¿La “burundanga” es un mito o un peligro real?

¿La “burundanga” es un mito o un peligro real?

En las redes se disparó la alarma por un presunto caso de intoxicación con esta droga en Tucumán. Qué dicen los médicos y la Policía al respecto.

ORIGEN NATURAL. La sustancia proviene de plantas de la familia de las solanáceas, principalmente las daturas.   ORIGEN NATURAL. La sustancia proviene de plantas de la familia de las solanáceas, principalmente las daturas.
05 Agosto 2015
Parece un fantasma. Una entidad que no tiene forma, ni color, ni olor, ni sabor, pero que igualmente amenaza. El único rastro que parece dejar son los relatos de las víctimas que aseguran haber sido intoxicadas.

Desde hace algunos días comenzó a circular por las redes sociales el siguiente relato: un joven de 20 años esperaba un semáforo en la avenida Mate de Luna y Colón, alrededor de las 4 de la madrugada, cuando se le acercó un grupo de limpiavidrios. Uno de ellos se le apostó al lado. El conductor sacó el brazo para darle plata y el limpiador le hizo un “choque los cinco” y le tomó la mano durante algunos segundos. La víctima logró zafar, pero a los pocos minutos comenzó a sentirse mal, mareado y confundido. Más tarde contó que no recuerda cómo hizo para seguir manejando y que volvió en sí recién en la boletería de la Terminal a la que se dirigía.

En Colombia se la ha apodado “burundanga” y ese es el nombre coloquial con el que se identifica una droga. Es en ese país donde la sustancia tiene mayor trayectoria. Su nombre científico es escopolamina, una droga que en pequeñas dosis tiene uso medicinal, pero que en dosis más altas “anula la voluntad” de la víctima, dejándola vulnerable a sufrir hechos delictivos. Las víctimas casi siempre relatan una situación similar: el roce de un desconocido y a los pocos minutos comienzan a sentir los efectos. Los médicos especialistas, sin embargo, coinciden en que es muy poco probable que una sustancia tenga efectos tan rápidos si es administrada por vía dérmica. Además, el jefe de Drogas Peligrosas de la Policía, Jorge Nacusse, dijo que no existen denuncias sobre su uso en Tucumán

Aún descompuesto, el joven tucumano -la historia fue confirmada por su padre, ya que la víctima prefirió no tener contacto con la prensa- siguió camino a la Terminal de Ómnibus, porque tenía un viaje programado a Salta. Cuando llegó a destino, los síntomas empeoraron y terminó internado en un hospital de Tres Cerritos. “La médica que lo atendió en Salta sugirió que se trataba de burundanga, ya que había atendido dos casos similares días antes. Le hicieron los estudios y él está perfecto, no encontraron nada extraño”, relató el padre. El joven ya está en Tucumán y solamente quiere olvidarse del mal momento. La historia local se suma a otros dos casos recientes denunciados en Rosario.

La escopolamina es una sustancia de origen natural que se elabora en base a algunos vegetales, como el floripondio y especies de datura, una de ellas conocida vulgarmente como “chamico”. Se trata de una droga empleada con fines medicinales, explicó el médico toxicólogo Alfredo Córdoba. Es empleado por las “viudas negras”, pero aplicándolo en bebidas y en un fino polvo que puede ser aspirado, pero que no funciona con el simple contacto con la piel. “Hay quienes la usan con fines delictivos. Fundamentalmente se emplea como un fino polvo cuyas partículas ingresan por el tracto inhalatorio”, indicó.

El toxicólogo duda de que el caso tucumano se trate de una intoxicación con burundanga, basado en la forma de aplicación. “Para que la escopolamina pueda absorberse con el contacto con la piel, es decir por vía dérmica, es necesario que la sustancia sea liposoluble (que se disuelva en grasas)”, indicó el jefe de Toxicología de la Asistencia Pública, y explicó que fabricarla no sería sencillo de forma casera.

En un artículo publicado en www.intramed.net, Carlos Damín, director de Toxicología del Hospital Fernández (Buenos Aires), coincide con Córdoba en que la absorción por el simple contacto con la piel es improbable. “La escopolamina se absorbe muy bien en el tracto gastrointestinal y es por vía oral, como más frecuentemente se administra a las víctimas de ilícitos en dulces, chocolates o bebidas como gaseosa, café y licores. Debido a su mecanismo de acción, su permanencia en estómago puede ser prolongada. Es factible el ingreso por vía inhalatoria a través de cigarrillos (fumada) o por la piel con la aplicación de linimentos o a través de parches (en tiempos prolongados y determinadas condiciones de temperatura y humedad). El simple contacto, sea con alguna presentación en forma líquida o en polvo, no produce manifestación alguna por falta de absorción”, explica el médico.

Hasta el momento, todo indica que faltan elementos para que esta droga salte de la categoría de “mito urbano” a peligro verdadero en Tucumán. No podemos descartar su existencia ni su uso, pero no tenemos elementos para analizar los casos”, concluyó Matías Tolosa, director de Adicciones del hospital Avellaneda.

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