Marcas que copian: encontrá las diferencias

Marcas que copian: encontrá las diferencias

En las redes sociales han causado revuelo y enojo unas fotos donde muestran cómo marcas de indumentaria argentinas incluyeron en sus colecciones prendas casi idénticas a la de diseñadores internacionales ¿Quién copia a quién? Hoy abrimos el debate.

• 1- Dior (izq.) presentó el vestido en 2013. Ménage à Trois, en 2014. FOTOS DE FACEBOOK.COM/MARCASQUECOPIAN • 1- Dior (izq.) presentó el vestido en 2013. Ménage à Trois, en 2014. FOTOS DE FACEBOOK.COM/MARCASQUECOPIAN
Los invito a jugar un juego: en unos 20 segundos deberán encontrar cinco diferencias entre dos imágenes aparentemente iguales. Les advierto que puede ser difícil, y mucho más descubrir cuál es la original y cuál es la copia. ¿Lo lograron? Plantearlo así, de manera lúdica, suena hasta simpático. Pero lo cierto es que son miles las clientas que se sintieron decepcionadas -y algunas estafadas- cuando descubrieron en una página de Facebook (Marcas que Copian) que diseñadores argentinos han incluido en sus colecciones prendas casi idénticas a las de casas de lujo como Chanel, Dior, Chloé o Gucci, y a las de otras no tan conocidas en esta parte del mundo. ¿Será por falta de estímulo? ¿No alcanza con lo que nos rodea para crear una pieza? ¿O acaso ya está todo creado, inventado, y algunos diseñadores se adaptan a lo ya fue probado y exitoso?

Claro que esto -lo del uso de la copia como herramienta para armar una colección- tampoco es algo que se haya puesto de moda ahora. A lo largo de la historia de la indumentaria se pueden encontrar muchas víctimas de la imitación. Ana Torrejón, directora de la revista Harper’s Bazaar Argentina, demostró que una prueba de lo actual de este tema fue la exposición “Faking it: originals, copies, and counterfeits” (o algo así como “Fingiendo: originales, copias y falsificaciones). Se trata de una exhibición que organizó el Fashion Institute of Technology, de New York, que estuvo abierta hasta abril, y que incluyó más de cien prendas entre originales, falsificaciones y copias con licencia. La muestra abría con un traje Chanel y su copia licenciada (con permiso para confeccionarla), junto con un video que explicaba similitudes y diferencias. Sobre “Fingiendo...”, la revista In Style afirmaba que los diseñadores se copian entre sí, pero que también copian a grandes artistas, aunque a eso lo llaman “inspiración” (como la colección de Yves Saint Laurent con estampas de Mondrian). Entonces, ¿quién tira la primera piedra y señala lo que es realmente original?



Confianza rota
“Hay etiquetas y creadores que toman con humor la copia, que consideran que es prueba de lo exitoso de sus hallazgos, y otros que optan por lo contrario. El copyright en indumentaria es un tema complicado, difícil de probar en los tribunales. Una prueba de la actualidad del tema es precisamente la muestra ‘Faking It: originals…”, opina Ana Torrejón. Y agrega que en todos los países del mundo hay barrios que se caracterizan por estar orientados al sector textil y ser pródigos en “inspiraciones”, como el barrio Sentier, de París.

En cuanto al rol del consumidor, Torrejón insiste en que tiene toda la libertad de consumir lo que quiere y puede. Por su parte, aclara que prefiere lo original, no las copias: “mi acto creativo tiene que ver con el ejercicio del estilismo”. Por último, la periodista señala que lo que no puede hacer una marca que copia descaradamente es engañar al consumidor, decirle que es fruto de su creación y además cobrarle precios altísimos: “eso es trampa, algo que no es válido y que quiebra todo tipo de compromiso y confianza”.

A esa relación íntima entre una marca y su cliente se refiere Gonzalo Beceda, autor del blog “Dequemevisto”, de LAGACETA.COM. “En el camino que recorre una marca para construir su identidad -describe- es común que se atraviesen oportunistas y vagos de ideas. Pero beneficiarse de percepciones y planteos ajenos, disfrazándolos de propios, es doblemente deshonesto: con el cliente y con el colega. No es digno de un buen sastre andar por la vida atribuyéndose diseños que han salido de otras cabezas”. Aclara además que el límite está en la proximidad de la copia: “en cuán parecido o cercano es un diseño a otro y cuán autor se reconoce del diseño el que ha decidido plagiar”.



En dirección a...

El año pasado, el Centro de Investigación y Desarrollo Textil del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) realizó la Encuesta Nacional de Diseño de Autor. Los resultados arrojaron que el rubro engloba273 empresas y factura $728.760.000 por año. ¿Qué quiere decir “diseño de autor”? Que la ropa creada es ajena a las tendencias masivas, hace pie en la innovación y, sobre todo, rescata y pone en valor la identidad de los diseñadores, sostienen Lorena Kaethner y Nicéfora Mazzola, dos diseñadoras de autor tucumanas.

“La identidad del diseñador se forma con el tiempo. Nuestras prendas necesitan identidad para diferenciarse de las demás. La identidad de una colección de ropa pude estar en el uso de una silueta, un detalle... hay que seguir un relato para ser identificadas y poder diferenciarnos. Lo que busco con mis diseños es definir un estilo que tenga que ver con la individualidad...”, describe Mazzola, aunque reconoce que en el proceso de desarrollo de una colección hace la bajada comercial, teniendo en cuenta tendencias, colores, tejidos y texturas para no quedar fuera de lo que está de moda.

Por su parte, Kaethner, diseñadora y docente tucumana afincada en México (también es artista y participó en el reality “Project Runway Latinoamérica”) opina que la tendencia no es mala si se la usa como eso: un parámetro. Pero especifica: “lo que es malo es la copia, si es que nuestra empresa es de diseño. Porque si fuéramos fabricantes, hoy no es pecado; está malo decirlo, pero es la verdad. La industria textil argentina copia, esto lo digo como ex patronista y muestrista de algunos fabricantes. No así la industria de diseño. Entonces estas marcas escrachadas no serían de diseño -aunque crean que lo hacen para titularse de creativos-, son sólo fabricantes”.

En una entrevista a Gabrielle “Coco” Chanel, realizada en los últimos años de su vida y que se puede ver por Internet (con traducción), un periodista le preguntó si le molestaban las imitaciones de sus diseños que se generalizaron en gran parte del mundo. La mítica diseñadora contestó: “Estoy muy contenta. Obviamente era lo que quería. Esa era mi meta: crear una tendencia (...) Para mí la copia significa éxito. No hay éxito sin copias y sin imitaciones...”.



Respuestas


• 1- Dior presentó el vestido en 2013. Ménage à Trois, en 2014.

• 2- Michael Kors y Laurencio Adot. Ambos se “inspiraron” en Pierre Cardin.

• 3- Rapsodia “imitando” a un BCBG Max Azria de 2012 .

• 4- Diseño de Juanita Jo muy parecido al de Paul’s Boutique.

• 5- Burberry presentó esta campera un año antes que Ginebra.

• 6- 47 Street se “inspiró” en Lazy Oaf.

• 7- Las Hunter infinitamente copiadas. Sarkany, uno de sus “seguidores”.

(Dúos de fotos planteadas en “Marcas que copian”)

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