Cartas de lectores
 la gaceta / archivo la gaceta / archivo
29 Mayo 2015
Falta de presión de agua

El 20/8/14, presenté una nota en el Ersept (expte. 1884/390-A-2014). Allí refería en forma abreviada a los serios problemas de presión de agua que desde hace muchos años se padecen en el domicilio paterno, en el particular y en el negocio familiar. En este último, al ser céntrico y comercial, es donde peor se manifiestan los incontables inconvenientes por el ínfimo suministro del vital elemento. Suena a burla que el único departamento eficiente y puntual sea el de cobranza. Suena el teléfono para “recordarme” que debo una factura en el domicilio de mis progenitores y respondo que hace poco me cobraron lo que quisieron “actualizar”, más la intervención de un estudio jurídico muy organizado, hasta con cajas dispuestas a “agilizar” los pagos por un servicio que si mal no recuerdo es del Estado provincial -o me perdí una parte-. Así funcionan “quioscos” de naturaleza meramente recaudadora, que lejos están de brindar una contraprestación a cargo de una empresa -SAT-, que abandonó a sus clientes (por no decir conciudadanos), dadas las numerosas quejas vertidas en esta tribuna del pueblo y la calle. Pensé que el Ersept sería mi único y último recurso, pero me equivoqué; es un satélite de Saturno, no del planeta Tierra, que habita en una hermosa vivienda en un paraje ideal, rodeado de naturaleza que invita al reposo. Ideal para el asado y para “pasarla bien”. Los diques se desbordan, las inundaciones son tema recurrente cada año, así que falta de agua no es. Lo que sí parece seguro es inoperancia, negligencia y ausencia total de vocación de servicio. Lo único que no desborda es la voluntad. Para terminar, en la última visita de un equipo de “sopladores de caños viejos” dirigidos por un ingeniero jefe, sentenció: “hay que cambiar la conexión, porque tiene casi 100 años y es de plomo. Si usted quiere, particular va andar más rápido”. Sí, seguro. ¿Otro “quiosco”?

Roberto Ahmad
[email protected]




CUATRO CUESTIONES I


Con respecto a la carta “Cuatro cuestiones” del lector Hugo Vallejo (26/5), quiero expresar lo siguiente: en mi tiempo libre, no camino por la ciudad, por temor a ser asaltado (y en el peor de los casos, muerto o herido), como ya les ocurrió a miles de tucumanos. Qué suerte que a él no le sucedió nada, porque mis hijas ya conocen lo que es ser amenazadas con navajas y otros objetos punzantes. Soy taxista y, como tal, conozco casi todos los barrios de la ciudad y en muchos de ellos se ve la pobreza, la marginalidad, la drogadicción, el alcoholismo. Veo en los semáforos a niños y jóvenes abalanzarse sobre los vehículos para limpiar los vidrios; y a otros haciendo malabares con cualquier objeto para ganarse unas monedas. Veo en los bares y restaurantes a chicos pidiendo monedas o comida. Veo también gente durmiendo en las veredas. Veo decenas de personas en los hospitales haciendo cola desde la noche anterior para conseguir un número y ser atendidas. Si necesitan un especialista, la espera se eleva a varios días. Lo mismo sucede en los CAPS. Veo que las farmacias han cortado el servicio a los afiliados del PAMI, porque les deben la módica suma de $ 1.200 millones. Por lo general, los jubilados tienen que penar para conseguir una cama para internación. Respecto del doctor Carlos Fayt, ¿el Gobierno recién se da cuenta de que está viejo? Si cuando asumió el kirchnerismo este profesional tenía ya 85 años, ¿por qué no intentaron sacarlo antes? ¿Será que ahora se quieren cubrir las espaldas porque se van el 10 de diciembre y tienen miedo de lo que dejan atrás y, por consiguiente, quieren poner un juez afín a ellos? A mí esto no me lo comentaron ni “Clarín”, ni Lanata, ni Majul, ni Leuco: yo lo vivo diariamente. Si esto no es desigualdad, ¿la desigualdad dónde está? ¿Hasta cuándo se le va a seguir dando tiempo para corregir todo esto a este gobierno nacional y popular, que lo único que hace es repartir migajas al pueblo para paliar su pobreza mientras ellos se quedan con la parte más grande de la torta?

