A Atlético no se le escapa la tortuga

Puede que sea una rareza que no haga más que crear asombro. O también puede que sea una costumbre... Atlético, el escolta de la B Nacional que ostenta una de las mejores campañas del torneo, tiene un “muertito” en el placard: contra los equipos más débiles de la divisional, nunca pudo ser feliz.

Sí, el N° 2, el Goliath, penó contra Brown de Madryn, al que no le ganó en los dos partidos que les tocó jugar en el temporada (empate por dos). Tampoco pudo con Sportivo Belgrano, al igual que contra All Boys, Guaraní Antonio Franco (le resta otro encuentro) y Central Córdoba, que es todo un tema aparte. “Lo de ‘CC’ fue de otro campeonato porque lo teníamos controlado y en 8 minutos nos dieron vuelta un partido increíble. Lo mismo con Brown: creamos 15 situaciones de gol y la pelota no entró”, recalcula Leandro González, en la víspera a visitar a un rival que sí venció pero que merodea en la tabla de abajo, tirando para el fondo: Chacarita.

Es la misma pregunta de la temporada, ¿por qué le cuesta a Atlético con los ‘débiles’? “Los equipos que luchan por el descenso salen a defenderse y por ahí se nos dificulta entrarles. Pero contra los demás, los que nos salen de jugar de igual a igual, aparecen los espacios para atacar y nosotros ser más punzantes”, destaca el punta “decano”, que como el resto del grupo no intenta dar saltos, va por el paso a paso hasta toparse con el ascenso a Primera, el gran anhelo.

Atlético logró una considerable ventaja con el que hoy sería sexto en puntos, Independiente Rivadavia. Le lleva 11. Entonces, ¿cómo no confiarse de que está todo dicho en esta recta final? “Primero, no creerse más que nadie y laburar es fundamental. Y la humildad, en este tipo de rectas finales, es importante”, afirma “LG”, antes de apuntarle al “funebrero”. “Intentaremos jugar igual que como lo hicimos contra Santamarina, esa es la idea, aparte de volver a ganar de visitante y traernos los tres puntos a Tucumán. Esto es partido a partido, de acá al final”, asumo uno de los veteranos de un grupo adicto a la tranquilidad. “Eso se transmite en la semana, se genera laburando. Ser campeón es algo lindo, pero falta mucho todavía y tenemos por delante a Patronato”, reconoce González mientras jura que se mantiene lejos de los números.

“Esto es ir semana a semana, ganar y ganar y esperar que el de arriba se caiga”.