“Hay que recuperar las economías regionales”

“Hay que recuperar las economías regionales”

Giacinti pidió un plan sistémico público para la citricultura. Producción de fresco, jugo y aceite. Comercio y Competitividad.

EXCELENCIA, POR SOBRE TODO. Los limones que se exportan al mundo deben cumplir con estrictas normativas de calidad e inocuidad del producto que se comercializa. LA GACEETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI (Archivo) EXCELENCIA, POR SOBRE TODO. Los limones que se exportan al mundo deben cumplir con estrictas normativas de calidad e inocuidad del producto que se comercializa. LA GACEETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI (Archivo)
01 Agosto 2015
Lejos está el sector de exportación de limón en fresco de ser una actividad altamente concentrada. Y resolver los problemas económicos del sector va más allá de la cuestión de eliminar retenciones a la exportación o de créditos a través del Banco Nación, afirmó Miguel Ángel Giacinti, consultor citrícola.

El índice de Herfindahl e Hirschman (conocido con las siglas IHH) es la herramienta técnica, y la única a nivel legal, que permite evaluar la posición de concentración económica, estableciendo como parámetro la siguiente clasificación: a) Resultado con menos de 1.000 puntos, baja concentración; b) Resultado entre 1.001 y 1.800 puntos, moderada concentración y, c) Resultado superior a 1.801 puntos, alta concentración.

El cálculo del IHH es el resultado de la suma de la participación de cada empresa en las ventas del sector, multiplicando por 100 dichos porcentajes y elevados al cuadrado: A) “Entre los años 2007 y 2014”, el resultado del IHH en la exportación de “limón” se reduce de 1.159 a 1.000 puntos. Esto permite afirmar que “el sector es de moderada a baja concentración económica, con participación de empresas muy relevantes”. Participan en el comercio internacional algo más de 40 empresas. B) La exportación de “jugo” se mantiene en promedio en 1.500 puntos, entre 2007 y 2014, proyectado un sector de moderada concentración con 20 exportadoras, contabilizando un máximo de 1.900 puntos entre 2009 y 2010. C) La exportación de “aceite esencial” desciende de 2.500 a 1.700 puntos, entre 2007 y 2014, ubicándola en la actualidad en moderada concentración, con 15 exportadoras.

La industria transformadora por economía de escala en su proceso, implica una mayor concentración que la exportación en fresco, pero, en general, en el clúster de Tucumán la industria es de moderada concentración, mientras que la exportación en fresco se posiciona en un nivel inferior, de baja concentración. El análisis de las ventas entre 2006 y 2008, en las 12 principales exportadoras en fresco, se posicionaban en su mayoría con ventas a Europa, y tan sólo cuatro empresas presentaban un panorama más diversificado, principalmente con ventas en Canadá. En el período 2012-2014, la mayoría de las exportadoras diversificaron sus ventas, incluso, dentro de la Unión Europea. Algunas mejoraron su performance en Europa Central y otras en el Mediterráneo.

Otro parámetro comercial relevante es el aumento de las ventas a Canadá, lo mismo el aumento en el despacho a Medio Oriente y Asia.

Se confirma una menor semejanza en las políticas comerciales entre las exportadoras. Ahora, los promedios matemáticos de precios, por ejemplo, carecen de representatividad. Estos cambios son por el proceso de adaptación a la demanda internacional de limón para ser competitivos. Esto implica que el modelo actual de comercio es más complejo, que conlleva desafíos a la representación gremial, pero también en la formulación de políticas públicas.

Distinto es el panorama de la exportación de productos transformados industrialmente, que mantiene relativamente estable la política de comercio internacional, debido a que es un producto estratégico de la industria de la bebida.

En la primera nota en LA GACETA Rural, se resaltaba una pérdida de competitividad de U$S 0,661 por kilo empacado para exportar, entre 2007 y 2014. El 41% se explicaba por desequilibrio interno entre inflación y devaluación (0,269 U$S/kilo); el 38% por devaluación de las monedas internacionales frente al dólar estadounidense (0,253 U$S/kilo); 14% en el déficit de políticas comerciales o acuerdos económicos internacionales (0,094 U$S/kilo) y tan sólo 7% a los derechos de exportación o retenciones (0,045 U$S/kilo).

“Es bajo el impacto de eliminar retenciones como solución al déficit de competitividad internacional, comparado con el impacto de la falta de acuerdos comerciales internacionales”, señala Giacinti.

También se comentó que “en Rusia el limón paga 53 U$S/tonelada arancel y 201 U$S/IVA importación no recuperable, nada menos que 0,254 U$S/kilo exportado.

Curiosamente, “si el problema fuera restricción presupuestaria, un acuerdo comercial con la Unión Europea y Rusia aportaría mucho más solución que la eliminación de los derechos de exportación. Si por otro lado, el no acuerdo con la Unión Europea es para proteger a otro sector no exportador, con ventas en el mercado interno, entonces ya hablaríamos de una discriminación hacia a las economías regionales que exportan a estos mercados, beneficiando a otros sectores con una protección arancelaria que es pagada por las economías regionales”. En algún momento será bueno hablar de quiénes son estos sectores, con fuerte lobby en contra de acuerdos comerciales para eliminar aranceles.

Recuperación

Un modelo complejo de moderada a baja concentración económica y las causas del déficit de competitividad actual, hacen notar la “necesidad de un plan sistémico público para recuperar las economías regionales” (frutas y vegetales con 500.000 hectáreas genera un millón de empleos). Esto abarcaría: a) disminución de impuestos (interno y/o externos vía acuerdos comerciales), donde habrá que analizar la metodología a seguir y establecer prioridades; b) plan anti-inflacionario para no seguir aumentado el desequilibrio entre inflación y devaluación, y poniendo a disposición de las economías regionales exportadoras la financiación en plazos y condiciones que permitan un aumento significativo de incorporación de tecnología; c) créditos pro-tecnología requieren considerar aspectos diferentes a las normas bancarias actuales -no es apropiado pensar que el Banco Nación y los recursos financieros del sector privado están disponibles para ello-; y esto sólo es posible con una legislación especial y recursos afectados a través del Presupuesto Nacional.

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