25 Julio 2015
NO PUDO. Piarrou y todo San Martín no pudo sostener el resultado. (LA GACETA / HÉCTOR PERALTA)
Comenzó una nueva etapa, la del Tetradecagonal que podrá llevarlo a la gloria del ascenso a la B Nacional que tanto sueña. Sin embargi, ante Mitre de Santiago del Estero, San Martín no pudo más que empatar 1-1 en La Ciudadela.
Pese a un flojo arbitraje del salteño Federico Guaymás Tornero, el resultado fue justo. Es que el "Santo" hizo un gran primer tiempo y mereció ponerse en ventaja, pero fue otro equipo en el complemento, cediéndole protagonismo a la visita que tuvo suerte por encontrar el empate con un gol en cotra.
San Martín logró arrancar con el pie derecho gracias al acierto desde el punto penal, otra vez de Diego Bucci. El volante que volvió al 11 titular en lugar de Jesús Soraire, y que ante Andino de La Rioja también acertó desde los 12 pasos, cambió por gol una evidente e infantil mano de Héctor Carballo en plena área.
El experimentado arquero Laureano Tombolini le adivinó la intención a "Dieguito", pero la bocha fue tan fuerte que se clavó igual para hacer explotar a una Ciudadela colmada. El 1-0 era merecido ya que el "Santo" era el que proponía de entrada ante un Mitre que no se destapaba.
El complemento, sin embargo, fue para la visita. San Martín perdió la pelota y las marcas. No se encuentró en el campo y el equipo de Carlos Roldán aprovechó para acercarse al arco de Nicolás Carrizo, que tuvo que salvar las papas en más de una ocasión.
Igualmente, el arquero nada pudo hacer cuando en otra llegada aurinegra, Carlos Ponce la metió en contra de su propio arco (¿lo empujaron?, ¿hubo falta?) y le dio el empate que no pudo conseguir por su propia cuenta Mitre.
Rápidamente el equipo de Sebastián Pena reaccionó al golpe y se mandó con todo. Pero el 2-1 no llegó nunca. Era tarde luego de unos flojos 40 minutos...
De esta manera, el "Santo" arrancó su camino al ascenso sumando de a uno en su propia casa y no tendrá más que ganar de visitante nada menos que en Córdoba, ante Talleres, si no quiere sufrir en el futuro.
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