En su tierra

En su tierra

Santiago Rocchia volvió a Huirapuca

NADA LO DETIENE. La potencia de Rocchia asegura que la guinda esté bien cuidada en la segunda línea de los equipos. la gaceta / foto de osvaldo ripoll (archivo) NADA LO DETIENE. La potencia de Rocchia asegura que la guinda esté bien cuidada en la segunda línea de los equipos. la gaceta / foto de osvaldo ripoll (archivo)
30 Julio 2015
Entre Europa y Tucumán podrá haber dos mundos de separación, pero la tierra de uno tira. Más cuando la patria chica es Concepción, una perla cuyos vástagos desarrollan un sentido de pertenencia difícil de comparar. Uno de ellos, Santiago Rocchia, está otra vez en casa, dejando atrás un año de vida al estilo italiano, alejado del entorno familiar y de los campos del sur. Su destino fue Petrarca Padua, club del Súper 10 italiano, donde el segunda línea de Huirapuca experimentó el cimbronazo de cambiar el ritmo de vida amateur por el de un profesional.

“Acá estaba acostumbrado a andar todo el día, entre el estudio, el trabajo, los entrenamientos con el club, con el seleccionado y el Pladar. Allá lo único que tenía que hacer era entrenarme. Fue bastante raro. Encima cuando llegué ni siquiera podía jugar porque estaba desgarrado, y cuatro días antes de debutar me rompí la nariz. Tremendo. Al menos en ese tiempo pude ponerme al día con las clases de italiano. Después pude jugar todo”, hace un resumen Santiago, que se adaptó bien a los rigores físicos. “A nivel físico, lo compararía con un Tucumán-Córdoba. Pero creo que acá tenemos un poco más de destrezas, mientras que allá son más físicos, más frontales”, grafica.

Por esa similitud de estilo, el rugby italiano tiene un flujo constante de tucumanos. “En mi club no había ningún argentino, un bajón, pero en las canchas me crucé con Rómulo Acosta, Ezequiel Cortés, Joaquín Riera, Luciano Rodríguez, Germán Aráoz, y con ‘Chucky’ (Ezequiel) Faralle, que es de ‘huira’ como yo y de quien soy muy amigo. Tuve la suerte de que me fueran a visitar mi ‘vieja’, mi hermana y también mi novia. Esas compañías son fundamentales, porque estar solo y lejos es difícil”, asegura.

La potencia y juego aéreo que mostró le abrieron la posibilidad de pasar a Benetton Treviso o a Zebre, los dos mejores equipos del país. No obstante, decidió pegar la vuelta. “Fue un experiencia muy positiva, pero pedí el pase para volver, más que nada por mi familia. Los extrañaba mucho, a mis padres y a mis hermanos. Y también el tercer tiempo con los amigos del club. Allá era un poco más frío, algunos ni se quedaban. Además, quiero terminar la licenciatura en Administración Agraria. Yo trabajo en el campo y extrañaba un poco esa vida también”, enumera.

Huirapuca debe defender su lugar en zona de clasificación al Súper 8 ante Jockey de Salta y Old Lions, que por ahora también tiene chances matemáticas de alcanzarlo. “Justo cuando vuelvo me tocan dos finales, ja ja. Pero si nos ponemos a ver, en los últimos tres años Huirapuca se clasificó sufriendo. Somos muy infelices. La cuestión es simple: hay que ganar los dos partidos”, concluyó.

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