10 Junio 2015
LA BUSCAN. María Cash fue vista por última vez cuando intentaba llegar a Salta. FOTO ARCHIVO
SANTIAGO DEL ESTERO.- Personal de Gendarmería Nacional terminó ayer sin resultado positivo una pericia en el cementerio de la localidad santiagueña de Gramilla, unos 80 kilómetros al norte de esta capital, la búsqueda de restos de María Cash, la diseñadora porteña que está desaparecida hace casi cuatro años.
Los gendarmes cumplieron desde la mañana con un oficio del juez salteño Miguel Antonio Medina, a cargo de la investigación para establecer el paradero de la joven, que fue vista por última vez en julio de 2011 en uno de los accesos viales a la ciudad de Salta.
El magistrado dispuso recabar información sobre tumbas en las que fueron inhumadas personas NN en los últimos años, para lo cual se realizó un trabajo de recolección de datos no sólo en la necrópolis, sino también en la Oficina del Registro Civil y en el hospital distrital del pueblo del departamento Jiménez.
Una de las líneas de la pesquisa llevó al juez de Salta a disponer estas pericias con el objetivo de corroborar el dato de que Cash podía haber sido enterrada en Gramilla o en algún cementerio cercano. Gramilla es una pequeña población principalmente agrícola y en menor medida ganadera, vinculada comercialmente con el este de Tucumán.
María del Carmen Cash había viajado hacia el norte del país, al parecer por un ofrecimiento laboral en Jujuy. Sin embargo, cuando llegaba en ómnibus al norte del país se bajó antes de arribar a destino y comenzó a deambular por las rutas de Santiago del Estero y Salta, donde finalmente se le perdió el rastro.
Por este caso fue detenido un ex policía riojano José Zárate, quien había apuntado que la joven habría sido víctima de traficantes de estupefacientes.
El gobierno argentino ofreció una recompensa de 200.000 pesos para quien pueda aportar datos sobre su paradero e incluso su búsqueda figura en las páginas de Interpol.
De acuerdo a los que pudo reconstruir la justicia, Cash logró llegar a San Salvador de Jujuy, donde pidió en un taller mecánico usar un teléfono porque no tenía crédito en su celular, y acordó con alguien que iba a pasar a buscarla.
Hubo versiones de que fue vista el jueves siguiente en la guardia del hospital San Bernardo, pero no tenía documentos y se mostró desorientada, y luego fue vista por otras personas cuando intentaba viajar a Salta.
La joven fue buscada por la justicia salteña con apoyo de la policía y las fuerzas de seguridad federales, sin resultados. Ante ello, su familia motorizó su propia búsqueda con una página de Internet y tras recibir miles de llamados siguió pistas por casi todo el país.
Su padre, Federico Cash, falleció en un choque cuando viajaba en su automóvil por una ruta de La Pampa en busca de otra pista sobre el paradero de su hija. (DYN)
Los gendarmes cumplieron desde la mañana con un oficio del juez salteño Miguel Antonio Medina, a cargo de la investigación para establecer el paradero de la joven, que fue vista por última vez en julio de 2011 en uno de los accesos viales a la ciudad de Salta.
El magistrado dispuso recabar información sobre tumbas en las que fueron inhumadas personas NN en los últimos años, para lo cual se realizó un trabajo de recolección de datos no sólo en la necrópolis, sino también en la Oficina del Registro Civil y en el hospital distrital del pueblo del departamento Jiménez.
Una de las líneas de la pesquisa llevó al juez de Salta a disponer estas pericias con el objetivo de corroborar el dato de que Cash podía haber sido enterrada en Gramilla o en algún cementerio cercano. Gramilla es una pequeña población principalmente agrícola y en menor medida ganadera, vinculada comercialmente con el este de Tucumán.
María del Carmen Cash había viajado hacia el norte del país, al parecer por un ofrecimiento laboral en Jujuy. Sin embargo, cuando llegaba en ómnibus al norte del país se bajó antes de arribar a destino y comenzó a deambular por las rutas de Santiago del Estero y Salta, donde finalmente se le perdió el rastro.
Por este caso fue detenido un ex policía riojano José Zárate, quien había apuntado que la joven habría sido víctima de traficantes de estupefacientes.
El gobierno argentino ofreció una recompensa de 200.000 pesos para quien pueda aportar datos sobre su paradero e incluso su búsqueda figura en las páginas de Interpol.
De acuerdo a los que pudo reconstruir la justicia, Cash logró llegar a San Salvador de Jujuy, donde pidió en un taller mecánico usar un teléfono porque no tenía crédito en su celular, y acordó con alguien que iba a pasar a buscarla.
Hubo versiones de que fue vista el jueves siguiente en la guardia del hospital San Bernardo, pero no tenía documentos y se mostró desorientada, y luego fue vista por otras personas cuando intentaba viajar a Salta.
La joven fue buscada por la justicia salteña con apoyo de la policía y las fuerzas de seguridad federales, sin resultados. Ante ello, su familia motorizó su propia búsqueda con una página de Internet y tras recibir miles de llamados siguió pistas por casi todo el país.
Su padre, Federico Cash, falleció en un choque cuando viajaba en su automóvil por una ruta de La Pampa en busca de otra pista sobre el paradero de su hija. (DYN)
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