02 Agosto 2015
La economía brasileña sufre los efectos, al igual que la Argentina, de los menores precios de sus productos de exportación y, aunque más acotadamente que en nuestro país, del desequilibrio fiscal. A partir de fines de 2014, el Banco Central de Brasil dejó que el tipo de cambio se depreciara gradual y significativamente, estabilizándose en los últimos meses en torno de 3 reales. La tasa de inflación interanual pasó de 6,4% en diciembre de 2014 a 8,9% en junio pasado, indica Finsoport.
Las estimaciones del Banco Central de Brasil prevén que la economía brasileña se contraiga alrededor del 2% durante este año. Según la consultora, estas perspectivas impactan de lleno en el comercio externo de nuestro país. “Suponiendo durante 2015 una caída similar a la observada en 2014 para nuestras exportaciones a Brasil (U$S -2.500 millones) y una merma de 10% de nuestras importaciones desde ese país (en torno de U$S 13.000 millones), el saldo comercial bilateral pasaría de US$ -140 millones en 2014 a US$ -1.200 millones en 2015”, indica la firma dirigida por el economista Jorge Todesca.
Incluso, si la Argentina vuelve al crecimiento durante el próximo año, ese saldo continuaría deteriorándose, en la medida en que (en el mejor de los casos) la economía brasileña permanecería estancada, impidiendo que se recuperen nuestras exportaciones, al tiempo que disminuirían las barreras al ingreso de productos importados, sea por decisión propia o por el acatamiento del fallo de la OMC que obliga a cesar en la utilización de las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) el 31 de diciembre de este año, indica Finsoport.
Las estimaciones del Banco Central de Brasil prevén que la economía brasileña se contraiga alrededor del 2% durante este año. Según la consultora, estas perspectivas impactan de lleno en el comercio externo de nuestro país. “Suponiendo durante 2015 una caída similar a la observada en 2014 para nuestras exportaciones a Brasil (U$S -2.500 millones) y una merma de 10% de nuestras importaciones desde ese país (en torno de U$S 13.000 millones), el saldo comercial bilateral pasaría de US$ -140 millones en 2014 a US$ -1.200 millones en 2015”, indica la firma dirigida por el economista Jorge Todesca.
Incluso, si la Argentina vuelve al crecimiento durante el próximo año, ese saldo continuaría deteriorándose, en la medida en que (en el mejor de los casos) la economía brasileña permanecería estancada, impidiendo que se recuperen nuestras exportaciones, al tiempo que disminuirían las barreras al ingreso de productos importados, sea por decisión propia o por el acatamiento del fallo de la OMC que obliga a cesar en la utilización de las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) el 31 de diciembre de este año, indica Finsoport.
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