23 Junio 2015
“Desde que comenzaron las mediciones, en 1880, se pudo saber que la temperatura terrestre subió un grado”, señala el climatólogo Juan Minetti, director del Laboratorio Climatológico Sudamericano. El tema del cambio climático o del calentamiento global ha llegado a un punto de definiciones que atraviesa la política. Las cifras dicen una cosa, pero de un lado y del otro del mostrador, se pelean por quitarle o aumentarle dramatismo a la cuestión.
Lo cierto es que la temperatura media está aumentando. Lo vemos en la respuesta de la naturaleza, que cada vez es más virulenta y extrema. “Hemos estado registrando en la región valores extremos en temperatura y precipitaciones que están relacionados con el calentamiento global. Sobre todo desde los años 80 para aquí”. Una de las principales causas a las que se apunta es a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Pero, según Minetti estos han influido en los últimos 100 años en el 25% del calentamiento. “El 75% restante se le atribuye a la irradiancia solar y a la actividad volcánica”, dice el doctor en Meteorología.
Claro que la mayor radiación solar está relacionada con el deterioro de la capa de ozono. Este efecto invernadero, a su vez, no es mala palabra. Al contrario, es lo que permite que haya prosperado la vida en la tierra porque la atmósfera ha contenido la temperatura para que el planeta sea habitable. El problema radica en los cambios bruscos que impiden la adaptación y modifica ecosistemas. Varios estudios señalan que no es una novedad que el clima cambie (pensemos en la glaciación que terminó hace 10.000 años), pero la velocidad hace que las consecuencias sean dramáticas, en especial para quienes ven cómo sus condiciones de vida empeoran con las inundaciones, las enfermedades transmitidas por vectores, la aniquilación de los cultivos.
Cambios sin precedentes
“El calentamiento es inequívoco y desde la década de 1950, muchos de los cambios observados no tienen precedentes en milenios anteriores. La atmósfera y el océano se han calentado, la cantidad de nieve y el hielo han disminuido, y el nivel del mar se ha elevado”, señala una parte del informe de 2014 del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPPC, por sus siglas en inglés).
Los gases de efecto invernadero se han incrementado desde la era pre industrial y son más altos que nunca, señala otra parte. Esto ha llevado a concentraciones de dióxido de carbono, metano y nitrógeno en la atmósfera sin precedentes en los últimos 800.000 años.
Sus efectos, junto con otras variables antropogénicas, han sido las causantes del calentamiento registrado durante el siglo 20. La alta concentración de dióxido de carbono incrementa el fenómeno de acidificación de los océanos, o sea la diminución del PH. Esto pone en peligro el biodiversidad marítima, especialmente a los corales, moluscos y crustáceos.
La lucha por el agua
Cada vez hay más investigaciones en las que se enfatiza que las guerras de los próximo años serán por el agua. “Yo le diría que sí, el agua va a ser clave en el desarrollo del futuro”, asiente Minetti, en su charla con LA GACETA. Pero no hay que esperar, la sequía ya está causando estragos en América. “La cordillera superior, a la altura de Chile, ya lleva 68 años de sequía. En esta última década se produjeron períodos de sequía extrema. Una fue en 2008 en EEUU, pero la burbuja financiera tapó este problema, mientras que Paraguay, Argentina y Uruguay perdieron el 30% de la producción ese año. En 2012 se dio una segunda sequía en EEUU”. California fue una de las regiones más perjudicadas, tanto que el gobernador, Jerry Brown, proclamó que se trataba de una “una nueva era” y ordenó que se redujera drásticamente el consumo domiciliario con la amenaza de multas.
“Se habla del uso de agua subterráneas y de que estamos montados sobre un océano, pero eso no es cierto. No se habla de la minería porque toca intereses políticos y económicos fuertes”, opina Minetti.
En la actualidad, cerca de 1.200 millones de personas- casi una quinta parte de la población mundial- viven en áreas de escasez física de agua, mientras que 500 millones se aproximan a esta situación. Se estima que en el año 2080 unos 3.000 millones de personas sufrirán escasez de agua; entre los afectados se encuentra Sudamérica. Los cambios en el ambiente nos ponen de frente a problemas para los que se nos exige un cambio de hábitos.
