Pidió un auto para ir a acribillar a un hombre

Pidió un auto para ir a acribillar a un hombre

Preventiva por el homicidio de plaza Alberdi.

30 Agosto 2015
Estuvo todo planificado. Primero le pidió prestado un auto a un conocido, para que no lo reconocieran cuando los siguiera. Luego, cuando los interceptó en la plaza Alberdi, chocó con su vehículo la puerta del conductor de la camioneta Ford EcoSport que conducía Marcos Antonio Nazur, para evitar que pudiera bajarse. Entonces, Marcelo Acosta le disparó 11 veces al hombre que estaba con su ex esposa, y lo mató. Eso considera la fiscala Adriana Giannoni, quien pidió la semana pasada que le dicten al policía federal la prisión preventiva por homicidio agravado por alevosía y premeditación.

El 7 de agosto, alrededor de las 19, Acosta siguió a Cecilia Fabiana Figueroa, su ex esposa con quien está separado de hecho, en un Fiat Siena que le había pedido prestado el día anterior a Sebastián Oscar Abraham. La intención, según Giannoni, es que la mujer no sospechara que la estaban vigilando, y por eso el policía federal intercambió el vehículo con Abraham. No habría sido la primera vez que lo hacía, según habría declarado el testigo en tribunales.

De acuerdo a la imputación, cuando Acosta vio que Figueroa y Nazur habían estacionado la camioneta sobre la acerca norte de calle Corrientes, casi en la esquina con José Colombres, giró por Santiago del Estero y después por José Colombres hacia el norte “con la clara intención de interceptar dicho vehículo, según lo había planificado previamente, impactando el Fiat Siena contra el guardabarros izquierdo y la puerta izquierda de la camioneta Eco Sport, para que de esta forma, su conductor Nazur no pudiera descender del vehículo”.

Acosta trabaja en el gabinete Científico de la Policía Federal. Fue con su arma reglamentaria con la que realizó los disparos mortales. Cuatro dieron en el abdomen de Nazur, cuatro en el tórax, uno en la pierna izquierda, uno en la derecha y otro en la muñeca izquierda. Según Giannoni, mostró un total desprecio por la vida humana.

Figueroa, en tanto, había logrado bajar del auto y le tomó las muñecas al homicida para tratar de evitar los disparos. Acosta la apartó, la tiró hacia la vereda de la estación de trenes y disparó contra su ex mujer, pegándole tres tiros. La víctima está internada en un sanatorio céntrico.

Luego de los disparos, el policía federal subió al Fiat Siena, se dirigió hasta la base de su trabajo, y se entregó. Está detenido desde ese día, no quiso declarar y su abogado adelantó que planteará que se encontraba en un estado de emoción violenta. Giannoni, por ahora, disiente con esa postura, y cree que Acosta planificó matar a su ex esposa y al hombre que la acompañaba.

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