Protestaron por la libertad de los acusados de asesinar a Cecilia Brito en La Cocha

Protestaron por la libertad de los acusados de asesinar a Cecilia Brito en La Cocha

Se cumplió el plazo máximo para que puedan estar detenidos sin que se dicte una condena

28 Mayo 2015
CONCEPCIÓN.- Los dos principales imputados de la violación y muerte de la joven Cecilia Elizabeth Brito (18 años), William Roger Doldan y Luis Alberto Aguilar recibieron el cese de la prisión preventiva al cumplirse el plazo máximo para que estén detenidos sin condena.

Esto sucedió ante la demora que registra el juicio oral y público que, aún sin fecha, debe llevar adelante la sala I de la Cámara Penal del Centro Judicial local, explicó el abogado de la familia Brito, Raúl Albarracín.

Tras la decisión de la Cámara de Apelaciones, sólo Aguilar pudo salir en libertad condicional ya que Doldan registra otra causa por robo.

Brito fue violada y asesinada a golpes en la madrugada del 12 de junio de 2011 y su cuerpo fue abandonado entre unos matorrales, a orillas de la cancha de fútbol del Barrio Ejército Argentino de La Cocha. Un vecino de la zona la encontró con las primeras luces de la mañana. Doldan y Aguilar fueron detenidos meses después por la Policía tras una minuciosa investigación, que tuvo un avance decisivo cuando Carlos Burela, compinche de los principales acusados, se quebró en un interrogatorio y señaló a los presuntos homicidas.

Burela dijo haber estado con ambos en el momento de los hechos, sin haber participado directamente, y brindó detalles de lo sucedido. En la causa hay unas siete personas imputadas por encubrimiento agravado, entre los que se encuentra José Alberto Aguilar, padre de uno los principales acusados y propietario de una camioneta Ford Ranger.

Este vehículo habría sido el que utilizaron para movilizarse la noche del crimen. José Alberto Aguilar es quien se habría encargado de limpiar la sangre y otros restos que dejó el cuerpo de la víctima tras ser violada y asesinada en una vivienda de los homicidas.

“Vivimos con la herida abierta por la pérdida sufrida y la injusticia sin fin. Se permite la libertad de dos salvajes, aunque salió sólo uno, involucrados en un caso en el que actuaron con frialdad y ferocidad. Y lo peor de todo es que ni siquiera se dispuso una custodia en nuestra casa y ni se comunicó el hecho a la comisaría local. Y está claro que son tipos peligrosísimos”, comentó Paulino Brito, padre de la víctima.

“Esto nos genera bronca porque ante semejante crimen, ahora el principal acusado anda paseándose por la ciudad, como si no hubiera hecho nada. Uno no sabe hasta qué límite va a mantener la cordura. La injusticia promueve la violencia”, añadió Brito.

La causa enfrentó varias vicisitudes que demoraron su trámite. Primero fue la larga acefalía que arrastró la Fiscalía de Instrucción de la I° Nominación, subrogada por períodos, tras ser ascendida a jueza la entonces fiscala Cecilia Tasquer.

El año pasado recién asumió como titular el fiscal Miguel Ángel Varela, quien le imprimió celeridad al proceso y a fines del año pasado pidió al juez Guillermo Acosta la elevación a juicio. El magistrado accedió a la requisitoria que pasó a la sala I de la Cámara Penal. El tribunal deberá establecer la fecha de inicio del debate.

La libertad de Aguilar causó revuelo en La Cocha. El primer día fue a visitar a su madre que trabaja en la escuela Fausto Burgos. Los padres pensaron que había entrado a trabajar en el establecimiento y de inmediato improvisaron una protesta.

Tomaron la escuela y exigieron a las autoridades que impidan la presencia del hombre en el lugar. Finalmente se aclaró la situación y los padres abandonaron la manifestación que protagonizaron con quema de cubiertas.

“No sé si lo que nos pasa a nosotros es por ser pobres. A mi hija la estropearon unos locos que hasta le dejaron inscripciones en la frente. Tenemos miedo al saber que ahora uno anda suelto”, planteó Rosa Graneros, la madre.

“Lo que vivimos es una pesadilla que no se acaba. Queremos que nuestra hija descanse en paz y con sus asesinos en la cárcel de por vida. Y así también nosotros podremos intentar comenzar a asumir la resignación de la pérdida”, concluyó la mujer, entre lágrimas. (C)

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios