Cartas de lectores
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28 Agosto 2015

EL TUCUMANAZO

Me permito citar lo publicado en el libro “Mirando en el espejo. Historias repetidas”. Hay una memoria: “Una memoria circunstancial/ por ella nos adulamos. Una memoria social/ por ella nos desconocemos. Una memoria/ simplemente memoria/ por ella no olvidamos”. Hace 45 años más o menos por esta época se producía uno de los tantos hitos históricos que como provincia nos tocó vivir: el Tucumanazo, en un contexto enrarecido tremendamente, donde la consigna era la búsqueda de la democracia; ningún sector social quedó eximido de su participación, con un saldo que dejó en el camino historias de muchos conciudadanos. También fue protagonista la UNT, que por su participación recibió el cierre de algunas facultades. Hoy día, al ver cómo se replantea la intervención de uno de sus medios de comunicación masivo, no hace más que recordar las historias repetidas. Otro tanto ocurre cuando vemos a la tan hermosa juventud participando en pos de lo que se cree correcto y necesario; la transparencia y la dignidad; valores de vigencia permanente. Pero también están los medios a través de sus voceros que ven esta situación como un juego muy típico argentino: el truco, juego signado por el disvalor, la mentira y donde sugieren que se junten los porotos para saber quién es el ganador. Muchos conocemos cómo se hacen las estadísticas y tendencias sobre datos cuantitativos y cualitativos; por ello, debemos apelar a los principios de honestidad a volcarlos; los primeros nos dan una imagen, los segundos otra. A mi simple entender, la búsqueda se orienta no tan sólo a ver los logros, sino el camino que se utiliza para llegar. En una competición se debe utilizar el camino señalado; no los atajos en que por picardía criolla somos especialistas. Lo rico que pude observar es la capacidad y posibilidad de expresarse al pueblo en las manifestaciones; aunque en la primera haya sido teñida por la represión, que también me recuerda a los 45 años atrás. Por ello pienso que el Día de la Memoria, más allá del que figura en el calendario, es todos los días, única forma de construcción. Personalmente, no creo que la democracia haya sido sepultada, tal cual decía un cartel. Tratemos de no herir, si construir por todas las generaciones que vienen. También observé la participación de la ley y ello me permite recordar dichos criollos: “Le hacemos el caldo gordo al mismo que criticamos”, “Hecha la ley, hecha la trampa”. Siendo un viejo ciudadano, pido que juguemos el juego de la honestidad y la verdad, tal vez eso nos ayude a construir el camino de lo sincero y auténtico, en beneficio de la amada democracia.

Sergio Estrade
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DICHOS DE ROJKÉS

Escribo esta carta para hacer alusión a los dichos entre las senadoras Beatriz Rojkés y Silvia Elías de Pérez, que fueron noticia en este diario. Cada persona tiene su opinión y debe ser respetada, ya sea de ideología, política o lo que fuere, y debe defenderla hasta cierto punto. Se puede hablar de si ganó tal o cual fuerza política, o si hubo fraude o no, pero hay hechos que hablan por sí solos, y las palabras de una senadora hablan muy mal de los representantes de nuestra provincia. No se puede decir cualquier cosa en público por más que uno lo piense; hay que respetar a las demás personas por más que no opinen como uno o que estén desacertadas. No es la primera vez que Beatriz Rojkés se excede en sus palabras. Es inadmisible que alguien con un cargo público salga a insultar a otra senadora como si nada importase, y menos haciendo alusión a la violencia de género de esa manera. Es deplorable su conducta y la verdad da vergüenza que una persona que no sabe controlar sus dichos nos represente, más allá del partido político al que pertenezca o si estamos de acuerdo o no con su gestión. Como dije anteriormente, está muy bien que una persona defienda su postura, pero también hay cosas indefendibles, y creo que las palabras de la senadora Rojkés son indefendibles.

