28 Agosto 2015
EN LA PIEL DEL HÉROE. Daniel Hipólito Fernández interpreta a José Artigas, el defensor de la Banda Oriental. Gentileza Carlos Alsina
DEBUTAN HOY
• A las 22, en El Pulmón (Córdoba 86). Habrá funciones los viernes, sábados y domingos.
José Gervasio Artigas revive en este tiempo de relecturas políticas en el marco del bicentenario, y es protagonista de la discusión sobre si el Congreso de los Pueblos Libres celebrado en 1815 debe ser interpretado como un antecedente que opaca la Declaración de la Independencia de Tucumán, un año más tarde.
La polémica debe haber sacudido sus restos dentro de la urna que los contiene en el subsuelo de la plaza Independencia de Montevideo. Pero su vida y obra van mucho más allá del contexto de los debates actuales, aunque los contiene, y motivó a Carlos Alsina a escribir y dirigir “Artigas, el relámpago encerrado (crónica de la traición)”, la obra que estrenará en El Pulmón, con actuaciones de Daniel Hipólito Fernández, Gustavo Núñez y Javier Seco, responsable también de la musicalización.
“Siempre habrá una interpretación particular y personal de la historia. De lo que se trata es de no falsearla u omitir voluntariamente datos importantes que impedirían comprender. Trato de estimular, en el eventual espectador, una interpretación crítica más amplia, sin prejuicios. La mía es una mirada entre tantas otras posibles”, dice el director a LA GACETA.
- ¿Qué te atrajo de su figura?
- Su coherencia, un valor hoy en desuso; la lucha inclaudicable por evitar que Buenos Aires impusiera su prepotencia centralista; su afán por realizar una reforma agraria en las condiciones de su época y por defender los principios republicanos para aplicarlos en las Provincias Unidas, de las cuales formaba parte la Banda Oriental. La mayoría de los líderes patriotas abogaba por la instauración de monarquías de variado tipo y origen. También propuso que todas las regiones del país estuvieran representadas igualitariamente en la organización nacional y con el voto de los pueblos originarios, de los negros y de los gauchos pobres, y sostuvo que eran necesarios varios puertos y aduanas. Murió en el exilio paraguayo sin aceptar volver y ser recibido como un héroe en el recién fundado Uruguay, porque se consideraba un argentino oriental y no aceptaba el desmembramiento.
- ¿Construís un héroe diferente del clásico en tu propuesta?
- Hay dos leyendas sobre Artigas: la llamada “negra”, cuyo exponente más encumbrado fue Bartolomé Mitre, según la cual fue un bandido disolvente, un bárbaro salvaje que expandía la anarquía y la desorganización; y la “blanca”, que hace de él un héroe sin máculas. Mi opinión es que se trata de una figura singular que no se encuadra ni en una ni en otra. Y tampoco creo que pueda encasillárselo en el revisionismo histórico de la derecha ni en el de la izquierda nacional que quiere establecer una línea que uniría a Artigas, Juan Manuel de Rosas, Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón con el Gobierno actual.
- Entonces, ¿qué representa?
- Representa la dignidad, el valor de los principios y su defensa pese a las adversidades y a la presión de los poderosos y de los prepotentes. Luchó contra los ingleses en las invasiones; contra los españoles en Las Piedras y en Montevideo; contra los portugueses en la Banda Oriental; contra los porteños aliados a los portugueses; contra los caudillos Francisco Ramírez y Estanislao López, que lo traicionaron… Artigas jamás se pasó de bando ni traicionó sus ideas.
- ¿Cómo ves el actual debate a favor y en contra de su figura?
- Un debate histórico es positivo siempre y cuando prime la honestidad intelectual. No tiene sentido ni es positivo aferrarse a simpatías de terruño ni inclinarse a una versión de la historia que ha construido el poder hegemónico de Buenos Aires. Nuestro presente está en la historia; reconstruirla para comprender nos podría dar un sentido hacia el futuro, pero sin prejuicios y con actitud crítica. Pueblos libres son aquellos que han tomado conciencia de sus propios intereses y que accionan, poniendo el cuerpo y la voluntad, para lograrlos. Son los que legitiman a sus conductores y no al revés.
- ¿Sobre qué estilo trabajaron la puesta?
- En este montaje hemos renunciado a todo efecto audiovisual que nos ofrecen las nuevas tecnologías para plantear nuestra versión sobre el general Artigas. Hemos apostado a un teatro totalmente artesanal de un modo consciente y meditado, con elementos del teatro épico y didáctico de Bertolt Brecht. Proponemos nuestra visión de los primeros años de la historia argentina: se podrá estar de acuerdo o no, pero reivindicamos el derecho a realizarla. Nuestro teatro no puede ser indiferente a los grandes debates de la sociedad.
• A las 22, en El Pulmón (Córdoba 86). Habrá funciones los viernes, sábados y domingos.
José Gervasio Artigas revive en este tiempo de relecturas políticas en el marco del bicentenario, y es protagonista de la discusión sobre si el Congreso de los Pueblos Libres celebrado en 1815 debe ser interpretado como un antecedente que opaca la Declaración de la Independencia de Tucumán, un año más tarde.
La polémica debe haber sacudido sus restos dentro de la urna que los contiene en el subsuelo de la plaza Independencia de Montevideo. Pero su vida y obra van mucho más allá del contexto de los debates actuales, aunque los contiene, y motivó a Carlos Alsina a escribir y dirigir “Artigas, el relámpago encerrado (crónica de la traición)”, la obra que estrenará en El Pulmón, con actuaciones de Daniel Hipólito Fernández, Gustavo Núñez y Javier Seco, responsable también de la musicalización.
“Siempre habrá una interpretación particular y personal de la historia. De lo que se trata es de no falsearla u omitir voluntariamente datos importantes que impedirían comprender. Trato de estimular, en el eventual espectador, una interpretación crítica más amplia, sin prejuicios. La mía es una mirada entre tantas otras posibles”, dice el director a LA GACETA.
- ¿Qué te atrajo de su figura?
- Su coherencia, un valor hoy en desuso; la lucha inclaudicable por evitar que Buenos Aires impusiera su prepotencia centralista; su afán por realizar una reforma agraria en las condiciones de su época y por defender los principios republicanos para aplicarlos en las Provincias Unidas, de las cuales formaba parte la Banda Oriental. La mayoría de los líderes patriotas abogaba por la instauración de monarquías de variado tipo y origen. También propuso que todas las regiones del país estuvieran representadas igualitariamente en la organización nacional y con el voto de los pueblos originarios, de los negros y de los gauchos pobres, y sostuvo que eran necesarios varios puertos y aduanas. Murió en el exilio paraguayo sin aceptar volver y ser recibido como un héroe en el recién fundado Uruguay, porque se consideraba un argentino oriental y no aceptaba el desmembramiento.
- ¿Construís un héroe diferente del clásico en tu propuesta?
- Hay dos leyendas sobre Artigas: la llamada “negra”, cuyo exponente más encumbrado fue Bartolomé Mitre, según la cual fue un bandido disolvente, un bárbaro salvaje que expandía la anarquía y la desorganización; y la “blanca”, que hace de él un héroe sin máculas. Mi opinión es que se trata de una figura singular que no se encuadra ni en una ni en otra. Y tampoco creo que pueda encasillárselo en el revisionismo histórico de la derecha ni en el de la izquierda nacional que quiere establecer una línea que uniría a Artigas, Juan Manuel de Rosas, Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón con el Gobierno actual.
- Entonces, ¿qué representa?
- Representa la dignidad, el valor de los principios y su defensa pese a las adversidades y a la presión de los poderosos y de los prepotentes. Luchó contra los ingleses en las invasiones; contra los españoles en Las Piedras y en Montevideo; contra los portugueses en la Banda Oriental; contra los porteños aliados a los portugueses; contra los caudillos Francisco Ramírez y Estanislao López, que lo traicionaron… Artigas jamás se pasó de bando ni traicionó sus ideas.
- ¿Cómo ves el actual debate a favor y en contra de su figura?
- Un debate histórico es positivo siempre y cuando prime la honestidad intelectual. No tiene sentido ni es positivo aferrarse a simpatías de terruño ni inclinarse a una versión de la historia que ha construido el poder hegemónico de Buenos Aires. Nuestro presente está en la historia; reconstruirla para comprender nos podría dar un sentido hacia el futuro, pero sin prejuicios y con actitud crítica. Pueblos libres son aquellos que han tomado conciencia de sus propios intereses y que accionan, poniendo el cuerpo y la voluntad, para lograrlos. Son los que legitiman a sus conductores y no al revés.
- ¿Sobre qué estilo trabajaron la puesta?
- En este montaje hemos renunciado a todo efecto audiovisual que nos ofrecen las nuevas tecnologías para plantear nuestra versión sobre el general Artigas. Hemos apostado a un teatro totalmente artesanal de un modo consciente y meditado, con elementos del teatro épico y didáctico de Bertolt Brecht. Proponemos nuestra visión de los primeros años de la historia argentina: se podrá estar de acuerdo o no, pero reivindicamos el derecho a realizarla. Nuestro teatro no puede ser indiferente a los grandes debates de la sociedad.
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