Equidad en los impuestos

Equidad en los impuestos

Contundente opinión del fiscal José Posse.

EL BANCO DE SAN JUAN. Uno de los billetes que emitía la sucursal Tucumán, que funcionó entre 1872 y 1878.  la gaceta / archivo EL BANCO DE SAN JUAN. Uno de los billetes que emitía la sucursal Tucumán, que funcionó entre 1872 y 1878. la gaceta / archivo
En los tiempos previos a la circulación de la moneda nacional, se instalaron en las provincias bancos que emitían moneda. En Tucumán, tuvo importancia especial, entre 1872 y 1878, la sucursal del Banco de San Juan, cuyos billetes inyectaron liquidez en la plaza. Sucedió que, en 1878, el gerente John Fourcaud, pidió al Gobierno que lo liberase de los impuestos provinciales, y estableciera para la casa una “patente fija y moderada como impuesto único”. Girada la solicitud al fiscal don José Posse, este opinó enérgicamente que el pedido debía denegarse. Posse expresaba que la ley era justa, “porque descansa sobre el mismo principio de equidad de todos los impuestos, y no deben hacerse excepciones que perturben el equilibrio, porque son odiosos los privilegios, y contraria a toda buena administración la desigualdad de las cargas públicas. Lo que se ha legislado está bien hecho, y debe conservarse respetando la justicia distributiva que contienen nuestros impuestos”.

Fourcaud alegaba el déficit de la sucursal (que ese año se liquidaría). Para Posse, “si las pérdidas de las casas industriales se aceptasen como razón de rebaja, eso mismo se haría valer por todos los contribuyentes, de suerte que la estabilidad de las leyes dependería de accidentes y circunstancias que harían siempre incierta su existencia, e imposible la administración”.

A su criterio, “el Estado no tiene por qué ni para qué, intervenir en las pérdidas o ganancias de las casas patentadas. El impuesto parte de una regla fija: se cobra, y los accidentes favorables o adversos entran, para el patentado, entre las vicisitudes de la fortuna humana”.

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