Alfonso Méndez Avellaneda
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DICHOS DE ROJKÉS II

Esta carta no tiene el menor resentimiento y los que me conocen saben que es un sentimiento desconocido para mí. Tampoco defiendo a nadie en lo personal; defiendo mis creencias y las de la mayoría del pueblo argentino. Escuchaba y leía las declaraciones de la senadora Rojkés de Alperovich, y aunque no comparta sus dichos, no es el objetivo de esta carta. El objetivo es el reproche a la forma despectiva a la que alude el hecho de que alguien haya jurado por los Santos Evangelios, donde está la palabra de Dios. No es su Dios, pero no tiene derecho a referirse despectivamente y con soberbia a mi Dios, a su santa palabra. Nunca he ofendido a la comunidad judía, la respeto. El mismo respeto que debía mostrar la senadora por mis creencias y las del pueblo al que supuestamente representa. ¿Por quién ha jurado usted, senadora? Por respetar la Constitución, luchar por los pobres, no nombrar funcionarios a parientes, etcétera. Nada de eso se nota. Un consejo sabio, si lo quiere tomar: trate de no hablar, lo hace muy mal en todo aspecto.

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Marta Ezcurra
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DICHOS DE ROJKÉS III


cias que acarrea este tipo de violencia. Cada 31 horas una mujer muere en la Argentina, víctima de la violencia de género. También la señora del gobernador de Tucumán dijo que la violencia se da de a dos, como un matrimonio de violentos y golpeados. No necesariamente las mujeres que conviven con golpeadores son golpeadoras ni violentas. En muchos casos soportan silenciosas las humillaciones a las que son sometidas. Entonces, para hablar de este tema tan profundo y delicado se debería tener contacto con la realidad social del país, se debería trabajar en lo que está a su alcance para erradicar estas prácticas aberrantes y no hablar tan livianamente sólo para fustigar a otra colega que no piensa como ella. Pido respeto por todas las mujeres que ya no están, por las que sufren en silencio y por las que se atrevieron a denunciar los agravios. Mis respetos a las madres, a los hijos, a los parientes que perdieron a su hija, madre, etcétera, en manos de un violento. Solicito a la senadora Rojkés que se abstenga de mencionar la violencia si no está capacitada para hacerlo, porque sus comentarios sólo echan sal en las heridas del alma y del cuerpo. Que se retracte, por favor.

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Graciela Ronveaux

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DICHOS DE ROJKÉS IV

La senadora Rokjés ha expresado en la cesión del Senado de la Nación del 26/8, que “los opositores no son gente de bien...” Esta particular forma de razonar y ver las cosas constituye una afrenta nueva de esta señora a todos los que no pensamos como ella. Teniendo en cuenta lo que piensa y cómo califica al resto de los mortales, y viendo lo que son y lo que mostraron hace 12 años, le digo a la señora que muchos estamos orgullosos de no ser gente de bien, según lo que ella entiende que es eso. Si lo que quiso expresar, también en su particular modo de hablar, es que la gente es desagradecida porque no reconoce la gestión de gobierno de su esposo, como ya lo hizo otras veces, está en lo cierto: de promesas estamos hartos y de mentiras ni le cuento. Si fuéramos los opositores malas personas, alentaríamos que usted hiciera más declaraciones, porque cada vez que lo hace, llueve, graniza, se vuelven huracanes los vientos y hasta nieva sobre la gestión del gobernador, dada su finura, delicadeza y condescendencia para con la plebe.

Pablo Parellada

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CANAL 10

“Canal 10 no cumplió ni con la UNT ni con la sociedad tucumana”, se lamentó el vicerrector; y el representante del gobierno de Tucumán en la emisora, Alejandro Laurnagaray, justificó la no cobertura de los hechos en la plaza Independencia el lunes a la noche porque no estaba dada la seguridad de los periodistas del Canal, “echando el fardo” al gremio. Suerte que los directivos de Canal 8 no pensaron igual y los ciudadanos pudimos conocer en directo todos los acontecimientos.

