16 Junio 2015
FICUS MEMORABLE. Este ejemplar fue obsequiado por el presidente Julio Argentino Roca a la familia Nougués. la gaceta / fotos de inés quinteros orio
Señoriales jardines de una elite tucumana de fines del siglo XVIII y principios del XIX todavía se conservan como patrimonio vivo y palpitante de Tucumán. Quien pone un pie en los jardines del campus de la Universidad San Pablo T se reencuentra con un pasado glamoroso. Disfruta del verde intenso, de las caprichosas formas que han dado los años a árboles centenarios que acompañaron la historia de la familia de Juan F. Nougués, a quien pertenecieron esas tierras. El aire del piedemonte limpia los pulmones y alienta a seguir caminando por por un circuito que lleva a recorrer alrededor de 120 ejemplares de 67 especies de gran belleza.
Estas 10 hectáreas de jardines diseñados por el distinguido arquitecto Carlos Thays, el mismo que realizó el parque 9 de Julio en ocasión del primer centenario de Tucumán, son candidatas a convertirse en el tercer jardín botánico de Tucumán (ver “otros lugares”). La Universidad San Pablo T los incluyó en un programa integral de revalorización del parque del campus, que incluye la posibilidad de transformar el sitio en circuito educativo y turístico.
La ingeniera agrónoma Marcela Colombo, tiene a su cargo el proyecto de revalorización del parque del Campus de la USP-T desde lo ambiental, educativo y recreacional, con especial énfasis en la inclusión de personas con capacidades especiales. Se hará caminería acorde. Además el año pasado se pidió a la Red Argentina de Jardines Botánicos (RAJB), la incorporación del predio a la red de jardines botánicos.
“El jardín del campus tiene todas las características para ser considerado un jardín botánico de excelencia”, confía la docente. Hasta ahora el predio es visitado semanalmente por alumnos de las carreras de Ciencias Naturales y de Agronomía de la UNT. Pero existe el propósito de abrirlo a toda la comunidad, en especial a los jóvenes y a los turistas, para que conozcan el patrimonio natural de Tucumán. Se contará con visitas guiadas y con un circuito para conocer todas las especies, que ya están catalogadas, aunque todavía faltan muchas porque la riqueza del parque es muy grande, explica Marcela Colombo.
Apenas uno entra al jardín se encuentra con un enorme ficus con más de 6.600 metros cuadrados de circunsferencia. Es un ejemplar único. “Fue obsequiado por el general Julio Argentino Roca a su gran amigo Luis F. Nougués, en una de sus visitas a este lugar. En realidad, había sido un obsequio de la Reina Victoria de Inglaterra al presidente Roca, quien a su vez se lo regaló a Nougués. La donación real incluyó tres ejemplares de este árbol; de los otros dos, uno está en La Recoleta y otro en plaza Lavalle, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, cuenta la experta.
No es la única historia que se conoce de este “paraíso”. El historiador Carlos Páez de la Torre (h) reproduce una carta del general Roca, dirigida al ingeniero Nougués, con fecha el 10 de agosto de 1909, desde Buenos Aires (LA GACETA, 11/7/2014). “Como sé que es usted muy aficionado a las plantas, le he remitido ayer, para el parque de San Pablo, unas palmeras reales (‘arcodoxas regias’) hijas de una que tengo en casa, la única tal vez del país tan grande y que dé semillas”.
Son justamente las palmeras las especies que se destacan por su belleza y porte en el jardín del campus San Pablo T. A poco de andar la vista se eleva sobre dos altísimas palmeras centenarias (Phoenix canariensis) de más de 60 metros. Hay otro agrupamiento de palmeras y otro de lapachos. Es un arboreto dedicado primordialmente a árboles y plantas leñosas, que además contiene árboles frutales y plantas.
Cada ejemplar está identificado con un cartel, que contiene un código QR para su uso con el celular. La aplicación remite directamente a una página web con las características de cada especie del jardín. También se confeccionó material didáctico motivador y de reflexión de aspectos ambientales, destinado a alumnos universitarios, del nivel secundario y turistas.
Mientras uno camina varias sorpresas le salen al paso. Por ejemplo, una suerte de piletón con unas pequeñas escaleras para bajar y sentarse en largos asientos. Solía ser el lugar donde las damas y niñas de la época se refrescaban durante los tórridos veranos, mientras el agua cristalina de una acequia le pasaba por los pies. Un ligustro (Ligustrum lucidum) o siempreverde de más de 50 metros de lo alto, que todavía sigue en pie, las protegía del sol como un paraguas gigante.
