Cambios en la forma de repartir la herencia

Con la reforma del Código Civil, una madre o un padre podrá favorecer más a uno de los hijos por sobre los demás, en el reparto de la herencia. Cuando una persona fallece existen dos aspectos de la herencia: una legítima por la cual hay un heredero forzoso que tiene por ley impuesta una porción, y otra dispuesta por el progenitor.

“El Código eleva de un quinto a un tercio la porción libremente disponible de los bienes, es decir que lo que antes era un 20% hoy se amplía a un 33,3%. Se da en el caso, por ejemplo, de un hijo con discapacidad. El padre tratará de mejorar su situación porque se da cuenta de que no tiene las mismas condiciones que sus hermanos para afrontar las obligaciones de la vida. Esta es una mirada muy humana, muy comprensiva”, explica la camarista en Familia y Sucesiones de la Sala I de la capital, Graciela Valls de Romano Norri.

El dueño del patrimonio a legar no tiene que fundamentar por qué lo hace de determinada manera, ya que es un derecho disponible que deja el Código y que los otros herederos no pueden cuestionar. La ley no determina a quién se le podrá ceder la parte que se puede disponer con libertad, por lo que no necesariamente debe ser un familiar.

La categoría de los herederos forzosos recibe el 66,6% de la herencia y es ocupada por los familiares directos, que no pueden ser privados del derecho a recibir una parte de los bienes del fallecido sin una justa causa de desheredación, como podría ser intentar matar al causante o abandonarlo a su suerte.