Manuel Luis de la Vega

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EXPERIENCIA CORDOBESA

En Córdoba, donde resido, pude observar cómo han logrado procesar y traducir en un cambio institucional la experiencia vivida en 2007, año en que afrontaron una crisis electoral que no presentaba -ni de cerca- la dimensión de la de Tucumán. En 2007, el candidato Luis Juez (Frente Cívico) cuestionaba la transparencia del proceso que consagró gobernador al justicialista Juan Schiaretti. Lo interesante es que lo sucedido sirvió para que todos -sobre todo los vencedores- se comprometieran en una reforma política y electoral, que ha dado estos frutos: 1) Conformación de una Comisión Consultiva de Expertos, que elaboró un dictamen, presentado mediante una audiencia pública, que sirvió de disparador para el funcionamiento y los proyectos de la Comisión Especial (legislativa) para la Reforma Política. 2) Sanción de un Código Electoral, que prevé -entre otras cosas- la Boleta Única de Sufragio (en la que consta toda la oferta electoral), impresa por el Poder Judicial, que se le da a cada votante para que marque su opción. Esto evita la intermediación entre punteros y votantes. Nadie puede imprimir la boleta ni disponen de ellas los partidos políticos, porque en la mesa se le entrega la BUS a cada elector. 3) El Código Electoral no admite las candidaturas múltiples, los acoples ni los lemas. 4) Aunque ya existía un Juzgado Electoral, se puso toda la organización de las elecciones en manos de la Justicia y se creó la figura del Fiscal Público Electoral (FIPE), que son todos los empleados y funcionarios judiciales que el día de los comicios están al frente de una escuela como autoridad coordinadora electoral en el establecimiento. 5) Las autoridades de mesa son docentes provinciales, especialmente capacitados por el Poder Judicial para presidir las mesas. 6) Se creó la Comisión Interpoderes de Seguimiento de los Procesos Electorales (Cispe), con representación de los tres poderes, que actuó en las elecciones de 2011 y en las de este año. Mientras se lleva adelante la organización previa de los comicios, la Cispe sesiona y formula aportes para la mejor implementación de las reformas proyectadas. La enumeración podría extenderse a las previsiones sancionadas en materia de financiamiento de las campañas electorales o de distribución igualitaria de publicidad en medios de comunicación audiovisuales. Basta lo dicho para poner de manifiesto hasta dónde se puede cambiar si, frente a hechos como los del domingo, se toma en serio el presupuesto de que la calidad de una democracia se mide por la transparencia de sus reglas y procedimientos de elección. En esto, como decía Louis Brandeis (ex juez de la Corte Suprema de EE.UU.), “la luz es el mejor desinfectante”.