A su alrededor la capilla del ingenio en honor a Nuestra Señora del Carmen, el edificio de estilo neoclásico que fue la casa de Luis F. Nougués y ahora es sede del Rectorado, y otras tantas construcciones conforman un complejo patrimonial que todo tucumano debería conocer.
Estas 10 hectáreas de jardines diseñados por el distinguido arquitecto Carlos Thays, el mismo que realizó el parque 9 de Julio en ocasión del primer centenario de Tucumán, son candidatas a convertirse en el tercer jardín botánico de Tucumán (ver “otros lugares”). La Universidad San Pablo T los incluyó en un programa integral de revalorización del parque del campus, que incluye la posibilidad de transformar el sitio en circuito educativo y turístico.
La ingeniera agrónoma Marcela Colombo, tiene a su cargo el proyecto de revalorización del parque del Campus de la USP-T desde lo ambiental, educativo y recreacional, con especial énfasis en la inclusión de personas con capacidades especiales. Se hará caminería acorde. Además el año pasado se pidió a la Red Argentina de Jardines Botánicos (RAJB), la incorporación del predio a la red de jardines botánicos.
“El jardín del campus tiene todas las características para ser considerado un jardín botánico de excelencia”, confía la docente. Hasta ahora el predio es visitado semanalmente por alumnos de las carreras de Ciencias Naturales y de Agronomía de la UNT. Pero existe el propósito de abrirlo a toda la comunidad, en especial a los jóvenes y a los turistas, para que conozcan el patrimonio natural de Tucumán. Se contará con visitas guiadas y con un circuito para conocer todas las especies, que ya están catalogadas, aunque todavía faltan muchas porque la riqueza del parque es muy grande, explica Marcela Colombo.
Apenas uno entra al jardín se encuentra con un enorme ficus con más de 6.600 metros cuadrados de circunsferencia. Es un ejemplar único. “Fue obsequiado por el general Julio Argentino Roca a su gran amigo Luis F. Nougués, en una de sus visitas a este lugar. En realidad, había sido un obsequio de la Reina Victoria de Inglaterra al presidente Roca, quien a su vez se lo regaló a Nougués. La donación real incluyó tres ejemplares de este árbol; de los otros dos, uno está en La Recoleta y otro en plaza Lavalle, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, cuenta la experta.
No es la única historia que se conoce de este “paraíso”. El historiador Carlos Páez de la Torre (h) reproduce una carta del general Roca, dirigida al ingeniero Nougués, con fecha el 10 de agosto de 1909, desde Buenos Aires (LA GACETA, 11/7/2014). “Como sé que es usted muy aficionado a las plantas, le he remitido ayer, para el parque de San Pablo, unas palmeras reales (‘arcodoxas regias’) hijas de una que tengo en casa, la única tal vez del país tan grande y que dé semillas”.
Son justamente las palmeras las especies que se destacan por su belleza y porte en el jardín del campus San Pablo T. A poco de andar la vista se eleva sobre dos altísimas palmeras centenarias (Phoenix canariensis) de más de 60 metros. Hay otro agrupamiento de palmeras y otro de lapachos. Es un arboreto dedicado primordialmente a árboles y plantas leñosas, que además contiene árboles frutales y plantas.
Cada ejemplar está identificado con un cartel, que contiene un código QR para su uso con el celular. La aplicación remite directamente a una página web con las características de cada especie del jardín. También se confeccionó material didáctico motivador y de reflexión de aspectos ambientales, destinado a alumnos universitarios, del nivel secundario y turistas.
Mientras uno camina varias sorpresas le salen al paso. Por ejemplo, una suerte de piletón con unas pequeñas escaleras para bajar y sentarse en largos asientos. Solía ser el lugar donde las damas y niñas de la época se refrescaban durante los tórridos veranos, mientras el agua cristalina de una acequia le pasaba por los pies. Un ligustro (Ligustrum lucidum) o siempreverde de más de 50 metros de lo alto, que todavía sigue en pie, las protegía del sol como un paraguas gigante.
A su alrededor la capilla del ingenio en honor a Nuestra Señora del Carmen, el edificio de estilo neoclásico que fue la casa de Luis F. Nougués y ahora es sede del Rectorado, y otras tantas construcciones conforman un complejo patrimonial que todo tucumano debería conocer.
Lo más popular
