Según los concejales, se necesita regular a los lavacoches

Que es una actividad ilegal, pero que refleja la crisis social y de empleo en la provincia. Que los supuestos “cómplices” no son sólo los clientes, sino también los frentistas que prestan o venden agua a los lavacoches. Que la estrategia de la Municipalidad de multar a los propietarios de vehículos que usan este servicio no llega al fondo de la problemática. Que es necesario ordenar -no simplemente prohibir- el trabajo de aquellos que se ganan la vida lavando autos en la calle. Esas son algunas de las opiniones de los concejales capitalinos consultados por LA GACETA. A pesar de sus contrastes de banderas políticas, coinciden en que es un tema a solucionar de manera urgente.

Los conflictos más serios se dan en las zonas donde se generó un auténtico conglomerado de lavaderos en la vía pública, como la avenida Papa Francisco (ex Wenceslao Posse, en San Cayetano) o la avenida América desde Belgrano hasta Italia. Además de los problemas de tránsito, los vecinos de esos barrios se quejan por la falta de agua que ocasiona la actividad.

Aunque sin brindar nombres, algunos funcionarios municipales aseguran que la administración de Domingo Amaya hizo intentos para organizar a los lavacoches, aunque no se concretaron por falta de fondos. Según fuentes de la Intendencia, la Municipalidad desarrolló hace algunos años un proyecto para ordenar el acceso a la capital por San Cayetano, que preveía mejorar las calzadas, la señalización y el entorno de la avenida y reubicar a los lavacoches detrás de las columnas de árboles que se levantan a ambos lados. “La idea no era erradicarlos, sino ubicarlos en otro lugar y mejorar las condiciones en las que trabajan, y el aspecto de esta entrada a la ciudad”, indicaron.

Golobisky
Controlar a los frentistas

“En 2013 presenté un proyecto de resolución para que se controle a los frentistas que prestan e incluso venden agua a los lavacoches. Creo que por un lado es necesario controlar la actividad. Pero, por otra parte, hay que solucionar el tema social: nadie sale a lavar autos porque le sobren dos horas en la oficina, es gente que vive de eso. Entonces, la Municipalidad debería censar y empadronar a estos trabajadores y facilitarles alternativas asociativas, como cooperativas. También es necesario tratar el tema de la contaminación ambiental y el mal uso que se hace del agua potable”, opinó el concejal alperovichista Ignacio Golobisky.

Rodríguez
Corresponde hacer la multa

“Es ciertos que los lavacoches infringen leyes y ordenanzas al lavar autos en la vía pública, pero el problema amerita un análisis desde el punto de vista social. Antes que soluciones drásticas, habría que conseguir la contención laboral para estas personas que viven diariamente de lo que lavan. El incremento de lavacoches refleja el problema serio de desocupación en la provincia. Sobre la multa a los propietarios de los vehículos, creo que hay que hacerla. Es la norma e institucionalmente corresponde hacerlo porque es una infracción. Lo digo a pesar de que yo hago lavar mi auto en la calle”, admitió el concejal amayista Christian Rodríguez.

Avignone
La legalidad de la multa

“El espíritu de la ordenanza N° 166/84 fue cuidar el pavimento, no evitar la actividad de los lavacoches. Creo que habría que analizar la validez de esas multas, el grado de legalidad, porque acá el que está lavando el coche es un tercero, no el propietario del auto. El que estaría en infracción es el que está lavando, pero aparentemente quien lo hace lavar también. Además, los inspectores no los hacen firmar el acta de infracción sino que la notificación les llega a las casas... ¿cómo puede la Municipalidad comprobar que efectivamente el auto estuvo ahí? Más allá de todo, queda demostrado la falta de trabajo en Tucumán”, analizó José Luis Avignone (UCR).