Curso sobre cambio climático
Entre el lunes 29 de junio y el viernes 3 de julio se llevará a cabo el curso “Variabilidad y cambio climático” en el Laboratorio Climatológico Sudamericano. Estará a cargo del doctor en Ciencias Meteorológicas Juan Minetti y del ingeniero agrónomo Mauricio Costa. Hay cupo para 25 personas y se requieren conocimientos previos en meteorología y climatología. Las inscripciones se harán hasta este viernes.
Lo cierto es que la temperatura media está aumentando. Lo vemos en la respuesta de la naturaleza, que cada vez es más virulenta y extrema. “Hemos estado registrando en la región valores extremos en temperatura y precipitaciones que están relacionados con el calentamiento global. Sobre todo desde los años 80 para aquí”. Una de las principales causas a las que se apunta es a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Pero, según Minetti estos han influido en los últimos 100 años en el 25% del calentamiento. “El 75% restante se le atribuye a la irradiancia solar y a la actividad volcánica”, dice el doctor en Meteorología.
Claro que la mayor radiación solar está relacionada con el deterioro de la capa de ozono. Este efecto invernadero, a su vez, no es mala palabra. Al contrario, es lo que permite que haya prosperado la vida en la tierra porque la atmósfera ha contenido la temperatura para que el planeta sea habitable. El problema radica en los cambios bruscos que impiden la adaptación y modifica ecosistemas. Varios estudios señalan que no es una novedad que el clima cambie (pensemos en la glaciación que terminó hace 10.000 años), pero la velocidad hace que las consecuencias sean dramáticas, en especial para quienes ven cómo sus condiciones de vida empeoran con las inundaciones, las enfermedades transmitidas por vectores, la aniquilación de los cultivos.
Cambios sin precedentes
“El calentamiento es inequívoco y desde la década de 1950, muchos de los cambios observados no tienen precedentes en milenios anteriores. La atmósfera y el océano se han calentado, la cantidad de nieve y el hielo han disminuido, y el nivel del mar se ha elevado”, señala una parte del informe de 2014 del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPPC, por sus siglas en inglés).
Los gases de efecto invernadero se han incrementado desde la era pre industrial y son más altos que nunca, señala otra parte. Esto ha llevado a concentraciones de dióxido de carbono, metano y nitrógeno en la atmósfera sin precedentes en los últimos 800.000 años.
Sus efectos, junto con otras variables antropogénicas, han sido las causantes del calentamiento registrado durante el siglo 20. La alta concentración de dióxido de carbono incrementa el fenómeno de acidificación de los océanos, o sea la diminución del PH. Esto pone en peligro el biodiversidad marítima, especialmente a los corales, moluscos y crustáceos.
La lucha por el agua
Cada vez hay más investigaciones en las que se enfatiza que las guerras de los próximo años serán por el agua. “Yo le diría que sí, el agua va a ser clave en el desarrollo del futuro”, asiente Minetti, en su charla con LA GACETA. Pero no hay que esperar, la sequía ya está causando estragos en América. “La cordillera superior, a la altura de Chile, ya lleva 68 años de sequía. En esta última década se produjeron períodos de sequía extrema. Una fue en 2008 en EEUU, pero la burbuja financiera tapó este problema, mientras que Paraguay, Argentina y Uruguay perdieron el 30% de la producción ese año. En 2012 se dio una segunda sequía en EEUU”. California fue una de las regiones más perjudicadas, tanto que el gobernador, Jerry Brown, proclamó que se trataba de una “una nueva era” y ordenó que se redujera drásticamente el consumo domiciliario con la amenaza de multas.
“Se habla del uso de agua subterráneas y de que estamos montados sobre un océano, pero eso no es cierto. No se habla de la minería porque toca intereses políticos y económicos fuertes”, opina Minetti.
En la actualidad, cerca de 1.200 millones de personas- casi una quinta parte de la población mundial- viven en áreas de escasez física de agua, mientras que 500 millones se aproximan a esta situación. Se estima que en el año 2080 unos 3.000 millones de personas sufrirán escasez de agua; entre los afectados se encuentra Sudamérica. Los cambios en el ambiente nos ponen de frente a problemas para los que se nos exige un cambio de hábitos.
Curso sobre cambio climático
Entre el lunes 29 de junio y el viernes 3 de julio se llevará a cabo el curso “Variabilidad y cambio climático” en el Laboratorio Climatológico Sudamericano. Estará a cargo del doctor en Ciencias Meteorológicas Juan Minetti y del ingeniero agrónomo Mauricio Costa. Hay cupo para 25 personas y se requieren conocimientos previos en meteorología y climatología. Las inscripciones se harán hasta este viernes.
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