Juan Carlos Serra
[email protected]



CUATRO CUESTIONES II


Con respecto a la carta “Cuatro cuestiones”, de Hugo Vallejo (26/5), me gustaría compartir mi experiencia. Yo también salgo a caminar por mi barrio, en el que nací y vivo hace 57 años. 1) Veo casas deshabitadas que antes estaban alquiladas y cuyos moradores se tuvieron que trasladar a una pieza que les presta su mamá o algún pariente porque ya nos les alcanza para pagar el alquiler y no calificaron para entrar al Procrear por tener sueldos demasiado bajos. En varios casos, esas casas después de dos días sin ocupantes fueron usurpadas. 2) Veo jóvenes sentados en los cordones o tirados en las veredas drogándose; y a los dealers de la zona vendiendo libremente. 3) Veo personas que van a tomar el colectivo de a dos y sube una sola, ya que el otro fue de acompañante, porque de lo contrario sufren robos, asaltos y arrebatos en los que ponen en juego la vida y la integridad física. 4) Veo a los jóvenes delinquir libremente; y a los que trabajan, vivir con el temor, caminar con miedo e impotencia, escondiendo lo poco de valor que llevan. 5) Veo personas con niños o con ancianos aglomerarse desde muy temprano en los CAPS para conseguir que los atiendan y si necesitan un especialista deben amanecer en los hospitales haciendo largas colas. Yo no leo “Clarín”, ni veo a Lanata. Tampoco veo “678”. Sólo salgo a la vereda de mi casa y la triste realidad me golpea, me muestra que esta querida Villa 9 de Julio, antes constituida por gente humilde y trabajadora, se ha transformado en un lugar de clientelismo político, donde abundan la pobreza, la droga, la inseguridad, la falta de respeto, la falta de trabajo y la vagancia. ¿A esto podemos llamarlo igualdad? Termino con una frase: “Todo depende del lugar por donde se camina y de la mirada con la que se observa”.

Susana Aguirre
[email protected]



QUEJA EN FAMAILLÁ


Los vecinos de Colonia 5, Famaillá, no podemos circular: barro, piedras, agua, componen nuestra “senda peatonal” habitual con calles destruidas y peligrosas. Los accidentes de personas mayores y motociclistas son frecuentes y nuestros hijos no pueden transitar sin riesgo hacia la escuela José Hernández, ubicada sobre la ruta 38, conocida como “ruta de la muerte”. Tenemos que ir por la ruta para dejarlos en la escuela. Frente al establecimiento, además, no hay semáforos, a pesar de las innumerables promesas de la intendencia de Famaillá. Desde hace tres años reclamamos también por la falta de alumbrado público en un pueblo que sufre constantemente inundaciones por carecer de un sistema de desagüe; y en donde, paradójicamente, el agua se termina a partir de las 17 durante el verano. Principalmente por estas causas que afectan a las familias, que en su mayoría viven de la cosecha del limón, es que hemos decidido realizar cortes frecuentes de ruta, para exigirles a las autoridades una solución definitiva a estos problemas que acarrean innumerables perjuicios y sobre todo peligro de muerte. No es posible que el intendente y los funcionarios de Famaillá realicen gestiones para construir un paseo histórico, un cabildo, un monumento a la bandera, un parque jurásico con esculturas o un balneario “gratuito”, mientras las familias vivimos rodeadas de un basural por falta de sistema de recolección. No es posible que continúen diciendo que el Camino Viejo está asfaltado; así figura en la Municipalidad y no lo está. Son seis años de promesas y de tirar camionadas de arena para seguir en la misma situación. Necesitamos que la intendencia responda inmediatamente a nuestro reclamo.

