Los riesgos que se corren al atravesar el Canal Sur

Los riesgos que se corren al atravesar el Canal Sur

Los tiempos de la burocracia ahogan a menudo las urgencias ciudadanas. Y si bien es cierto que a veces no se puede solucionar en forma inmediata un problema que puede traer graves consecuencias, se busca el modo de dar una respuesta para evitar que no ocurra una desgracia. Ello sucede con el Canal Sur, que carece de barandas en varios sectores, a cuatro meses de que fuera dañado por las copiosas tormentas que tuvieron lugar durante el verano.

En la siesta del domingo 28 de junio, a la altura de Malabia al 3.200, sucedió lo que los vecinos temían. Un hombre, de 63 años se cayó al vacío cuando atravesaba la pasarela en moto. El hombre intentaba escapar de unos jóvenes que habrían intentado quitarle el vehículo. La víctima, que es sereno en una firma constructora, se fracturó el tobillo y deberá ser operado.

La preocupación vecinal por posibles accidentes data de meses atrás. “Los vecinos están preocupados por el estado del conducto”, se tituló nuestra crónica del 23 de enero pasado. “Pasó la tormenta y ya no corre tanta agua por el Canal Sur. Sin embargo, los vecinos están más que preocupados por el estado en el que se encuentra la estructura de este enorme desagüe”, se indicaba en la nota.

El martes 19 de mayo el reclamo volvió a repetirse. “Los peatones caminan al filo del abismo en el canal Sur” rezaba el título y se informaba que el desagüe, que había quedado sin barandas tras los desbordes, no contaba con protecciones de seguridad. “Con las primeras tormentas del verano, en enero, el desagüe que divide la capital de Yerba Buena comenzó a mostrar los entramados de una infraestructura colapsada. Las fuertes lluvias continuaron y el golpe más grande llegó con el vendaval del sábado 7 de marzo: los paredones de hormigón se desplomaron, el canal se desbordó e inundó las casas ubicadas en sus orillas y las barandas de hierro, única protección para peatones y automovilistas, desaparecieron. Desde ese momento, en algunos sectores no hay ni siquiera una cinta plástica que advierta el peligro”, decía la crónica. Al día siguiente, el secretario provincial de Obras Públicas dijo: “No podemos poner barandas si todavía no están reparadas las losas. Es algo ridículo” y agregó que después de los desbordes se colocaron cintas de peligro en los huecos que dejaron las barandas, pero que duraron horas.

En nuestra edición de ayer el funcionario explicó que presentaron todas las carpetas ante la Nación y que les autorizaron un desembolso de $291 millones, de los cuales $200 millones se destinarán a la reparación de los canales y afirmó que en forma progresiva se colocarán las barandas en todos los pasos, siempre que no interrumpan el trabajo de las máquinas.

En los tiempos electorales que vivimos, la ciudadanía observa la gran cantidad de dinero que se destina al proselitismo, pero al parecer, pocas o ninguna moneda queda para instalar unas barandas provisorias en los sectores del Canal Sur que no la tienen y evitar accidentes. Es cierto que los trámites para gestionar dineros nacionales son lentos, pero así como el gobierno provincial tiene fondos para organizar actos partidarios multitudinarios, debería preocuparse más por la seguridad y la vida de los tucumanos y no esperar -como suele ocurrir- que se produzca una muerte para condolerse y prometer nuevamente soluciones.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios