Por Carlos Páez de la Torre H
30 Julio 2015
“HERMOSA OBRA ARTÍSTICA”. Una fotografía en el aviso de 1916, mostraba el cuadro que vendía la casa porteña Tosi. LA GACETA / Archivo
Desde siempre, en torno a las fechas patrias suele generarse un variopinto universo de aprovechamiento comercial, como los “álbumes” conmemorativos (verdaderos fascículos de avisos) y una extensa gama de “souvenirs”. El Centenario de la Independencia, en 1916, no fue ajeno a este fenómeno, aunque, por cierto, el mismo fue bastante menor al suscitado cuando el Centenario de 1910.
En la revista porteña “Fray Mocho” (edición del 30 de junio de 1916) un aviso a toda página, con fotografía y titulado “Un cuadro interesante”, ponía a la venta una “hermosa obra artística hecha en conmemoración del Centenario de la Independencia”. Se trataba de la “reproducción en relieve, imitación bronce, del acto de la jura en la histórica casa de Tucumán”.
El cuadro mostraba a los congresales de pie, junto a la mesa de la presidencia, levantando las manos para votar por aclamación el pronunciamiento del 9 de julio. La casa importadora Humberto F. Tosi, de Avenida de Mayo y Perú, Buenos Aires, era la responsable de la novedad. Expresaba que era “un trabajo artístico perfecto, indestructible, en el que se destacan las figuras que intervinieron en el memorable acontecimiento”. Tenía dimensiones de 70 por 52 centímetros.
Opinaba la casa Tosi que “deben poseer este cuadro todos los colegios, bibliotecas, sociedades y hogares que quieran conservar el mejor recuerdo de uno de los más trascendentales hechos de nuestra historia”. El precio “con marco, incluido flete”, era de 15 pesos. Se trataba de una “oferta limitada”, que Tosi ofrecía remitir “a cualquier punto de la república”.
En la revista porteña “Fray Mocho” (edición del 30 de junio de 1916) un aviso a toda página, con fotografía y titulado “Un cuadro interesante”, ponía a la venta una “hermosa obra artística hecha en conmemoración del Centenario de la Independencia”. Se trataba de la “reproducción en relieve, imitación bronce, del acto de la jura en la histórica casa de Tucumán”.
El cuadro mostraba a los congresales de pie, junto a la mesa de la presidencia, levantando las manos para votar por aclamación el pronunciamiento del 9 de julio. La casa importadora Humberto F. Tosi, de Avenida de Mayo y Perú, Buenos Aires, era la responsable de la novedad. Expresaba que era “un trabajo artístico perfecto, indestructible, en el que se destacan las figuras que intervinieron en el memorable acontecimiento”. Tenía dimensiones de 70 por 52 centímetros.
Opinaba la casa Tosi que “deben poseer este cuadro todos los colegios, bibliotecas, sociedades y hogares que quieran conservar el mejor recuerdo de uno de los más trascendentales hechos de nuestra historia”. El precio “con marco, incluido flete”, era de 15 pesos. Se trataba de una “oferta limitada”, que Tosi ofrecía remitir “a cualquier punto de la república”.
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