02 Junio 2015
BAGDAD.- El Ejército de Irak recibió un duro golpe por un atentado suicida de la milicia terrorista Estado Islámico (ISIS) que acabó con la vida de más de 40 soldados.
El ataque con un vehículo blindado cargado con explosivos, iba dirigido contra un depósito de armas en el Este del país, en una región desértica entre las ciudades de Samarra y Ramadi. Otros 35 soldados resultaron heridos.
Hace unos días el Ejército de Irak realizó un operativo para recuperar la provincia de Anbar, en el Oeste del país, en un intento por recuperar posiciones, luego de la caída de la capital provincial, Ramadi, en manos de los yihadistas del ISIS. La ciudad se encuentra a unos 110 kilómetros de Bagdad.
Esta región que limita con Siria y Jordania está habitada principalmente por sunitas, que se han sentido discriminados durante los años de gobierno chiita en Bagdad. Las milicias del ISIS encontraron aquí apoyo en algunos de los clanes locales.
En la frontera entre Siria y Turquía las unidades del grupo terrorista han incrementado la presión contra los rebeldes sirios. Según el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, los yihadistas intentaban expulsar a los insurgentes de la región fronteriza próxima a la ciudad de Asas. Allí se encuentra una ruta de suministro hasta la ciudad de Alepo, la segunda más grande del país. Los combates han sido confirmados también por las brigadas sirias, en las filas de la oposición. Alepo y sus alrededores es una las zonas en las que más se combate en los cuatro años que ya dura esta guerra civil. Gran parte de Alepo está bajo control del gobierno, pero hay barrios en manos de los insurgentes. El conflicto en Siria e Irak han costado la vida durante mayo a miles de personas. Sólo en Siria murieron más de 6.600 y más de un millar de personas han muerto en Irak. En Anbar hay más de 238.000 personas en fuga. (DPA)
El ataque con un vehículo blindado cargado con explosivos, iba dirigido contra un depósito de armas en el Este del país, en una región desértica entre las ciudades de Samarra y Ramadi. Otros 35 soldados resultaron heridos.
Hace unos días el Ejército de Irak realizó un operativo para recuperar la provincia de Anbar, en el Oeste del país, en un intento por recuperar posiciones, luego de la caída de la capital provincial, Ramadi, en manos de los yihadistas del ISIS. La ciudad se encuentra a unos 110 kilómetros de Bagdad.
Esta región que limita con Siria y Jordania está habitada principalmente por sunitas, que se han sentido discriminados durante los años de gobierno chiita en Bagdad. Las milicias del ISIS encontraron aquí apoyo en algunos de los clanes locales.
En la frontera entre Siria y Turquía las unidades del grupo terrorista han incrementado la presión contra los rebeldes sirios. Según el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, los yihadistas intentaban expulsar a los insurgentes de la región fronteriza próxima a la ciudad de Asas. Allí se encuentra una ruta de suministro hasta la ciudad de Alepo, la segunda más grande del país. Los combates han sido confirmados también por las brigadas sirias, en las filas de la oposición. Alepo y sus alrededores es una las zonas en las que más se combate en los cuatro años que ya dura esta guerra civil. Gran parte de Alepo está bajo control del gobierno, pero hay barrios en manos de los insurgentes. El conflicto en Siria e Irak han costado la vida durante mayo a miles de personas. Sólo en Siria murieron más de 6.600 y más de un millar de personas han muerto en Irak. En Anbar hay más de 238.000 personas en fuga. (DPA)
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