Federico Abel
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LA PROTESTA

Finalmente, el aletargado pueblo tucumano sacudió su melena y rugió en la plaza. La indignación contra las dirigencias políticas corruptas es un motor que mueve multitudes en Europa y América. El pueblo recupera la soberanía y resiste al poder autoritario que se impone brutalmente con la violencia policial. Pero el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes. La multitud autoconvocada no tardará en volver a sus rutinas diarias y desaparecerá de las calles. ¿Cómo hacemos para mantener viva esta indignación movilizadora? La política ha corrompido de tal manera nuestra vida institucional que es fácil mostrar la indignación en la plaza, pero es difícil hacerlo todos los días en los ámbitos por los que pasamos. Nos indigna el fraude electoral, pero no repudiamos lo suficiente el nepotismo o el manejo arbitrario de los fondos públicos. Toleramos la coparticipación desigual que carcome al federalismo, el clientelismo, los presupuestos millonarios con escasos controles. No nos quejamos demasiado de los jueces domesticados y de los legisladores complacientes con el poder. No repudiamos los cargos injustificados de un Estado colonizado por el partido gobernante. Consentimos la falta de idoneidad de funcionarios en puestos claves y los subsidios y la obra pública direccionados a favorecer amigos del gobierno. Naturalizamos la emergencia como justificación permanente de la ineficiencia y a los empleados ñoquis. Disimulamos ante los sueldos exorbitantes de los funcionarios y miramos para otro lado para no ver la pobreza y la exclusión de nuestros hermanos. Callamos ante la paulatina desaparición de valores sociales y la falta de políticas serias para terminar con la violencia, la inseguridad y el narcotráfico. Tampoco nos indignamos tanto cuando un juez adicto al poder exculpa a un funcionario público que amasó una fortuna inexplicable. Es buen momento para replantear la relación entre el Estado, la política y la sociedad. Para reclamar a la clase dirigente ideas e iniciativas serias y sustentables orientadas a profundizar la democracia, la participación popular en los asuntos públicos y la rendición de cuentas de los mandatarios. La política no es sólo lucha por el poder; es –sobre todo- construcción de instituciones. Necesitamos convertir la indignación en capacidad de generar proyectos para optimizar las instituciones. Y que esa misma indignación sea capaz de sostenerse en el tiempo. A meses de la celebración del Bicentenario de la Declaración de la Independencia, la sociedad civil debe organizarse para reclamar nuevos consensos y exigir de los gobernantes un trabajo serio que permita proyectar la Nación que queremos para los próximos treinta años.

Carlos Díaz Lannes
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BASURALES

Tucumán está ahogada en un sinnúmero de basurales, pérdidas de agua por doquier, cloacas que revientan, quema de cañaverales, industrias que tiran sus desechos a los ríos, talas indiscriminadas que provocan inundaciones y muchos de sus causantes se encuentran enquistados en el poder; countries que avanzan hacia los cerros, pelando el suelo y exponiendo a los habitantes de más abajo. Pronto, los pronósticos se irán haciendo realidad, el cambio climático es irreversible, y cuando la tierra tiembla, todos salimos corriendo, desde el potentado que no mide sus actos y sigue depredando a aquel que empuja un carrito buscando en los desperdicios su sustento diario. El hombre impone su marca, la ambición desmedida por querer tener más y más, lo ciega a tal punto de perder la razón; es ahí donde recibimos la respuesta de la naturaleza que no distingue clases sociales. Resulta casi ilógico pensar que en pleno siglo XXI, cuando las comunicaciones se dan en segundos apretando una tecla, gracias a internet, efectos de la modernidad cambian vidas, muchas para bien, pero dentro de ese cambio también hay una apuesta al deterioro del medio ambiente. Ante este panorama y esta vorágine de la modernidad, en nuestro querido Tucumán, las cuestiones sobre nuestro hábitat, van a contramano de lo que debiese ser. Vecinos de La Costanera, cansados de sentirse discriminados y no encontrar repuestas a los pedidos de la erradicación de los basurales y la apertura de la calle Honduras buscaron apoyo en los ambientalistas de Conciencia Ambiental Tucumán. Hace años que a esta gente se la dejó aislada por la construcción de la autopista (Plan Más Cerca) que hasta el momento se encuentra sin terminar y no hay señales de que continúe trabajando en el lugar, ya que ni siquiera obradores hay. Con el reclamo vecinal se logró que se levantara la basura existente en el lugar, ya que esta se promovía como un foco infeccioso importante. Los basurales a la vista de todos completaban un cuadro vergonzoso para los ocasionales turistas que pasaban por la zona, ya que este es paso obligado hacia otras provincias del norte argentino. Queda por resolver la apertura de la calle Honduras, puesto que un murallón los discrimina del otro extremo del mismo barrio, constituyéndose en un peligro latente, ya que los vecinos deben pasar por esa montaña artificial, exponiendo su integridad, ya que son víctimas de asaltos o están propensos a golpes por caídas. Las autoridades deben hacerse cargo de esta gente, acercándose y dando soluciones. Un bolsón, un colchón, una chapa, sólo son parches del momento; se necesitan cambios reales y acertados.

Pedro Martínez
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