Atlético jugó bien pero no supo lastimar a Lanús

Atlético jugó bien pero no supo lastimar a Lanús

Sin goles no hay alegría y su rival se lo hizo pagar.

BLOQUEADO. Araujo le achica el margen de error a González, que se perdió un mano a mano increíble ante Ibáñez. foto de marcelo miller (especialpara la gaceta) BLOQUEADO. Araujo le achica el margen de error a González, que se perdió un mano a mano increíble ante Ibáñez. foto de marcelo miller (especialpara la gaceta)
28 Mayo 2015
Un mar de lágrimas, eso es Atlético. O al menos ese es el panorama que entregó en sus últimas dos presentaciones, por torneo y ayer la Copa Argentina. Atlético perdió con Lanús 2-0 porque no aprovecha lo que genera con su fútbol. Después, por obvias razones, la justicia futbolera le hace pagar con sangre su pachorra ofensiva.

Simplemente eso. De hecho, de fútbol se puede hablar mucho y el “decano” no quedaría mal parado. Donde si tambalea como borracho jugando al pan y queso es cuando tiene que ratificar lo bueno que hace hasta metros antes de la zona de definición. Ahí se nubla, sus pies se vuelven de plomo y la pelota, que antes era el planeta tierra, se transforma en una munición de fusil de hormiga. Desaparece. En realidad, lo que parece variar también en la mira de los “decanos” es el tamaño del arco, tan gigante como el parisino Arco del Triunfo, tan pequeño como la puerta de entrada de la casa del ratón Jerry, caso Leandro González y el mano a mano que pifió.

Volvió a sucederle lo que contra Gimnasia en Jujuy, en cuanto al resultado final, claro. Hubo un gran cambio de actitud, una buena distribución del balón y un enorme despliegue de los volantes hasta el área “granate”. Pero faltó el gol y los goles son los que mandan. Lanús llegó poco, casi nada, pero metió dos. Sí, metió dos. Llegó y pegó fuerte.

Uno será polémico, el del 1-0, por la jugada previa. El juez Federico Beligoy sentenció córner producto de una defensa de Juan Imbert a Lautaro Acosta, sanción que generó dudas y reclamos. Y de ese envío nació un pelotazo sin rechazo que volvió al medio y derivó en una pirueta de Gustavo Gómez con destino de red.

Cuando Lanús marcó territorio con el 1-0, Atlético se hundió en arenas movedizas. Dejó de proponer, se olvidó de buscar con pelotas punzantes a la carrera y dejó de convertir en figura al arquero Matías Ibáñez. Lo peor llegó después: Víctor Ayala clavó una delicia de tiro libre para el 2-0, Leandro Díaz se hizo expulsar y Bruno Bianchi pegó mal en una (roja). Lo que venía siendo un partido digno pasó a ser una dolorosa derrota.

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