Postergan el inicio de la Fiesta de la feria de Simoca

Postergan el inicio de la Fiesta de la feria de Simoca

La historia vuelve a repetirse. El año pasado, al finalizar junio, los rumores de que no se iba a hacer la Fiesta Nacional de la Feria de Simoca, que se desarrolla durante todos los sábados de julio, comenzaron a tomar cuerpo y generaron incertidumbre en cientos de simoqueños, cuya economía familiar depende de este prestigioso encuentro popular. Este año, se postergará nuevamente su comienzo por la misma razón: falta de fondos.

El intendente dijo que son pocos los recursos con que cuentan para hacer frente a esta nueva edición. “A pesar de los pedidos hechos la Provincia, no hemos conseguido el compromiso de recibir las ayudas que nos posibiliten darle el brillo necesario a este encuentro”, dijo. Señaló que en 2014, el Poder Ejecutivo le otorgó un subsidio de $300.000 que les permitió cubrir solo una parte de la organización que incluye amplificación sonora, personal de seguridad, el cachet de los artistas, entre otras cosas. Señaló que la fiesta no se autofinancia por que no se cobrar entrada y se trata de conservar esa modalidad del acceso libre, que es lo que la diferencia de los tradicionales festivales folclóricos.

El funcionario dijo que en 2014 pasaron por la Fiesta más de 70.000 personas y que contaron con destacados folcloristas nacionales, y que la participación de Soledad fue subvencionada por el secretario de Obras Públicas de la Nación. “Afortunadamente, hay muchos folcloristas que están dispuestos a actuar gratis. Y todo para ayudar a que la fiesta no desaparezca”, manifestó a nuestro diario.

En la fiesta, los visitantes pueden disfrutar de manjares gastronómicos; se comercializan artesanías en cuero, madera, hueso, plata, tejidos, animales vivos; se pueden saborear empanadas, humitas, tamales, asado, chorizos, así como el pastel de novia o el codiciado “queso i’chancho”. La Feria de Simoca es una de las más antiguas en la provincia. Para darle mayor jerarquía durante la época turística, el 25 de julio de 1981, se creó el Festival de la Feria, denominado “Cuna de la tradición”, cuyo nombre fue reemplazado luego por el de Fiesta Nacional de la Feria.

Otro de sus aspectos positivos es que la mayor parte de la cartelera artística está integrada por tucumanos que pueden mostrar su arte y hacerse conocer. No se trata, por cierto, de que actúen gratis, más allá de que sea un gesto valorable que algunos hayan ofrecido no cobrar su cachet, con tal de que se hagan los encuentros.

No se entiende que una de las fiestas más importantes de la provincia, que concita anualmente a una gran cantidad de turistas del país y del exterior, viva momentos de zozobra en su realización porque el jefe municipal es de un signo contrario al Gobierno o porque estemos en tiempos preelectorales. Su realización debe estar por encima de apetencias políticas o personales, más aún cuando la fiesta es, desde hace años, un medio de vida para productores agrícolas y feriantes. El Ente de Turismo debería tenerla incluida no solo en su calendario, sino contar con una previsión presupuestaria para colaborar en su organización. “La noche en sus ojos, la miel en su boca: te traigo una copla del cañaveral: de la luna que alumbra en Simoca, cuando se le antoja de noche alumbrar. Yo le hablo a mi rancho, a los cañaverales. ¡Ojalita que ella pudiera escuchar! Cuando salga la luna en Simoca, con poquita cosa se ha de conformar”, dice la famosa zamba del Chango Rodríguez.

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