Con las nuevas normas se acortan los plazos legales de la adopción

Hoy, la ley prioriza que la adopción de un niño por fuera del ámbito familiar sea el último recurso y trata de que ese menor quede dentro de su familia de origen. Si esto no es posible, se pone un plazo de 180 días en el proceso previo, para que luego el niño quede en estado de adoptabilidad. Es decir que durante ese tiempo de seis meses se harán todas las acciones tendientes a que el menor siga dentro de su entorno familiar, ya sea con una tía, una abuela o algún otra persona cercana. También se acorta el tiempo mínimo que tiene la madre para entregar al niño en adopción. “Antes la ley establecía un plazo de 60 días desde el nacimiento del bebé, es decir, terminada la etapa puerperal; ahora lo acorta a 45 días. Es el tiempo mínimo que tiene una madre para hacer la entrega frente a un tribunal manifestando su voluntad. Otra exigencia es que los interesados estén inscriptos en los registros de postulantes para adopción”, explica la camarista Graciela Valls de Romano Norri. Además, la gran novedad es que ahora el niño puede expresar opinión: si ya tiene ocho años o más, puede hablar y ser escuchado en los tribunales sobre si quiere ser adoptado o no por una determinada familia. Y si es muy pequeño, podrá hacerlo a través de su abogado o del defensor de menores.