30 Junio 2015
SE QUEDA. Rodríguez renovó vínculo con Atlético, cuando parecía que no. la gaceta / fotos de jorge olmos sgrosso
Si bien el semáforo se puso en verde ayer, la mayoría de los clubes de la B Nacional hace rato que largaron su carrera en pos de sumar incorporaciones en este invierno sin parate y con acción plena hasta diciembre.
Los refuerzos son todo un tema y en algunos casos una necesidad. El dilema, claro está, es el material con el que hay a disposición. Y otra no menos importante es que las instituciones no pueden sumar a voluntad, apenas dos fichajes están permitidos. Ahí radica el primer gran problema que se le presentará a Atlético, se supone.
En el “decano” la idea era ir por un centrodelantero, un goleador de raza, y un volante central que pelee la titularidad con Franco Quiroga y Pablo Garnier. ¿Pero no es necesario reforzar otro sector? Sí. El punto de débil hoy de Atlético, por cantidad de material humano, es el lateral izquierdo. El equipo apenas cuenta con un zurdo de raza, Pablo Cáceres. El otro, Fernando Evangelista, fue operado del tobillo y tiene para varios meses de recuperación.
En la reunión de hoy que mantendrá parte de la mesa chica de negociadores con el cuerpo técnico encabezado por Juan Manuel Azconzábal se sabrá hacia dónde apuntarán sus energías quienes intenten contratar nuevas caras.
Un hecho es que no existen prioridades, sí condiciones. No se traerá al bulto, se intentará cazar lo mejor sin ser timados en el camino. ¿Qué quiere decir esto? Que Atlético tampoco pagará fortunas por espejitos de colores ni se mostrará desesperado en las negociaciones con los representantes de los futbolistas. No sobra dinero.
No hay lista negra
Un aspecto al que le pondrán énfasis en el José Fierro es a erradicar el temor de que se pasará la escoba por el grupo. Por obvias razones hoy es imposible limpiar jugadores. Tampoco es la intención.
Es más, desde las oficinas centrales “albiceleste” aseguran tajantemente: “no se irá nadie, todos son importantes”. Esa afirmación, de hecho, tendrá su efecto rebote. No faltará el jugador que pida irse. Habrá que ver si lo dejan. Si conviene, seguro que sí.
Volviendo a los sectores a cubrir, la renovación de contrato de Luis Rodríguez sonó como al arribo del primero de los tres refuerzos, algo que sólo Atlético puede sumar en este mercado de pases. O sea, puede que tomando como referencia el buen andar de los delanteros el domingo pasado en el 3-1 contra Boca Unidos, el puesto de artillero ya no sea de máxima prioridad. Si el cónclave de hoy hubiese sido la semana pasada, no cabían dudas de que la exigencia por un nueve era de alerta roja.
Donde sobran nombres pero no convencimiento es en el medio. Salvo Quiroga y Garnier, Miguel Julio, David Valdez y Sebastián Longo no lograron afianzarse. Traer un “aduanero” sí, parece, será cuestión de estado.
Los refuerzos son todo un tema y en algunos casos una necesidad. El dilema, claro está, es el material con el que hay a disposición. Y otra no menos importante es que las instituciones no pueden sumar a voluntad, apenas dos fichajes están permitidos. Ahí radica el primer gran problema que se le presentará a Atlético, se supone.
En el “decano” la idea era ir por un centrodelantero, un goleador de raza, y un volante central que pelee la titularidad con Franco Quiroga y Pablo Garnier. ¿Pero no es necesario reforzar otro sector? Sí. El punto de débil hoy de Atlético, por cantidad de material humano, es el lateral izquierdo. El equipo apenas cuenta con un zurdo de raza, Pablo Cáceres. El otro, Fernando Evangelista, fue operado del tobillo y tiene para varios meses de recuperación.
En la reunión de hoy que mantendrá parte de la mesa chica de negociadores con el cuerpo técnico encabezado por Juan Manuel Azconzábal se sabrá hacia dónde apuntarán sus energías quienes intenten contratar nuevas caras.
Un hecho es que no existen prioridades, sí condiciones. No se traerá al bulto, se intentará cazar lo mejor sin ser timados en el camino. ¿Qué quiere decir esto? Que Atlético tampoco pagará fortunas por espejitos de colores ni se mostrará desesperado en las negociaciones con los representantes de los futbolistas. No sobra dinero.
No hay lista negra
Un aspecto al que le pondrán énfasis en el José Fierro es a erradicar el temor de que se pasará la escoba por el grupo. Por obvias razones hoy es imposible limpiar jugadores. Tampoco es la intención.
Es más, desde las oficinas centrales “albiceleste” aseguran tajantemente: “no se irá nadie, todos son importantes”. Esa afirmación, de hecho, tendrá su efecto rebote. No faltará el jugador que pida irse. Habrá que ver si lo dejan. Si conviene, seguro que sí.
Volviendo a los sectores a cubrir, la renovación de contrato de Luis Rodríguez sonó como al arribo del primero de los tres refuerzos, algo que sólo Atlético puede sumar en este mercado de pases. O sea, puede que tomando como referencia el buen andar de los delanteros el domingo pasado en el 3-1 contra Boca Unidos, el puesto de artillero ya no sea de máxima prioridad. Si el cónclave de hoy hubiese sido la semana pasada, no cabían dudas de que la exigencia por un nueve era de alerta roja.
Donde sobran nombres pero no convencimiento es en el medio. Salvo Quiroga y Garnier, Miguel Julio, David Valdez y Sebastián Longo no lograron afianzarse. Traer un “aduanero” sí, parece, será cuestión de estado.
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