Asaltaron un hotel alojamiento, se tirotearon con la Policía y escaparon

Asaltaron un hotel alojamiento, se tirotearon con la Policía y escaparon

Los cuatro delincuentes se movilizaban en un taxi que dejaron abandonado tras el accidente, en la rotonda de la avenida Papa Francisco Una pareja ingresó al albergue transitorio, rentó una habitación y antes de retirarse encañonaron a la empleada. Dos cómplices

SECUESTRADO. El taxi está en la puerta de la seccional 4ª, en San Cayetano, donde ayer trabajaron los peritos. la gaceta / fotos de inés quinteros orio SECUESTRADO. El taxi está en la puerta de la seccional 4ª, en San Cayetano, donde ayer trabajaron los peritos. la gaceta / fotos de inés quinteros orio
03 Agosto 2015
A Liliana Soledad Fernández le había parecido extraño que, de la nada, un hombre se haya querido sumar a la pareja que estaba ingresando al hotel alojamiento. No fue la primera vez que tuvo que decirles a tres personas que sólo admiten a parejas, pero esta vez le había llamado la atención la aparición intempestiva del tercero. Y su intuición no estaba errada.

Media hora más tarde, Fernández fue asaltada por esas tres personas. Cuando los ladrones escaparon en el taxi en el que se movilizaban, se tirotearon con la Policía, y terminaron chocando con una moto en la rotonda de avenidas Papa Francisco y Pedro Aráoz. Luego escaparon a pie.

El hotel alojamiento “Voyez” se encuentra en 9 de Julio 963. A las 2 de ayer llegó una pareja, y Fernández los atendió por una ventana. “Siempre atendemos por ahí”, explicó la empleada del hotel alojamiento ayer a la tarde. El cansancio por la larga jornada que vivió tras el robo se notaba en su cara.

Unos clientes más

La pareja le pidió un turno de media hora. Fernández le respondió que los turnos son de una hora o dos. El hombre y la mujer se inclinaron por la primera opción, y la empleada les abrió la puerta. Fue cuando apareció, por primera vez, el otro integrante del trío.

Fernández les explicó que no podían pasar los tres, y sólo ingresó la pareja. Entraron a la habitación “cinco”. Antes de cerrar la puerta, el hombre le solicitó a la empleada que, si volvía su amigo, le dijera que lo esperara media hora.

En unos 20 minutos la pareja salió de la habitación. Fernández relató que los interceptó en el pasillo para pedirles la llave, y que le respondieron que había quedado en el cuarto. La empleada comprobó esa situación, y cuando estaba por abrirles la puerta de salida, la mujer se volvió porque “se había olvidado algo”. “No alcancé a escuchar qué dijo. Pero él le indicó que se vuelva a buscarlo a la pieza, mientras sostenía la puerta. Ella regresó con la campera puesta, y fue entonces cuando el hombre sacó un arma y me apuntó”, contó la víctima del robo.

A los pocos segundos ingresó el cómplice al hotel. Los tres ladrones llevaron a la empleada hasta la cocina. El hombre que había entrado con la mujer le ponía el arma en la cabeza y en la cadera, mientras le pedían plata. “Yo trataba de estar tranquila. Creo que ellos estaban más nerviosos”, aseguró la víctima. Fueron menos de 10 minutos en los que tomaron el dinero (unos $ 1.000, según Fernández), un monitor, un CPU, una procesadora y una plancha, y luego escaparon. Afuera los esperaba un taxi. En total, fueron cuatro los delincuentes.

La persecución

La empleada salió detrás de los ladrones. Justo en ese momento pasaba un patrullero, y a los gritos la víctima les indicó: “¡los que van en ese taxi me acaban de robar!”. El vehículo de los ladrones dobló por avenida Roca hacia el este. Un encargado de seguridad de la estación de servicios ubicada en Roca y 9 de Julio vio cómo arrojaban por la ventanilla un CPU y un monitor, que luego se verificó que eran los robados del hotel.

La persecución se extendió por avenida Roca, plazoleta Dorrego, avenida Pedro Miguel Aráoz y rotonda con avenida Papa Francisco. En ese trayecto, los ladrones y la Policía intercambiaron disparos.

La persecución terminó porque el taxi chocó con una motocicleta Honda Wave en la que iban tres personas (un hombre y dos mujeres). Los ladrones huyeron a pie, perdiéndose en la oscuridad. Las víctimas fueron trasladadas al Centro de Salud y al hospital Padilla, y se encontraban fuera de peligro.

“La Policía me llevó a los hospitales para que los vea. Querían estar seguros de que ninguna de las mujeres era la que había entrado a robar”, contó Fernández.

El taxi fue llevado a la seccional 4ª, en San Cayetano, donde le hicieron las pericias. El vehículo tenía los impactos de las balas, producto del tiroteo. Había un agujero en el parabrisas, dos en el baúl, uno en el asiento del conductor. Adentro estaba la procesadora y la plancha que habían robado del hotel, y en el piso del lado del acompañante, quedó tirada una caja con una empanada. La Policía identificó al dueño del vehículo por la licencia del taxi. El hombre aportó los datos del chofer que debía haber estado manejando el auto, pero cuando lo buscaron no estaba en su supuesto domicilio.

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