Apuesta por lo eléctrico, lo potente y lo vibrante

HOY

• A las 22, en el Teatro Mercedes Sosa (San Martín 479)

Tucumán ya se acostumbró a su visita y lo espera cada año. Pedro Aznar no necesita presentación. Cada vez que viene sorprende en todos los aspectos: con su voz, con la banda, en sus propios temas, en sus covers y en puesta en escena pero, sobre todo, en calidad musical.

Esta noche desembarcará en el teatro Mercedes Sosa, junto a Alejandro Oliva en percusión, Julián Semprini en batería, Coqui Rodríguez en guitarras y Tomás Fares en teclados.

Aznar lleva su música según una agenda intensa, que llega a los cien conciertos en 2015. Inició el año en los escenarios grandes de Cosquín y de Viña del Mar. Allí fue jurado y artista de la obertura, donde hizo un emocionante homenaje a Gustavo Cerati además del show con su banda. En marzo fue uno de los pocos artistas locales que formó parte del line-up del Festival Lollapalooza Argentina. En junio los chilenos lo hicieron volver en junio al Movistar Arena. Y alternó los shows de su propia gira con tres funciones en las que compartió escenario en la gira de Joan Manuel Serrat.

Costó encontrar al artista, quien respondió a LA GACETA por e-mail.

- Después de “Puentes amarillos” dejaste de tocar Spinetta. ¿Por qué?

- No, no dejé de tocar sus canciones. En mi unipersonal hago “Barro tal vez” y “Quedándote o yéndote”. Lo que sí no volví a hacer es tocar el concierto completo, ya que fue un tributo, y, como tal, algo que se hace una vez.

- Le hiciste, y hacés, notables homenajes a Gustavo Cerati. ¿Alguna vez dejarías de interpretarlo?

- No, no veo por qué habría de dejar de hacerlo.

- “A la carta”, el show de 2014, era una maravillosa lista de hits. ¿Cómo es el de este año?

- Es una maravillosa lista de sorpresas, clásicos y estrenos, y canciones que hacía mucho tiempo no tocábamos. Es un concierto potente, divertido de tocar y muy estimulante.

- ¿Hacia dónde van los temas de tu próximo disco, en textos y en músicas?

- Todavía estoy descubriendo la música que va queriendo salir. Soy muy respetuoso de lo que nace; creo que las canciones tienen una suerte de alma propia, que, cuando se convierten en una docena de relatos, al conformar un disco, ellas mismas te dicen qué están narrando o por dónde anda tu mundo interior. Estoy en el principio de ese proceso, así que no podría precisar su esencia demasiado, todavía. En unos meses más me voy a enterar, yo mismo, de lo que tengo necesidad de expresar. Escribir canciones tiene esa magia especial; te informa de cosas muy profundas, que tu consciente todavía no alcanzó a ver. Lo que sí sé del nuevo disco es que va a continuar con la impronta de “Ahora”: va a apostar por lo eléctrico, lo potente, lo vibrante.

- ¿Todavía tenés “miedo de morir antes de saber vivir”? ¿A qué más le tenés miedo?

-¿Vos no? También le tengo miedo a la ignorancia, al prejuicio, a la injusticia, a la desigualdad por escrito o tomada como algo natural, a la violencia desbocada.

- ¿Escuchás música de otros músicos, géneros o estilos?

-Escucho mucha música por streaming, en los que muchas veces no sé los nombres de los que interpretan. Es una manera de sorprenderme.

- Por segunda vez venís al Teatro Mercedes Sosa. ¿Creés que espíritu de La Negra te acompañará?

- Mercedes es una madre para todos los “cantores” de América. Yo la siento así, y su espíritu está siempre presente en mí. Es una guía y un ejemplo de excelencia y entrega. Ella es uno de mis maestros y una referencia permanente.