El cobro del aguinaldo ayudará a saldar deudas de tarjeta

El cobro del aguinaldo ayudará a saldar deudas de tarjeta

El destino del primer sueldo anual complementario ya está fijado por la mayoría de los asalariados: aliviar el presupuesto hogareño, tras un primer semestre de endeudamiento. Esto obliga a los argentinos a hacer una gimnasia financiera adicional. Según los analistas, lo sugerible es planificar y que los compromisos representen 30% o 40% del ingreso

03 Junio 2015
Aunque a una velocidad más moderada, los precios de la economía no detienen su carrera inflacionaria. Y la tarjeta de crédito es el vehículo más accesible para aquellos consumidores que intentan no quedar rezagados. Esta conducta, según expertos consultados por LA GACETA, incrementó el nivel de endeudamiento de usuarios de plásticos en Tucumán, y llevó a que el medio aguinaldo -que los asalariados percibirán durante junio- se destine, en gran medida, a pagar deudas acumuladas en los resúmenes de las tarjetas.

El especialista en créditos y cobranzas, Raúl Ostengo, explicó que en los últimos años, los consumidores se acostumbraron a vivir con inflación. Sobre este punto, agregó que la suba de los precios de bienes y de servicios no sólo le quitó poder de compra a los asalariados, sino que los empujó a utilizar la tarjeta para consumos esenciales, como alimentos. “Esto aumentó el nivel de endeudamiento. Por lo tanto, el medio aguinaldo de junio se utilizará, en la mayoría de las familias, para pagar las deudas de la tarjeta”, opinó.

Además, Ostengo remarcó que en Tucumán, los consumidores que utilizan tarjeta de crédito tienen comprometidos, en promedio, ingresos equivalentes a dos sueldos y medio con deudas que mantienen con empresas proveedoras de plásticos, que operan en el circuito financiero formal. “Por esta razón, lo que esperan es que el aguinaldo, y el aumento salarial que llegue después de las paritarias, sirvan para cancelar estas obligaciones crediticias”, insistió.

Por otro lado, el especialista indicó que, en los últimos meses, hubo muchos consumidores que abusaron del pago mínimo que ofrecen las tarjetas de crédito. “La conducta que se percibe es que las familias tratan de estirar, todo lo que pueden, con el pago mínimo, y que esperan ponerse al día una vez que cobren el aguinaldo de junio”, reforzó Ostengo.

La economista Susana Nuti afirmó que en un contexto con parálisis de actividad, con inflación alta, sin crecimiento del empleo y con conflictos en el techo de incremento salarial que exige el Gobierno, resulta ineludible pensar que la conducta de precaución y de selectividad regirá a los consumidores durante el segundo semestre. “Ante expectativas poco alentadoras sobre el empleo, y con incertidumbre sobre los acuerdos salariales, muchas familias limitan sus gastos para no comprometer más aún sus ingresos futuros”, observó.

En este contexto, recalcó Nuti, la llegada del aguinaldo encuentra a muchos consumidores con deudas crediticias, y que harán lo posible para escapar del pago del mínimo. “No obstante, también hay un porcentaje de familias que, con un nivel menor de endeudamiento, aún tienen margen para expandir sus consumos. Este es el caso donde se aplicará la selectividad. Aquí, las familias aprovecharán ofertas y planes en productos específicos, sin caer en la compra más generalizada impulsada por las facilidades de pago”, puntualizó.

Más conservadores

Los especialistas que dialogaron con LA GACETA coincidieron en que en los segmentos medio y alto de la pirámide de consumidores se instaló la idea de que, con la llegada del nuevo gobierno, después de las elecciones de octubre, podría haber una devaluación del peso respecto del dólar. “Entonces, lo que hacen estos consumidores es adelantar compras de bienes o de servicios relacionados con el dólar, como la tecnología o el turismo”, argumentó Ostengo.

Por último, Nuti subrayó que las conductas de consumo, durante el segundo semestre del año, estarán condicionadas por las elecciones generales, al tiempo que auguró una consolidación de estrategias de compra más conservadoras entre los argentinos. “En el resto del año habrá más incertidumbre y una mayor necesidad de refugiarse en modalidades de consumo más cautelosas y en estrategias de ahorro que aseguren relativa tranquilidad”, concluyó la economista.

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