Robaron en tres casas de Las Talitas, Yerba Buena y capital

Robaron en tres casas de Las Talitas, Yerba Buena y capital

Los ladrones se llevaron joyas, grandes sumas de dinero, electrodomésticos y un auto Una de las víctimas es un oficial del Sistema de Emergencias 911. Investigaba un robo cuando entraron a su casa

PREOCUPADO. Cuando Adrián Palina llegó a su casa encontró el portón y la puerta de acceso barreteados. la gaceta / foto de hector peralta PREOCUPADO. Cuando Adrián Palina llegó a su casa encontró el portón y la puerta de acceso barreteados. la gaceta / foto de hector peralta
30 Junio 2015
Fueron tres robos en menos de 10 días. Uno, en Las Talitas; otro, en Yerba Buena; y el tercero, en la capital. Lo que tienen en común es que, en todos los casos, los delincuentes ingresaron en las casas y se llevaron cuanto quisieron. Ni siquiera un oficial de la Policía se salvó.

Cinco hombres armados entraron a una casa de Yerba Buena el sábado a la noche, pasadas las 22. Las víctimas, un matrimonio y su hijo que en ese momento estaban en la vivienda de calle Frías Silva esquina Guyanas, fueron encañonadas por los ladrones. Según consta en la denuncia policial, los delincuentes se llevaron joyas, dinero en efectivo (no se precisó el monto exacto), teléfonos celulares y computadoras. Como el botín era cuantioso, los ladrones decidieron cargarlo en el auto de las víctimas y huir en ese vehículo.

En cuanto recibió la denuncia, la Policía comenzó a buscar el auto, un Fiat Palio Adventure, que más tarde sería hallado en calle Muñecas al 1.600, donde lo abandonaron. En esa tarea se encontraba el domingo Adrián Palina, un oficial del Sistema de Emergencia 911, cuando recibió el llamado de su esposa. La mujer le comunicaba que a su casa también habían entrado ladrones.

Rejas barreteadas

Palina había salido temprano de su casa, el domingo a la mañana, para trabajar en la búsqueda del Palio. Su esposa también salió, junto a su hijo bebé, para visitar a sus padres en Villa Carmela. Cuando regresó a la vivienda del barrio Telefónico, situada a dos cuadras de la avenida América al 1.800, advirtió que habían sido víctimas de un robo. Eran las 16.15 cuando le sonó el teléfono a su esposo y abandonó todo para regresar.

Según relató el oficial, los delincuentes habían barreteado dos rejas: la del portón de entrada y la que protege a la puerta principal. “Se llevaron un LCD, microondas, una play station, dos home theatres y ropa”, enumeró Palina. Entre las prendas de vestir que faltaban en la casa estaba un uniforme de la Policía. “Supongo que en algún vehículo se llevaron todo”, estimó.

Palina pidió colaboración a sus compañeros en ese momento. Varios motoristas salieron a buscar a los ladrones pero no los encontraron. “Recuperar las cosas ya no me importa, lo material de a poco lo vamos a conseguir. Pero agradezco que no estaba mi esposa”, expresó Palina, quien está convencido de que los delincuentes sabían que él no estaba en la casa. “Que yo sea policía no significa que no vayan a entrar”, concluyó el oficial del 911.

Un botín valioso


Anteriormente, dos sábados atrás, otra familia había vivido una situación similar. Fue en el barrio 95 Viviendas de Las Talitas, situado a la altura del kilómetro 8,5 de la ruta 305. En una de esas casas viven Ernesto Nieva y su familia, quienes perdieron todo lo que tenían de valor.

La tarde del robo, Ernesto había estado viendo el partido de Argentina contra Jamaica por la Copa América. Cuando empezó el segundo tiempo, a las 19.30, salió para llevar a su empleada al centro. Al regresar, alrededor de las 22, se encontró con las rejas y una puerta reventadas.

Antes de entrar, Nieva advirtió que su televisor LED 42” estaba sobre una de las medianeras, mientras que una campera de cuero suya colgaba de otra de las tapias. Adentro, todo estaba revuelto. “Era un desastre”, recordó el hombre.

Entre las cosas que se llevaron los delincuentes hay una notebook, joyas antiguas que había heredado de sus abuelos y que estaban valuadas en 15.000 dólares aproximadamente, además de $ 40.000 en efectivo que pertenecían a la empresa de seguros para la que trabaja Nieva.

“Debe ser el quinto robo grande que hay en el barrio”, denunció el hombre.

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