Soledad Milagro Toledo
[email protected]



Alzamiento militar


Deseo referirme a los héroes del alzamiento cívico militar del 9 de junio de 1956 en La Pampa. El jefe de los insurrectos fue el general Juan José Valle; una de sus hijas vino a Tucumán en agosto de 1973, a la instalaciones del Club Caja Popular, donde nos autoconvocamos en apoyo del general Juan Domingo Perón, quien ganó luego las elecciones el 23/9/73. Muchos ya habíamos votado por primera vez el 11/9/73, consagrando presidente constitucional al doctor Héctor Cámpora, quien siendo primer mandatario visitó Santiago del Estero el 10 de junio de 1973. Fue con el doctor Vicente Solano Lima, Juan Manuel Abal Medina, su entonces esposa Nilda Garré, José Ignacio Rucci y Lorenzo Miguel, entre otros. Ese domingo caliente de otoño estuvimos acompañando la comitiva presidencial, que apoyaba al doctor Francisco López Bustos, quien iba a competir por la gobernación santiagueña, con Carlos Juárez. Conocí entonces a Adolfo César Philippeaux, quien hasta 1955 había sido jefe de la guardia personal de Perón; fue capitán del Ejército. Según sus palabras, fue detenido el 2/6/56 y logró escapar de los fusilamientos del 12/6/56 en José León Suárez. Huyó a Chile e hizo varios comentarios de los acontecimientos de aquel sábado 9/6/56. Comentó que se habían tomado oficinas públicas, y también LW 83 Radio La Pampa, desde donde se mandó una proclama a todo el pueblo argentino. Este mensaje se oyó en Chile y Uruguay. Esto por mí contado fue narrado alguna vez por el historiador Norberto Esquina. El alzamiento fue sofocado por la Armada, con aviones Catalina y Lincoln, que no tan sólo arrojaban bombas: también produjeron muchas muertes y enormes destrozos con ráfagas de ametralladora. Triunfaron las fuerzas leales al gobierno de facto presidido por Pedro Eugenio Aramburu. Los fusilamientos, ordenados por él, se ejecutaron, pero no borraron los sentimientos de la clase trabajadora toda. Philippeaux había montado un pequeño zoológico en el Parque Aguirre: había leones, tigres, zorros, un asno, guineas, pavos reales, etcétera. Nos comentó que había logrado atrapar con vida a uno de los dos animales prehistóricos que quedaban, llamados tatú carreta: uno fue muerto por los perros y el otro murió en Buenos Aires.

Carlos Drube
[email protected]




ANSES YERBA BUENA

Agradezco la respuesta del 28/5 de Daniel Frías, jefe de UADI Yerba Buena a mi carta del 27/5. Lo que puedo decirle es que el problema es de ellos y yo no tengo por qué pagar las consecuencias. El Sicam es un sistema administrado por la Anses y la AFIP, siendo el resultado un informe de ellos mismos. Pongo a su disposición los comprobantes desde el primero al último de los pagos que obran en mi poder, y desde ya les manifiesto que no están registrados los pagos que hiciera en la Caja de Profesionales como se llamaba entonces al momento de mi inscripción, pero como en esa época tenía doble aporte no me perjudicaba, razón por la que no objeté dicha falta, ya que hubiera significado un trámite burocrático que me iba a demorar más la obtención del beneficio. Si hay diferencias entre sus registros y mis pagos es un problema que atañe al sistema por ellos administrado.

Miguel Mendilaharzu
[email protected]




CUADRILLAS DE LA SAT


Hace aproximadamente un mes o más, una cuadrilla de trabajadores pertenecientes a la SAT colocó en mi propiedad un montículo de arena que iba a ser utilizado para “reparar” las veredas de los vecinos del pasaje Ituzaingó al 900. Cabe aclarar que nunca solicitaron mi autorización para tal fin. No conformes con ello, también decidieron usar la vereda de mi propiedad como depósito de escombros, puesto que allí colocaron todas las baldosas rotas de las propiedades vecinas. Cuando comenzaron los trabajos nos entregaron una nota en la que se comprometían a dejar las veredas en perfecto estado. Esperé unos días creyendo que iban a recoger todo eso. Al pasar el tiempo, me comuniqué telefónicamente con la SAT y realicé el correspondiente reclamo tres veces; la última fue el 26 del corriente. Un empleado me dijo que debía presentar una nota dirigida al encargado de los trabajos de las cuadrillas. ¿Los encargados de controlar lo realizado por los empleados no vieron lo que dejaron como obsequio en mi casa? ¿Es justo que yo deba pagar para retirar lo que estos empleados con tanta generosidad “olvidaron” en mi vereda? ¿Hasta cuándo tendré que esperar que hagan lo que corresponde? Eso, a mi entender sería: limpiar y dejar en perfecto estado lo que ensuciaron y pedir las correspondientes disculpas por las molestias ocasionadas. ¿Estaré siendo ilusa o todavía habrá esperanzas?

