El cáncer de cuello de útero no tiene por que ser mortal

El cáncer de cuello de útero no tiene por que ser mortal

Tucumán forma parte de un plan nacional de prevención y atención precoz, basado en la detección de virus de papiloma humano. Dispositivo para auto-toma.

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03 Junio 2015
El cáncer de cuello de útero mata a 1.800 argentinas por año, pese a ser prevenible y curable en fase temprana. Da como para preguntarse: “¿qué nos pasa a las argentinas?”.

Durante un congreso realizado en Salta, expertos destacaron que la mortalidad por cáncer de cuello de útero ha disminuido en los últimos 30 años. No obstante, esa tendencia no se sostiene en el NOA y la cuestión preocupa. “En nuestra región confluyen dos factores: una situación económica desfavorable en relación con el centro-sur del país, y la insuficiencia (o ineficiencia) de planes de prevención y detección temprana”, destacó Juan José Zarbá, profesor Adjunto de Oncología en la Facultad de Medicina de la UNT.

Prevenir el HPV

“El Instituto Nacional del Cáncer (INC) ha decidido tomar el toro por las astas. Primero se llevó a cabo un programa piloto en Jujuy; resultó un éxito, así que ahora se han incorporado otras cuatro provincias, entre ellas Tucumán”, contó Zarbá y explicó que todo gira en torno del virus VPH (virus del papiloma humano).

“El cáncer de cuello de útero siempre está asociado a ciertas cepas HPV, altamente contagiosas -aseguró-. Por eso, la primera medida preventiva es que todas las niñas de 12 años reciban las tres dosis de la vacuna”.

Con las mujeres adultas se está implementando una búsqueda intensiva de presencia de virus; en estos casos, el Papanicolau (PAP) se realiza sólo si el primer test da positivo (en EE.UU. el análisis ya desplazó al PAP como forma de detección primaria). Se busca directamente a nivel molecular la presencia del virus en el organismo y es aconsejable implementar la prueba a partir de los 30 años.

“Desde marzo estamos trabajando con un programa destinado a mujeres sin cobertura médica; se realiza en todos los CAPS, con base en el Centro de Salud. No se espera que las pacientes consulten: salimos a buscarlas”, contó Zarbá. Explicó que son conscientes de que uno de los factores que dificultan el acceso a las pruebas es que las mujeres muchas veces no pueden dejar su casa para concurrir al CAPS. “Por eso se han diseñado unos sencillos dispositivos que permiten la auto-toma de la muestra en la casa. Y estamos trabajando con los agentes sanitarios, colaboradores fundamentales”. La muestra obtenida permite ver si hay virus y también hacer el PAP si es necesario.

Se puede curar

“Si no hay virus, no hay lesiones. Y si hay lesiones, pasa bastante tiempo hasta que estas se tornan malignas. Entonces, combatiendo el HPV, prevenimos el cáncer de cuello”, resaltó el especialista.

Si las lesiones avanzaron, a no desesperar: si el cáncer de cuello se diagnostica en estadio inicial, nueve de cada diez mujeres sobreviven. “E incluso si está localmente avanzado -es decir, si no hizo metástasis-, entre el 40 y el 50 % de los casos se cura con el tratamiento adecuado”, aseguró Zarbá.

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