“Si las personas nombran a alguien como ‘desviado’, otros lo tratarán como si tuviese esa característica"

Por Ezequiel Mario Martínez - Para LA GACETA - Buenos Aires

- ¿Cómo define su campo de investigación? ¿Sociología de la desviación?

- Defino mi campo de investigación de una manera muy simple: el estudio de las formas de la acción colectiva, o en un lenguaje más concreto, individuos realizando acciones de manera conjunta. Observo todo lo que sucede bajo esas formas.

- ¿Qué piensa sobre la recepción que ha tenido su libro Outsiders a nivel mundial? ¿Qué tradición cree que modificó, continuó o refundó?

- No sé la respuesta. Los autores nunca saben qué tipo de recepción tendrán sus libros. Un mismo libro puede ser leído de distintas formas y abordado de múltiples maneras según el lector. Siempre pensé que el mensaje de Outsiders es de sociología básica, una idea contenida en la frase del famoso sociólogo norteamericano W.I. Thomas: “Si los hombres definen las situaciones como reales, entonces son reales sus consecuencias”. El término desviación significa que si las personas nombran a algo como “desviado” (quizás utilizando términos como “criminal” o “loco”, incluso “maleducado”) otros tratarán a esa persona como si tuviese esas características, aunque de hecho no las tenga. Es cierto que la escuela de criminología norteamericana, como en muchas otras partes del mundo, siguió una tradición que acepta definiciones legales y las toma cómo verdades objetivas. En mi tradición, nunca aceptamos definiciones conceptuales de otras disciplinas pero sí observamos a los actores que emitieron esas acusaciones y qué fue lo sucedió para que hayan sido socialmente aceptadas y legitimadas.

- ¿Por qué es importante que la sociología dialogue con otras disciplinas como la literatura, el cine, la fotografía o inclusive la cartografía?

- La sociología no detenta el monopolio de la verdad y los sociólogos no son los únicos que producen conocimiento sobre la vida social. Por eso es importante prestar atención a los fotógrafos, novelistas y guionistas, por ejemplo, y ciertamente a otros campos de la ciencia social para ver qué saberes se pueden incorporar para enriquecer el abordaje de aquello que se pretende estudiar.

- ¿La ciencia social no es suficiente para comprender las prácticas y los comportamientos sociales?

- Ningún campo, disciplina o actividad es suficiente por sí sola para comprender todas las dimensiones del universo social. De hecho, todas las disciplinas reunidas no son suficientes para lograr ese objetivo.

- ¿Cuál es el significado del concepto “desviación”?

- Desviación es el nombre que los individuos le dan al comportamiento que entienden como socialmente erróneo o que se encuentra por fuera de ciertos parámetros considerados como “normales”. La importancia de pensar este fenómeno de esa manera es entender que los individuos no están siempre de acuerdo en las definiciones sobre estas cuestiones, entonces “descubrir” que algo es desviado no puede ser el simple descubrimiento de alguna verdad oculta; la “verdad” que uno debe desentrañar es aprehender las características del proceso social que produce que muchas personas crean que tal o cual actividad es “mala”, “desviada” o “criminal”.

- Hablando sobre su libro El jazz en acción, ¿por qué sostiene que el comportamiento de los músicos en el escenario es una metáfora de la vida social?

- Observar a músicos que ni siquiera se conocían y que nunca antes habían tocado juntos es un excelente ejemplo para comprender las distintas maneras en que las personas, en toda clase de situaciones, se encuentran y hacen cosas de manera relacional aunque nunca hayan realizado antes una actividad conjunta. Esta es la condición primordial de la vida social, y el estudio de los músicos en el escenario es como un biólogo que encuentra un buen animal para sus investigaciones o, mejor dicho, la circulación de la sangre en un organismo vivo.

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PERFIL

Howard Becker nació en Chicago en 1928. Trabajó como pianista profesional y orientó sus primeras investigaciones a explorar el mundo de los músicos de jazz y del consumo de drogas, con el propósito de intervenir críticamente en el campo de la denominada “sociología de la desviación”. En esta línea, sentó las bases de la teoría del etiquetado. Es autor de Trucos del oficio, Outsiders, y El jazz en acción, entre otros libros.