Vender flores en el medio del cemento: conocé la historia de los kioscos de la peatonal

Vender flores en el medio del cemento: conocé la historia de los kioscos de la peatonal

Algunos comerciantes llevan más de 110 años en el rubro. Cambios con las obras para el Shopping a Cielo Abierto.

LEGADO. Mariel heredó el oficio de la familia de su marido, con 110 años de historia en el rubro. FOTO DE DIEGO ARAOZ LEGADO. Mariel heredó el oficio de la familia de su marido, con 110 años de historia en el rubro. FOTO DE DIEGO ARAOZ
04 Junio 2015
"¿Qué te parecen 110 años? Ése tiempo lleva la familia de mi marido vendiendo flores", dijo Mariel. En el medio del cemento céntrico, 13 kioscos hacen de la venta de flores un modo de vida. Casi todos los floristas heredaron el oficio de generación en generación. De canastos de mano a tarimbas, luego de exhibidores hasta los kioscos actuales (desde los años 70), ahora los floristas cambiarán sus estructuras nuevamente para adaptarse al proyecto del Shopping a Cielo Abierto, cuyas obras ya comenzaron a ejecutarse. Si bien las peatonales sobre Mendoza y Muñecas cambiarán su aspecto, floristas y clientes coincidieron en un punto: las flores nunca se irán de la peatonal.  

"Las nuevas estructuras serán rectangulares y alargadas, para no perturbar al tráfico de personas. Nos dijeron que nos garantizarían que todas tengan agua y luz", comentó Susana Núñez, que lleva 16 años en el paño. Los kioscos actuales de chapa se impusieron a partir de los 70, y estuvieron pintados de blanco, amarillo y verde inglés, hasta el actual "verde ciudad", según los floristas. Mientras se realizan las obras por cuadra, los kioscos son trasladados a otros puntos de la peatonal, donde siguen atendiendo. Por las obras sobre Mendoza al 700 es que actualmente hay cuatro kioscos sobre peatonal Muñecas, entre Córdoba y Mendoza. "Esperamos inaugurar Mendoza al 700 en las primeras semanas de junio. Estamos dentro de los planes de trabajo. Ahora podremos avanzar sobre las otras cuadras mucho más rápido, cuando completemos los desagües", consignó el subsecretario de Planificación Urbana Municipal Luis Lobo Chaklián. Según el funcionario, esperan poder inaugurar las obras a fines de agosto. 



Más de un siglo de flores
"Uf, llevamos añares en esto", inició el relato Irma Cardona, que tiene la concesión del kiosco ubicado en Muñecas y San Martín. "Esto viene de generación en generación. Mi abuelo vino desde Cueva de las Granadas por la guerra civil española. De nueve hermanos que vinieron, mi abuelo se instaló en la provincia". Comenzó plantando calas y margaritas -"porque en esa época se plantaba lo que prendía"- y se venía caminando desde su casa en Corrientes y Ejército hasta aquella esquina para vender. Siempre en la misma esquina. A partir de 1952, según precisó, del canasto pasó a una tarimba. "En los 60 mi padre ganó un concurso de tarimbas de floristas que organizaba el Casino, y luego pidió un lugar para trabajar a la municipalidad de esos años". Con el tiempo, se habilitaron exhibidores, hasta que en los años 70 comenzaron a licitarse las concesiones por estos kioscos octogonales. 

Los floristas destacaron entre los precursores a Manolo, ahora instalado en el kiosco de Mendoza al 600, casi Maipú. "La familia de mi marido lleva más de 110 años en las flores. Ellos eran los dueños de la florería Jardín la Unión, de la familia Alcántara, pero el negocio cerró cuando falleció mi suegra", contó Mariel, esposa de Manolo (h). Desde hace siete años trabajan en la peatonal. Sobre el futuro Centro Comercial a Cielo Abierto, Mariel se mostró entusiasmada. "Cuando trabajen en esta cuadra nos trasladaremos a la Muñecas. La peatonal se hará estrecha con tanto kiosco, mesas de bares y obradores, pero será por unos meses. Cambia la presentación de las flores, pero seguiremos formando parte de la historia de la peatonal", finalizó.

Susana Núñez tenía su puesto en Mendoza al 700. Cuando comenzaron las obras, se trasladó hasta la esquina de Mendoza y Muñecas, y hace poco se ubicó a mitad de cuadra, frente a la Escuela Normal, porque en la esquina se instaló la "obrería" (estructura donde los obreros guardan herramientas). "Llevo 16 años en el rubro. Somos la tercera generación de floristas. Apenas hubo cupo en las adjudicaciones nos presentamos para estar aquí en la peatonal", contó Susana mientras atendía clientes. Su abuela, Mercedes, falleció hace más de una década. Antes estaban instalados en el Cementerio del Norte. "Nosotros estamos esperanzados con los cambios, todo lo que implique una mejora siempre será bien recibido", completó Núñez, mientras sostenía carteles para colocar en macetas con "dólar negro" y "helecho arroz". 



Desde los $8 pueden comprarse flores. Los locales se distribuyen por especialidades: plantines, ramos, arreglos florales, cactus, bonsai y hasta ikebanas. Las flores se traen desde distribuidoras provinciales, ubicadas en San Ramón y en Aguilares, y hasta algunos traen su mercadería desde el Mercado Central, en Buenos Aires. "Las flores nunca se irán de la peatonal, por tres motivos: somos el Jardín de la República, tenemos toda una trayectoria en este paseo y el público nos demostró que las flores son un patrimonio provincial", enumeró Cardona. Del puesto que explota se mantienen 6 familias. Con el paso del tiempo, hasta se inscribieron en AFIP. "Todo lo que se mejore lo veo positivo, cumpliremos con todo porque es nuestra única fuente de trabajo y nuestro modo de vida desde hace tanto tiempo", completó.






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