Charlas con San Martín

Charlas con San Martín

MAUSOLEO DEL LIBERTADOR. En la Catedral de Buenos Aires, se guardan los restos del general San Martín. MAUSOLEO DEL LIBERTADOR. En la Catedral de Buenos Aires, se guardan los restos del general San Martín.
Una figura muy destacada de tiempos de las guerras civiles y la organización nacional, fue el doctor Félix Frías (1816-1881). Su padre era santiagueño, muy emparentado en Tucumán, provincia donde además había nacido su madre. En sus mocedades, estuvo exiliado en Montevideo, donde se hizo amigo de Alberdi, de Cané y de otros jóvenes de la generación de 1837.

Después, fue secretario del general Juan Lavalle, a quien acompañó en su última y desdichada campaña que aplastó la batalla de Famaillá. Fue un activo periodista en Chile, donde publicó folletos militantes, y tuvo notoriedad como ensayista y hombre preocupado por el progreso americano.

Fue diputado al Congreso Nacional y canciller. Luego partió a Europa, donde trató al general José de San Martín en sus últimos días.

Cuenta que el Libertador, desde hacía algún tiempo, consideraba próxima su muerte, cosa que “abatía su ánimo, ordinariamente melancólico y amigo del silencio y del aislamiento”. Pero su razón “se ha mantenido entera hasta el último momento, y puede decirse que su alma enérgica se ha lanzado de la tierra cuando le faltó cuerpo que habitar”.

Frías conversó con él en Enghien, lugar próximo a París, cuyas aguas le habían recetado los médicos. Cuenta este testigo que “pude notar, un mes antes de su muerte, que su inteligencia superior no había declinado”. Tenía “el sello del buen sentido”. Entonces, “hablaba con entusiasmo de la prodigiosa naturaleza de Tucumán y de las otras provincias argentinas; y como Rivadavia en sus últimos días, abrigaba fe viva en el porvenir de aquellos países”.

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