Las confesiones de los nuevos tecno-papás

Las confesiones de los nuevos tecno-papás

Aseguran que gracias a la tecnología pasan más tiempo con sus hijos de lo que sus padres pasaban con ellos. Una relación más horizontal.

DE IGUAL A IGUAL. Esteban Mulki y Mauro pasan largos ratos jugando partidos de fútbol en la Playstation. la gaceta / fotos de inés quinteros orio DE IGUAL A IGUAL. Esteban Mulki y Mauro pasan largos ratos jugando partidos de fútbol en la Playstation. la gaceta / fotos de inés quinteros orio
“Lo que me gusta de mi papá es que es re inteligente”. Rocío (7 años) habla despacito. Muy cerca de ella, Alejandro Jatib, un padre paciente y dedicado, alista el televisor, la cámara y la Playstation. Y se larga el juego. Brazos para un lado, piernas que se mueven rápidamente. Están concentrados mientras dura la música. Después vienen las risas y el abrazo final. “Lo logramos”, dice ella, de pelito castaño, cara finita y ojazos marrones. Hay romance en esta relación. Salta a la vista cuando bailan juntos para vencer a algún contrincante en red, en el juego de jazz dance.

Alejandro (39 años, ingeniero en sistemas) nunca se había imaginado bailando frente a la Play. Mucho menos canciones de chicas. Pero ahora lo hace feliz. Aprovecha su pasión, la tecnología, para relacionarse con su hija y pasar más tiempo con ella. También baja programas en la compu para enseñarle a hablar inglés de una forma didáctica y le regaló un celular con el cual ella le manda mensajes de WhatsApp todos los días. En los chats, nunca falta un “te quiero mucho”.

Mauro era muy pequeño cuando empezó a mostrar interés por todo lo que tuviera pantalla. Era como que estaba predestinado a interactuar con todos los aparatos tecnológicos. A cada rato, se abalanzaba sobre su papá, Esteban Mulki (37) para pedirle el teléfono o la tablet. Entonces, el padre no dudaba en sentarse con él y pasar largos ratos buscando juegos, videos y aplicaciones para niños.



A los tres años, el regalo para Mauro fue la Playstation. “Me dijo que la compraba para el nene, pero en realidad era más para él”, acota Gabriela Bulacio, esposa de Esteban. Desde entonces, ya hace cuatro años que el comedor de la casa se transforma cada día en el lugar ideal donde padre e hijo comparten juegos, risas y largas conversaciones. Pulsan los joysticks y se arman electrizantes partidos de fúlbol. “Mi papá no cocinará bien, pero es súper divertido”, describe el niño, que ahora tiene siete años.

“Al principio tenía que ponerme a la altura de él y dejarme ganar. Pero ahora juego de igual a igual y la mayoría de las veces pierdo. Lo disfruto mucho. Es uno de los mejores momentos del día”, cuenta Esteban, que es licenciado en Administración de Empresas, docente universitario y dueño de un estudio de diseño.

Las de Alejandro y Esteban no son historias aisladas. Ellos, profesionales de treinta y pico, crecieron en la época de las primeras computadoras y de los Atari. Fanáticos de juegos y gadgets, encontraron en la tecnología un punto en común con sus hijos. Son los padres tecno.

Resultados

La tecnología se incorpora como un elemento central en el vínculo y esto tiene una serie de beneficios, según lo han demostrado algunos estudios.

Uno de ellos es una encuesta realizada por la consultora Answers Research. El estudio se llama “Confesiones de un tecno-papá” y ha revelado que la gran mayoría de los papás (el 71%) considera que gracias a la tecnología dedica más tiempo a realizar actividades con sus hijos de lo que sus padres lo hacían con ellos.

Los papás ven de suma importancia el conocer y utilizar los distintos dispositivos para llevarse bien con los chicos y adolescentes. Y les emociona más disfrutar de juegos digitales con sus chicos que enseñarles a usar herramientas tradicionales.

Además de jugar a la Play, chatear por Facebook, miran juntos videos en You Tube y buscan aplicaciones e información para tareas escolares. Opinan que sus hijos disfrutan de un padre que conoce sobre tecnología. Eso les da gusto y los hace sentir orgullosos. También valoran la capacidad de crear un hogar al que los amigos de sus chicos les encanta ir a jugar.

