El Holocausto en una novela gráfica con sello argentino

El Holocausto en una novela gráfica con sello argentino

29 Julio 2015
Los elementos literarios se cruzan con la crónica periodística, la documentación y la memoria familiar en “Camino a Auschwitz”. La dupla Julián Gorodischer-Marcos Vergara ofrece tres nouvelles en historieta sobre el horror del Holocausto. “Están estructuradas con recursos del periodismo de cómic y con una base de historias reales, de mis antepasados”, define Gorodischer. Periodista de la escena cultural, luego de 20 años en redacciones Gorodischer inició su propio derrotero como guionista de historietas. Editada por Emecé, “Camino a Auschwitz” se sube con cautela y calidad a la tradición marcada por maestros del género como Art Spiegelman, Joe Sacco y Alison Bechdel.

“La publicación se hibrida con el periodismo en cómic, el trabajo de reportería, el in situ como el viaje a Polonia, la investigación con documentos y elementos del mundo onírico, la imaginación y los mitos. Me gusta definirla como novela gráfica”, destacó Gorodischer a Télam.

La primera historia -que lleva el nombre del libro- es la de Paie, la hermana gemela de la abuela del autor, que por una mala pasada (y no tanto) del destino es llevada a Auschwitz, el mayor centro de exterminio nazi. Allí, entre los horrores, el hambre y la muerte en cada respiro, ella transita esa culpógena cornisa entre ser víctima y victimaria, de dar placer al enemigo a cambio de una salvación. Antes de escribir este episodio el autor viajó a Cracovia, travesía orientada a comprender su propia trama familiar.

En la segunda historieta, Gorodischer entrevista a Berl, su tío abuelo, figura central de la clandestina Organización de Combatientes judíos durante el levantamiento del gueto de Varsovia. La lucha de este joven partisano, su huida, la sed de venganza y su travesía por los bosques de Bialowieza construyen un trazo fuerte de la memoria trágica.

El rescate de lo queer en la figura del joven Berl significó para el periodista una manera de enfrentar sensaciones y mandatos muy fuertes de crianza, no solamente familiar sino también institucional, de una fuerte moral homofóbica de parte de la cultura judía.

Finalmente, “El secuestro de Eichmann” narra un episodio clave en la vida de Luba, tía de Gorodischer, sobreviviente de Auschwitz e integrante del “operativo Garibaldi” que se llevó al criminal nazi Adolf Eichmann de la Argentina para ser juzgado en Israel, en 1960. La historia -como la anterior apela al relato del sobreviviente- habla de la valentía y el temor de enfrentar, desde otro lado, al jerarca de la SS, responsable directo de la solución final.

Marcos Vergara trabajó rigurosamente lo documental para lograr un dibujo estilizado a base de trazos limpios y una paleta luminosa, con la idea de despojar el ruido y que el lector se encuentre con la historia sin obstáculos.

Desde San Nicolás, donde vive, Vergara admite que a la hora de dibujar algunos tramos se topó con una autocensura proveniente de prejuicios de una educación represiva y conservadora, ante algunas escenas donde se ponía en juego la sexualidad.

“Camino a Auschwitz” debutó por entregas en la revista Brando. En ese momento la historieta fue denunciada ante el Inadi por una escena: el dibujo de un sueño que involucra imágenes necrofílicas de jerarcas nazis con cadáveres de judíos. La demanda fue desestimada.

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