Cáceres: “una distracción cuesta caro”

Cáceres: “una distracción cuesta caro”

El defensor de Atlético dijo que los jujeños sólo generaron dos chances, que terminaron en goles.

DUELO EN LAS ALTURAS. Cristian Menéndez se esfuerza para despejar con un cabezazo un centro para sacar el peligro del área de los “decanos”. foto maría zurreta (especial para la gaceta) DUELO EN LAS ALTURAS. Cristian Menéndez se esfuerza para despejar con un cabezazo un centro para sacar el peligro del área de los “decanos”. foto maría zurreta (especial para la gaceta)
25 Mayo 2015
JUJUY, (De nuestro enviado especial, Leo Noli).- La de ayer podría haber sido la segunda victoria en fila de visitante ante un rival que para Atlético es lo que el Hombre de la Bolsa para un niño. Gimnasia es el cuco que no deja ni dormir ni pensar al “decano” en las estadísticas. Puede decirse que lo tiene de nieto ya, por eso la bronca de este grupo que nada tiene que ver con el pasado pero que con su caída aportó a la causa chicanera de la afición jujeña.

“Todos estamos calientes porque ellos realmente no nos generaron chances claras de gol, salvo estas dos (la de los goles de Celiz y Ojeda). En cambio, nosotros tuvimos varias, hasta tiros en los palos. Bueno, el fútbol es así, si no estás concentrado los 90 minutos pasan estas cosas”. De tener el calefón en máxima potencia, Pablo Cáceres fue minimizando la marcha del dolor hasta cerrar el concepto de lo que fue el segundo traspié del “decano” en el torneo. Siendo vocero o no del resto, el uruguayo entendió que cada torpeza del grupo es un pecado mortal para el resultado. “Una distracción cuesta caro”, blanquea “Bombita”.

“El primer tiempo fue correcto el nuestro, no sufrimos y logramos irnos en ventaja. Y después, inconscientemente nos terminamos metiendo atrás, entregando rápido la pelota y perdiendo un partido que por ahí lo podríamos haber manejado de otra forma. No pudimos aguantarlo”, acepta Emanuel Molina con la sinceridad que el panorama del partido dejó puertas afuera del escenario de césped. Perder la tenencia del balón y la precisión en el pase al compañero fueron las claves del porrazo, amplía Molina. “Quedamos partidos en la mitad de la cancha”.

¿Pecó de confiado Atlético en el complemento? ¿Se achanchó? “Sí, quizás tendríamos que haber cerrado un poco más el partido y buscar más por afuera que, creo, era el negocio. Lamentablemente, en dos jugadas desafortunadas ellos se encuentran con una victoria que no tenían ni pensada”, entrega su parecer Bruno Bianchi, el hombre del cierre quirúrgico a Federico Haberkorn previo al 1-0 parcial del “decano”. Bianchi sufrió por duplicado. Llegó a cinco amarillas y deberá purgar una fecha de suspensión. Por eso espera sacarse la bronca contra Lanús, por la Copa Argentina. “Estoy a disposición, dependerá del técnico si quiere ponerme o no”.

El último pasajero en subirse al ómnibus que trasladó al grupo rumbo a Salta fue Cristian Lucchetti, dueño de las manos que generalmente salvan al “decano”. Ayer lo hizo de nuevo, aunque no pareciera.

“Sin patear al arco, Atlético ganaba. Y pateando al arco, Atlético perdió. Así de simple, más resumido, imposible”, aceptó el arquero, que asumió: “Entramos en el ritmo de ellos, no manejamos los tiempos. Pero también no tuvimos suerte, los palos no ayudaron”. Igual, “Laucha” se fue con la sensación de que el equipo aprobó. “Lo calificaría con seis puntos, porque tratamos de ser protagonistas y fuimos superiores al rival en muchos pasajes del partido”, tiró, aunque no ocultó la realidad tampoco. “No podemos ser tan dispares. Hay que ser equilibrados”, concluyó.

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