Influencia

Los expertos remarcan que la influencia de la tecnología en la dinámica familiar es notable. Y que las relaciones se vuelven más horizontales. Alejandro y Esteban están de acuerdo en esos puntos. Ambos cuentan que a su papá casi no lo veían. “Lo quiero mucho a mi papá y tengo una relación bárbara con él. Pero lo que veo ahora es que paso mucho más tiempo con mi hijo, hablo con él, juego, lo disfruto” , resalta Mulki. Y añade que eso no significa para nada que sea un padre que pone menos límites.

“Los primeros meses de Rocío mi esposa trabajaba afuera y yo, que tengo mi oficina en casa, me encargaba de ella todo el tiempo. Se crió en mis brazos, frente a una computadora”, recuerda Alejandro, que también es papá de Máximo, de tres años. Con el pequeño también están empezando a disfrutar de todos los artículos tecnológicos de la casa.

Les hacen hacer la tarea, planean salidas con ellos (sin mamá), ven películas en el cine y aman jugar juntos a los videojuegos.

Estos papás tecno muchas veces se llevan los retos de sus esposas, porque gastan demasiado en tecnología. Claro que ellos siempre tienen una buena excusa: “mirá qué bien la pasamos con los chicos”.

Chau a la relación asimétrica

 “Es la primera vez que los chicos tienen tanto conocimiento sobre algo que los adultos manejan en la vida cotidiana. La relación entre nativos digitales y padres a través de la tecnología hace que se revierta una situación que siempre fue asimétrica entre adultos y chicos. Ahora hay incluso terrenos en el que los chicos tienen mayor habilidad que los adultos”, analiza Manuel Sosa, docente y experto en Tecnologías de la Información y la Comunicación. No obstante, el experto sostiene: “la tecnología por sí sola no puede resolver los problemas de comunicación que tengan padres e hijos. Lo que hace la tecnología, en todo caso, es reflejar esos problemas”. 

Padres 2.0: una oportunidad única para ganar la confianza de los hijos

“Los niños han cambiado su forma de jugar y hoy en día juegan con la tablet de sus padres...o con la propia. Detectamos que muchos padres mostraban un rechazo a acercarse a la tecnología y, con la excusa de su desconocimiento, se desvinculaban de sus hijos y de su responsabilidad de protegerlos también en este ámbito. Por eso nace nuestra ONG”, así se presentan los expertos de la página web Padres 2.0, uno de los sitios más visitados por progenitores en el mundo. El sitio tiene una cuenta en Twitter llamada “La niña de la tablet”. Es la línea de ayuda para atender cualquier problema relacionado con el uso de las nuevas tecnologías.

“Hoy es normal ver a los menores absortos con sus teléfonos móviles o en los de sus padres. No hay que prohibir el uso de la tecnología o de internet porque tiene un doble efecto pernicioso: por una parte, los hijos serán educados en las nuevas tecnologías por otros; por otra, están perdiendo una magnífica oportunidad de conectar con la realidad diaria de sus hijos: con sus gustos, con sus inquietudes en el momento que más lo necesitan. Están desperdiciando una oportunidad única para ganar su confianza”, señaló Albert Gimeno, presidente de la ONG, en una entrevista que le realizó el sitio web safechildrenguardian.com

El perfil


- El 71 % de los tecno-papás dice que pasa más tiempo realizando actividades con sus hijos de lo que sus padres pasaron con ellos.

- Al 82% le gusta la música.

- Al 65% le gustan las actividades al aire libre.

- Al 79% le gusta arreglar cosas en la casa.

- Al 78% le gustan los videojuegos.

- El 77% disfruta de ver o hacer deportes.

- El 70% dice que sus hijos piensan que ellos son “cool” precisamente porque son conocedores de la tecnología.

- El 75% se siente orgulloso de su capacidad de crear un hogar donde a los amigos de sus hijos les encanta ir a jugar.

- Al 72% les emociona más enseñar a sus hijos cómo usar las herramientas tecnológicas que las herramientas tradicionales como el martillo.

- El 86% siente que son niños de espíritu.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios