El policía que disparó en la plaza Alberdi, en estado de shock

El policía que disparó en la plaza Alberdi, en estado de shock

La defensa solicitó un examen psicológico.

EL ABOGADO. Varela Soria defiende Acosta, quien se encuentra detenido. la gaceta / foto de Antonio Ferroni EL ABOGADO. Varela Soria defiende Acosta, quien se encuentra detenido. la gaceta / foto de Antonio Ferroni
24 Agosto 2015
Que Marcelo Acosta actuó bajo estado de emoción violenta cuando baleó a su ex esposa y al hombre que la acompañaba, quien falleció. Eso intentará probar el abogado Carlos Varela Soria, que defiende al policía federal protagonista de una balacera en la plaza Alberdi.

“Mi cliente se abstuvo de declarar hasta el momento porque está en estado de shock desde el día del hecho”, argumentó Varela Soria. Según dijo el letrado, Acosta no pronunció una sola palabra acerca del violento ataque que perpetró la noche del 7 de agosto, en la esquina de Corrientes y José Colombres.

Allí estaba estacionado el auto que compartían Cecilia Figueroa, la ex esposa del policía federal, y Marco Nazur, compañero de trabajo de la mujer. Entonces llegó Acosta en otro vehículo y sacó un arma. “Se bajó del auto y comenzó a disparar contra nosotros sin decir ni una palabra”, declaró el jueves Figueroa en la Fiscalía de Instrucción de la VIII° Nominación, a cargo de Adriana Giannoni.

Nazur recibió 11 balazos, que le provocaron la muerte. La mujer, en cambio, sufrió tres heridas de bala en una pierna. Después del ataque, Acosta se entregó en la base de la delegación Tucumán de la Policía Federal, en Santa Fe al 600.

“La hipótesis de esta defensa es que mi cliente actuó bajo estado de emoción violenta por las circunstancias que rodean al caso”, sostuvo Varela Soria. El policía federal está imputado por homicidio agravado por alevosía y tentativa de homicidio agravado por femicidio. Pero el defensor intentará modificar esa acusación.

“Un tercero”

“La Fiscalía está investigando si este homicidio fue preparado con antelación por parte de Acosta, pero la situación es esta: Acosta estaba separado de hecho de su esposa desde 2012, desde esa fecha a esta parte estuvieron a las idas y venidas, pero el matrimonio había proyectado nuevamente unirse en este último tiempo. Ese era el plan, el proyecto de vida que tenía Acosta, volver con su esposa, con sus hijas y rehacer la familia”, explicó el letrado. Y agregó que Figueroa dejó trunco ese proyecto.

“La señora hizo 10 demandas penales por amenazas y todas fueron archivadas. La hipótesis de la defensa es que la señora lo manipulaba a Acosta, valiéndose del sentimiento que él tenía hacia ella. Además, hay una pista de un posible tercero. Acosta se habría enterado de que, no obstante la promesa de su esposa de volver a formar una familia, habría surgido una tercera persona y ahí es donde se desencadena el estado de emoción violenta”, afirmó Varela Soria.

Según la hipótesis del abogado, el policía federal se sumió en un estado de angustia unos 20 o 30 días antes del hecho, cuando supo que Figueroa tendría una relación con otro hombre. Para probarlo, el defensor le solicitó a Giannoni que le tome declaración a la esposa del fallecido y que se realicen pericias técnicas en los teléfonos celulares de los protagonistas del hecho. “Quiero que se hagan cruces de llamados telefónicos y de mensajes de Whatsapp para saber si la señora mantenía con algún otro abonado mensajes de naturaleza sentimental”, argumentó el letrado.

Varela Soria comentó, en ese sentido, que Giannoni hizo lugar a su pedido de que Acosta sea sometido a un examen de psicodiagnóstico para establecer si padece alguna patología de tipo psicológica. “Mi cliente hizo 13 o 14 disparos, aproximadamente. Esa cantidad de tiros permite inferir que la persona no estaba en su sano juicio, su estado emocional se alteró con tal magnitud para que haga esa cantidad de disparos. Se ve que Acosta era una persona con un perfil de debilidad espiritual y que la señora lo manejaba”, sentenció el abogado.

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