“El primer año de gestión de Bardón fue un fracaso”

La entrevista que, a modo de balance de su primer año de gestión, dio a LA GACETA la rectora de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Alicia Bardón, enardeció a un sector de educadores. Los secretarios de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt) Ariel Osatinsky (general) y Raúl Mira (adjunto) salieron a responderle. “Intenta disimular lo que es claro a todos los universitarios: su primer año de gestión fue un fracaso”, afirmaron. Luego, enumeraron: “en la UNT reinan la precariedad edilicia, la falta de elementos, las pésimas condiciones de higiene y seguridad; en algunos casos hasta falta agua potable, y hay docentes sin aulas. La comunidad universitaria y la sociedad siguen sin saber qué hicieron y qué hacen con el presupuesto, la UNT sigue con los números en rojo, pese a que permitió que violen su autonomía al aceptar que la Secretaría de Políticas Universitarias nombre funcionarios” (en referencia a dirigentes de La Cámpora que integran el gabinete rectoral).

Entre otros, Bardón había destacado el llamado a la Asamblea Universitaria, que está reformando el estatuto. Osatinsky y Mira indicaron que tal hecho fue fruto de la lucha de 2014; y criticaron lo que entienden como mora en la sanción de sus reclamos. “Las autoridades ponen su esfuerzo en dilatar la aprobación de la carrera docente y de la ciudadanía plena de los preuniversitarios, derechos que llevan años postergados”, dijeron.

En cuanto a lo salarial, Bardón había precisado que un eventual 28% de aumento que dé la Nación implicaría que algunos docentes cobren unos $ 10.000 más, porque sus sueldos rondan los $ 30.000. “Ningún docente de la UNT cobra $ 30.000; ni siquiera aquellos con máxima categoría, dedicación y antigüedad. La mayor parte gana sueldos por bajo la línea de pobreza. No cabe otra que mantener y actualizar el adicional de $ 1.000”, dijeron los gremialistas, acerca del extra que la UNT paga a la docencia desde agosto pasado, que puso fin a la huelga de 89 días.

Por otro lado, la agrupación Naranja advirtió sobre “una peligrosa avanzada contra la transparencia en los concursos”: “en 2011, Osatinsky, por entonces con casi 12 años de antigüedad docente y un doctorado, perdió injustamente un concurso en Filosofía contra una postulante sin antecedentes en docencia universitaria ni título de posgrado, pero con parientes en el Rectorado y fuertes vínculos con los Gobiernos provincial y nacional. La entrevista no fue pública, lo que viola el reglamento. Por ese vicio, el Consejo de Filosofía anuló el concurso. Un sector del Superior busca perjudicar a Osatinsky, en actitud de discriminación política (dirigente de Adiunt y del Partido Obrero). Que se respete lo resuelto por Filosofía, lo que significa bregar por concursos públicos que garanticen la transparencia”, dicen. El tema figura en el orden del día de hoy.