El camino del árbitro

El camino del árbitro

El referí es un elemento indispensable del juego, pero no se hace de la nocha a la mañana

 la gaceta / foto de archivo la gaceta / foto de archivo
02 Julio 2015
El árbitro carga con la cruz de ser denostado por casi todos y reconocido por casi nadie, pese a tratarse de un elemento tan indispensable como la pelota misma. Sin él no se puede jugar. Y aunque en los últimos años se ha engrosado el cuerpo de referees de la URT, sigue siendo un desafío atraer nuevos aspirantes a la Escuela. Sobre todo jóvenes, que por lo general prefieren jugar antes que dirigir.

Ahora bien, ¿cómo es que se hace un árbitro? ¿Cuál es el camino a recorrer?

“Podés haber jugado al rugby o no. Lo que es imprescindible es representar a un club. Eso es lo primero”, arranca Álvaro del Barco, quien hizo el curso en 2006.

“Los clubes están muy abiertos a recibir gente para que los represente. Pasa que cada club tiene que presentar un árbitro o dos aspirantes por cada categoría. Los clubes que no cumplen con esa reglamentación deben pagar multa”, explica Santiago Altobelli, que pasó por la Escuela en 2008.

La escuela

Cumplido el primer paso, el siguiente es inscribirse como aspirante en la Escuela de Árbitros que funciona en la sede de la URT (Lisandro Carrizo 888). Las clases, que se dictan los lunes de 20 a 21, están a cargo de Nicolás Kozameh, Matías Ortiz de Rozas y Claudio Calcagni. Los tres están al frente de la Escuela, que también funciona en el sur: se dictan clases intercaladas los miércoles en Huirapuca (Concepción) y Aguará Guazú (Aguilares). En Juveniles, están Carlos Pinto y Luis Gray.

El curso básico dura un año. Luego de un primer semestre puramente teórico, en la segunda mitad se comienzan a dirigir partidos de infantiles y uno que otro de M14 o M15, según considere el profesor. Aprobado el examen final, el aspirante obtiene el título y pasa a integrar la nómina oficial de árbitros. Al año siguiente, comenzará a dirigir partidos de juveniles. “Si no estás lo suficientemente preparado, podés hacer de nuevo el curso al año siguiente, o a lo mejor te hacen dirigir un poco más de partidos hasta que consideren que estás listo”, aclara Pascual.

A diferencia de lo que muchos piensan, los árbitros que dirigen Primera no son ningunos improvisados: salvo casos muy excepcionales, dirigir en ese nivel en forma continua demanda al menos cuatro años de experiencia.

Otro error común es la creencia de que el árbitro dirige un partido y se olvida del tema hasta el fin de semana siguiente. “Están actualizándose constantemente, mientras que muchos de los que insultan desde la tribuna no leen un reglamento hace años y creen saber más que el árbitro”, defiende Alfredo “Topo” García, presidente de la Comisión de Árbitros.

“También es cierto que el acceso a la información hoy en día es mucho más fácil. Antes andabas con el librito bajo el brazo. Hoy tenés Internet. Depende de cada uno perfeccionarse”, aporta Pascual.

Van de la mano

Los cuatro coinciden en trazar un paralelismo entre el árbitro y el jugador. “La exigencia del arbitraje va de la mano con la del juego. Los jugadores se entrenan, entonces nosotros también debemos hacerlo. La parte física es muy importante. Podés estar bien para dirigir un partido de juego corto y lento, pero si te toca uno más dinámico, como Tucumán Rugby-Uni, o un M19 entre Rosario y Buenos Aires, y no estás bien preparado, fuiste”, advierte Altobelli.

“El juego evolucionó mucho, técnica y físicamente. Tenés que estar bien entrenado, sino llegás tarde a la jugada”, coincide Del Barco.

“Para eso tenemos un preparador físico, Marcos Robert, que nos da entrenamiento martes y jueves en Natación y en Uni, pero además nos da una rutina para toda la semana. El rugby es cada vez más veloz y requiere árbitros cada vez más rápidos”, resalta Pascual.

“De hecho, cuando nosotros hacemos la designaciones, tenemos en cuenta si tal o cual está en mejores condiciones físicas para manejar mejor un determinado partido”, agrega Alfredo.

Momento clave

Por lo general, al árbitro no le llueven elogios. ¿Es indispensable entonces tener un carácter a prueba de balas? “Eso lo vas forjando. Al principio era medio calentón, pero con el tiempo vas aprendiendo a no prestarle atención”, contesta Pascual.

“Para mí, el requisito más importante es que sean buenas personas. Lo demás se va formando”, aporta Alfredo.

Altobelli sostiene que hay un momento trascendental: “cuando te pica el bichito. Al principio es todo nuevo y estás motivado, pero después de dirigir algunos partidos de juveniles y los líos que hacen los padres a veces, por ahí te hacés para atrás. Pero hay que tener paciencia: cuando le agarrás el gusto, lo demás va saliendo solo”.¨

Pese a lo que pueda parecer, el camino del árbitro también tiene sus satisfacciones. “Tiene que ver con el progreso de uno mismo. Así como un jugador quiere llegar a Primera y ganar un Regional o un Nacional de Clubes, nosotros aspiramos a dirigir los partidos y torneos más importantes”, compara Altobelli, que también dirige a nivel UAR.

“Nadie nos obliga a ser referees; lo elegimos porque amamos este deporte. Pero evitemos que el rugby se futbolice en las tribunas”, pide Calcagni.

“Cuando te mandan a dirigir afuera, hacés muchos amigos que no hubieras conocido de no ser por el arbitraje. De otros países, inclusive”, agrega Del Barco, quien dirigió en Inglaterra el año pasado, por el intercambio entre la URT y la London Society of Rugby Referees. Este año, el que viajará será Altobelli.

“Así como entre los jugadores se hacen amigos y comparten asados, los árbitros también lo hacemos. Y por supuesto, también tenemos nuestro grupo de Whatsapp”, completa Pascual, con risa cómplice.

¿Cuánto dura el curso? Un año. La primera mitad es teórica y la segunda es teórico-práctica.

¿Cuándo se dicta? La teoría se enseña los lunes por la noche en la URT (Lisandro Carrizo 888) y los miércoles por la noche para la escuela del Sur. Además, martes y jueves tienen una rutina de preparación física con el profesor Marcos Roberts.

¿Cuándo se empieza a dirigir? En la segunda mitad del curso se dirigen partidos de infantiles. Llegar a dirigir en Primera generalmente toma cuatro años

¿Pueden presentarse mujeres? Sí. De hecho, se alienta el referato femenino.

¿Se cobra por dirigir? No, los árbitros son amateurs. Lo único que perciben es un pequeño monto por partido para gastos de movilidad.

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