles), cuando se presenten en la semifinal con otros cinco grupos y se defina cuál de todos estará en la final con los otros dos ganadores de sus rondas. De esos tres últimos saldrá el vencedor, con pasaje, estadía y grabación en Londres todo pago; los otros tendrán contratos firmados para sacar sus discos en el país y para varios recitales.

Pero ya alcanzaron otros premios: haber sido reconocidos como una de las bandas con más apoyo del país en la votación virtual (sacaron más de 2.700 votos) y tener una popularidad creciente que le permite ganar en convocatorias y funciones son logros presentes.

No sólo tener un integrante más los separa del mítico grupo de Liverpool. A diferencia de la preponderancia de John Lennon y Paul McCartney a la hora de componer sus temas, entre los músicos locales los autores son cuatro: Santiago Vera del Barco, Javier Desario, Martín Estévez y Lucas Aráoz; sólo el baterista José Quinteros no se sube (¿todavía?) a la apuesta de hacer temas propios.

“Ya es un sueño tocar en La Trastienda, un lugar emblema de la música. Tucumán nos apoyó un montón y nos sentimos orgullosos de lo alcanzado y de poder representar a la provincia, más allá de si perdemos o ganamos. Porque quedamos entre las 18 bandas semifinalistas entre cientos de la Argentina”, explica Aráoz a LA GACETA.

- Pasar de ronda ya lo no define el público, sino un jurado...

- Sí, están los que llaman protectores. Son tres fechas sucesivas en La Trastienda, con seis bandas por día, y los jurados deciden quién va a la final, que también va a ser en Buenos Aires en setiembre. Por noche apadrinan a sólo un grupo. Son Germán Daffunchio, de Las Pelotas; Adrián Dárgelos, de Babasónicos, y Bambi (Charpentier) y Diega (Lichtenstein) de Tan Biónica.

- ¿Es una exigencia presentar temas propios en la competencia?

- Sí, pero además, nosotros hacemos temas propios como estilo. Es un concurso que coincide con nuestras características musicales como grupo.

- ¿El estilo de ustedes se identifica en particular con el de alguno de los jurados?

- No en general, pero en mi caso en particular creo que Daffunchio por ahí tiene algo más que ver con nuestro estilo. Pero todos los protectores hacen otro tipo de música que nosotros, que tiene influencia de The Beatles o de Charly García.

- ¿Llegar a este lugar significa una responsabilidad especial?

- Todo lo que estamos haciendo conlleva una responsabilidad, pero el haber llegado a esta instancia por el público, ya que fue el voto de los tucumanos el que nos puso ante esta oportunidad, nos impone cosas especiales. Hubo otras bandas locales muy buenas que se presentaron, pero somos la única que llega a este momento. Estamos con esa presión.

- ¿Ya tienen alguna repercusión de lo logrado?

- Nos hicimos mucho más conocidos, y la banda se empezó a mover bastante. Pasamos de la nada a una cosa bien grande velozmente. Estamos en una vidriera enorme a nivel profesional.

- ¿Cuáles son sus próximos desafíos luego de este concurso?

- Tenemos todas las ganas de dedicarnos a la música con nuestros proyectos y canciones. Haber llegado a este lugar nos abre un montón de puertas. Pero en lo inmediato, queremos disfrutar junto con el público, aprovechar al máximo este presente y ganar experiencia en esta instancia increíble.