Fernanda Viviana Fara
España 1.642
San Miguel de Tucumán



ESPACIOS PÚBLICOS


He circulado recientemente por la autopista de circunvalación, entre las salidas de Banda del Río Salí y la de la ruta 38, margen oeste. Observé la radicación en sus márgenes de varias familias de evidentes escasos recursos. Es imperioso que las autoridades que detentan la autoridad y la custodia por añadidura del espacio público circundante en esa zona, adopten en forma urgente los recaudos pertinentes y erradiquen, por los medios correspondientes, dichas familias, llevándolas a los lugares adecuados que las instituciones pertinentes dispongan, ya que de otro modo, dichos espacios públicos serán virtualmente apropiados por otros particulares para su uso propio en desmedro de la comunidad y del fin para el que fueron dispuestos. Idéntico temperamento se deberá adoptar respecto a los inmuebles dependientes del Poder Central ubicados en esta provincia que no reciben el debido cuidado por sus autoridades naturales, esencialmente ferroviarios, resultando usurpados o vandalizados por particulares.

Alejandro Torres
[email protected]




Campaña sin debates


Este año electoral nos trajo una serie de inconvenientes en todo sentido; por un lado nos vemos saturados de afiches, pasacalles y gigantografías con las propagandas de los distintos candidatos de partidos políticos tanto oficialistas como opositores. ¿Por qué en lugar de realizar tanto derroche en propagandas no se invierte ese dinero en seguridad, en arreglar las calles y los accesos a la ciudad de Tucumán? Realmente produce indignación ver cómo proliferaron los lavaderos en el acceso sur de la capital, encontrándonos a la entrada con basurales a cielo abierto en los canales. Por otra parte, ningún candidato presentó proyectos para solucionar problemas de la comunidad. En lugar de ser democrática esta campaña es una lucha entre oficialistas y opositores. Tendría que haber debates donde cada uno exponga sus proyectos y se intercambien opiniones que redunden en bien de todos los ciudadanos. En otros países se realizan entrevistas por canales de televisión y otros medios de comunicación, donde se dan a conocer las ideas de cada candidato, sin ofensas ni agresiones, demostrando que sólo con democracia se construye un país en serio. Señores candidatos: expongan con claridad sus inquietudes para que el pueblo los conozca y pueda analizar a la hora de votar quiénes serán las futuras autoridades que conducirán los destinos de este país, que necesita de un gobierno coherente que impida la continuidad de la violencia y la inseguridad que reina en todos los rincones, aún de las zonas más alejadas de nuestra patria.

Marta Lizárraga
[email protected]



LOS CANDIDATOS


Sería interesante que los candidatos dieran a conocer sus propuestas para celebrar el bicentenario de la Independencia, teniendo en cuenta que falta muy poco tiempo para esa fecha en que Tucumán será el ombligo del país, si no vuelve a sufrir el desprecio de la nación como ocurrió en el centenario.

Lorenzo P. Martínez
[email protected]



CRUCE DE CALLES DETERIORADO


Me parece oportuno recordarle al intendente Amaya que su gestión al frente de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán no ha finalizado aún. Digo esto porque es tal el estado de abandono que presentan las calles de nuestra ciudad que pareciera que el mayor responsable, solamente está preocupado en su campaña electoral y no en las obligaciones para lo cuál fue elegido. Concretamente, y tómelo como una crítica constructiva y que además le puede “arrimar” algunos votos, es perentorio el arreglo del cruce de las calles Asunción y San Martín (esquina del Cementerio del Oeste) el que se viene deteriorando desde hace largo tiempo y ha llegado ahora al estado de total inaccesibilidad, ya que todo el ancho de calle San Martín está destruido y el paso de vehículos es prácticamente imposible. Podría nombrar cientos de otras arterias destruidas e intransitables (por ejemplo, la calle San Juan entre Ejército del Norte y Lucas Córdoba), pero vayamos de a una. Arregle, por favor, el cruce mencionado y los que la transitamos cotidianamente sabremos agradecerle y hasta quizás lo votamos para algo (vaya a saber a qué, después del acuerdo que hizo con la oposición).

Camilo Peral Tobar
Avenida Mate de Luna 1855
San Miguel de Tucumán


Comentarios