Prisión domiciliaria para represor que en 1976 pidió una picana para torturar a militantes luego desaparecidos

SALTA.- El represor Fernando Morellato Donna, recordado porque en 1976 pidió por escrito "una picana" para torturar a dos militantes luego desaparecidos, fue beneficiado con la prisión domiciliaria "por razones humanitarias" en virtud de un deterioro físico que invocó al adoptar la medida el Tribunal Oral Federal 1 de Salta.

El ex comisario Morellato Donna (79 años) había sido condenado en marzo de 2013 a cinco años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua, una sentencia que aún no está firme, cuando las querellas habían pedido prisión perpetua, recordó hoy el sitio de noticias Infojus al informar sobre el beneficio otorgado al represor, informó Télam.

Según el expediente, en noviembre de 1976 el ex jefe policial pidió por escrito "una picana" a la Policía Federal para interrogar a dos militantes de Montoneros, Oscar Ramos y Daniel Iturgay, detenidos en Mendoza y luego desaparecidos.

Ya en democracia, Morellato Donna estuvo al frente de la agencia de seguridad Organización Micael y presidió la Cámara de Empresas de Seguridad de la provincia de Mendoza. En ese rol tuvo fuerte influencia sobre el Gobierno en la época de Julio Cobos, cuando aceitó relaciones con el Ministerio de Seguridad para sumar a los vigiladores dentro del plan de prevención del delito.

Morellato cumple su condena en prisión domiciliaria desde diciembre de 2014, cuando el tribunal se la otorgó por "motivos de salud", a la espera de un informe ampliado del Cuerpo Médico Forense y pese a la oposición de los fiscales Dante Vega y Patricia Santoni, quienes argumentaron que "no surge ningún elemento que amerite" que el represor permanezca en su casa.

Para los jueces, "afecciones crónicas" que padece el represor satisfacen ?las razones humanitarias que inspiran la aplicación del instituto de la detención domiciliaria" y justifican "la concesión de tal beneficio en favor? de Morellato Donna para "resguardar el derecho a la salud".

Los fiscales insistieron en que la "diabetes insulinodependiente, como su hipertensión arterial, su ateromatosis de vasos de cuello y su osteoartrosis poliarticular pueden ser tratadas ya sea directamente desde la unidad carcelaria en la que se encuentre alojado o bien a través de la concurrencia hospitales extramuros".