Adiós al perdedor

Adiós al perdedor

Se acabó la sequía para Chile, que ganó el primer título de su historia. Por Carlos Dorat y Daniel García Marco - Agencia DPA

DE VILLANO A HÉROE. Alexis Sánchez, que sonríe para la foto con la copa en la mano, definió el título para los chilenos.  efe DE VILLANO A HÉROE. Alexis Sánchez, que sonríe para la foto con la copa en la mano, definió el título para los chilenos. efe
05 Julio 2015
Era una “oportunidad única” y no la desaprovechó. Chile rompió con una historia perdedora al lograr en casa la Copa América, el mayor hito deportivo del país. La proclamada “mejor selección de todos los tiempos” lo refrendó ayer al ganar por penales en la final a Argentina en un estadio Nacional teñido de rojo con pequeños oasis albicelestes que explotó como todo el país cuando Alexis Sánchez anotó el penal definitivo.

Hasta ayer, los únicos éxitos que exhibía la “roja” eran cuatro subcampeonatos continentales y el tercer lugar que consiguió en el Mundial que el país organizó en 1962 y que todavía celebraba como su máximo logro. “La meta es ser campeón, somos muy exigentes todos en la selección. Ésta es la oportunidad. Tenemos el equipo”, dijo Arturo Vidal antes de comenzar el torneo. El ex delantero Marcelo Salas, goleador histórico de Chile, consideró posible el sueño.

Vidal, Gary Medel, Mauricio Isla y Alexis Sánchez habían perdido ante Argentina las semifinales del Mundial juvenil de 2007, pero ayer se vengaron. Ellos, junto al arquero y capitán Claudio Bravo y el “Mago” Jorge Valdivia, conformaron el eje central del cuadro que dirige el argentino Jorge Sampaoli, que aprovechó el trabajo previo de su compatriota Marcelo Bielsa. “Marcelo le ha imprimido a un grupo de futbolistas la posibilidad de protagonizar y no sentirse menos que nadie, nosotros hemos tenido la suerte de continuar con eso que él legó”, dijo durante el torneo Sebastián Beccacece, ayudante de Sampaoli. Y ayer quedó claro en un partido en el que siempre tuvo el dominio.

“La idea está centrada en vincularnos con el protagonismo, este grupo ha demostrado tener jerarquía y personalidad para jugar de local y ganar de la forma que gana”, decía el seleccionador desde el convencimiento pese al pasado.

Por si no fuera poco el título, Chile lo ganó en una final soñada ante su archirrival, su “bestia negra”, Argentina. El único triunfo que registran las estadísticas ante los argentinos hasta ayer en partidos oficiales lo había conseguido Chile en 2008 por las Eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010, cuando lo dirigía Bielsa.

Era la oportunidad única y así lo interpretó Sampaoli, que decidió perdonar a Vidal, quien fue detenido por conducir ebrio y provocar un accidente en pleno torneo.

Había que ganar y la permanencia de Vidal, criticada por algunos en Chile, se vio necesaria y estuvo secundada por los otros pesos pesados de un grupo cansado de frustraciones y triunfos morales.

“Somos un buen equipo, jóvenes, hemos crecido mucho jugando fuera, estamos en nuestro país. Es el momento de ser campeones”, decía Vidal. “Es una ocasión importante para los chilenos, lo tenemos claro”, afirmaba David Pizarro, consciente de lo que palpitaba el país.

“Es una ocasión de oro que no queremos dejar pasar”, insistían. No lo hicieron y aparecerán en la portada del libro de la historia del fútbol chileno.

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