28 Agosto 2015
ESPERANZADO. Todo aquel que pasa en esos días por el frente de LA GACETA exclama que su sueño mayor sería ganar el pozo vacante. LA GACETA/ Foto de Florencia Zurita
Esta no será una semana cualquiera para los miles y miles de seguidores de los Números de Oro, y seguramente a medida que pasen los días la tensión irá en aumento. Sucede que el pozo ha quedado vacante por segunda vez y se ha acumulado... ¡Hay $150.000 para el premio! Y si sos usuario de tarjeta Sol, tu premio se duplicará.
Los lectores esperan entusiasmados las tarjetas de la semana 21, que se entregarán mañana. “Si lo gano, los destinaré a ayudar a mis hijos y a mis nietos... la situación está difícil y quiero que mejoren”, contó Juan Carlos Nieva, del barrio Elena Wilde, mientras colocaba en la urna de calle Mendoza los cupones de las semanas pasadas.
La casa propia
Noelia Vázquez, de Villa 9 de Julio, se había encontrado en la calle con su amiga Iris Naranjo, de Las Talitas, y su hija, Daiana Herrera. Charlaban preocupadas de un problema de salud, pero ante la consulta de LA GACETA, sobre qué harían con un premio así, les cambió la cara. Las tres coincidieron en que lo usarían para conseguir la vivienda propia. Noelia dice con cierto agobio que ya no quiere seguir en casa ajena. En cambio, a Iris se le llenan los ojos de emoción: Daiana está a unas semanas de casarse y su madre querría regalarle su futuro “nido”.
Hermanas
Vanesa y Paula Carreras miraban una vidriera. “Por suerte, casa tenemos y auto. Viajar en familia sería una buena idea”, respondió Vanesa. “Pero si le preguntás a ella, seguro que te contesta ‘ropa’”, agregó la mayor de las hermanas entre risas.
Los lectores esperan entusiasmados las tarjetas de la semana 21, que se entregarán mañana. “Si lo gano, los destinaré a ayudar a mis hijos y a mis nietos... la situación está difícil y quiero que mejoren”, contó Juan Carlos Nieva, del barrio Elena Wilde, mientras colocaba en la urna de calle Mendoza los cupones de las semanas pasadas.
La casa propia
Noelia Vázquez, de Villa 9 de Julio, se había encontrado en la calle con su amiga Iris Naranjo, de Las Talitas, y su hija, Daiana Herrera. Charlaban preocupadas de un problema de salud, pero ante la consulta de LA GACETA, sobre qué harían con un premio así, les cambió la cara. Las tres coincidieron en que lo usarían para conseguir la vivienda propia. Noelia dice con cierto agobio que ya no quiere seguir en casa ajena. En cambio, a Iris se le llenan los ojos de emoción: Daiana está a unas semanas de casarse y su madre querría regalarle su futuro “nido”.
Hermanas
Vanesa y Paula Carreras miraban una vidriera. “Por suerte, casa tenemos y auto. Viajar en familia sería una buena idea”, respondió Vanesa. “Pero si le preguntás a ella, seguro que te contesta ‘ropa’”, agregó la mayor de las hermanas entre risas.
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