Una más, y no pedimos más

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Lionel Messi, como toda la nación futbolera, muere por levantar su primer título con la mayor

PURA SONRISA. Lionel Messi se mostró de muy buen humor en la última práctica que desarrolló la Selección. EFE PURA SONRISA. Lionel Messi se mostró de muy buen humor en la última práctica que desarrolló la Selección. EFE
02 Julio 2015
A la espera de poder completar el 8 de julio de 2018 en Moscú su último reto, ganar un Mundial, Lionel Messi buscará el sábado dar un paso más en su carrera y lograr la Copa América, el primer gran título con su país.

Cuando Messi festeja, siempre lo hace de azulgrana. Con la camiseta de Barcelona lo ha conseguido todo y varias veces. Con Argentina, la historia ha sido diferente: la del sábado ante Chile será su tercera final tras haber perdido las dos anteriores, la de la Copa América 2007 y la del Mundial de Brasil 2014.

“Ojalá que se nos dé, estamos con muchísima ilusión”, deseó el astro, tras derrotar 6-1 a Paraguay en Concepción en las semifinales del torneo continental.

Argentina disfruta desde 2004 de un jugador que se ha ido conformando como el mejor del mundo y que despacio, pero seguro ha ido trasladando su rendimiento en Barcelona a Argentina, aunque aún no ha conseguido igualarlo y quizás es imposible porque los compañeros y el sistema son diferentes.

Pero la noche del martes en la semifinal ante Paraguay en Concepción se vio a ese Messi que, quizás por haber compartido tanto tiempo con los españoles Xavi Hernández y Andrés Iniesta, ha aprendido a asistir, a habilitar a sus compañeros. Algo recostado en la derecha, como en el equipo catalán, dio tres asistencias y conectó con Javier Pastore casi tan bien como lo hace con el brasileño Neymar en España.

A pesar de no marcar, Messi influye y por ello la “albiceleste” disputará su segunda final consecutiva tras la de Brasil 2014.

“Estamos haciendo bien las cosas desde hace bastante, y merecidamente necesitamos ya poder consagrarnos con un título”, expresó Ángel di María, demostrando la ansiedad de una selección que, oros olímpicos aparte, hace 22 años que no gana un gran título, desde la Copa América de 1993.

Messi busca además la temporada perfecta, ya que podría levantar junto a su compañero Javier Mascherano todos los títulos después de conquistar con el Barcelona la Liga española, la Copa del Rey y la Liga de Campeones europea.

“Sería un año terrible si pudiéramos terminar levantando éste también. Sería terminar de redondear una temporada espectacular. La verdad es que deseamos muchísimo poder ganar algo con la selección, porque estuvimos muy cerca varias veces y no se nos pudo dar”, señaló.

Diferencias

En la reciente final europea en Berlín, en la que el Barcelona completó el triplete con un 3-1 ante Juventus, fue clave al iniciar la jugada del primer gol de Ivan Rakitic. De su pierna nació también el disparo que terminó en el segundo y decisivo gol del uruguayo Luis Suárez, cuando más sufrían los azulgranas. En las finales de Roma 2009 y Londres 2011 él mismo movió las redes.

En cambio, fue gris -como todos sus compañeros- en la de la Copa América 2007, cuando Argentina perdió por 3-0 ante Brasil en Maracaibo. Y también pasó extrañamente desapercibido en Río ante Alemania hace casi un año.

Ahora tiene su tercera oportunidad, con el hándicap de que no está encontrando el arco rival: no hace un gol en instancias eliminatorias de un torneo desde hace ocho años, en la semifinal de la Copa América 2007 ante México. Pasó todo el Mundial de Sudáfrica 2010 y la Copa América 2011 sin marcar, y en Brasil 2014 sólo anotó en la fase de grupos.

Por ello y mientras espera que llegue una nueva posibilidad de lograr un Mundial, Messi aún tiene cuentas pendientes de albiceleste.

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