María Valenzuela y una relación muy especial

Mientras María del Carmen Valenzuela habla sobre su personaje, hay un momento en el que tiene que aclarar que en la vida real ella no es así, que mira las cosas de una manera distinta. Distinguir la ficción de la realidad es una necesidad, hasta ideológica, se podría decir en su caso. Es que, la obra “Se nos fue María y mi vida es un caos” desnuda irónica y descarnadamente tanto a dueñas de casa como a empleadas domésticas, como se comprobará esta noche en el teatro Alberdi.

En la entrevista con LA GACETA, en plena gira, la afamada actriz se queja a través del teléfono de una dolencia, ante lo cual aclara que no siempre el espectáculo debe continuar pero asegura que la risa es sanadora, lo que es toda una definición de vida.

- De regreso a la comedia…

- Sí, venía haciendo mucha comedia dramática hasta que un día hablé con Manuel González Gil para preguntarle qué podíamos hacer juntos; con él trabajamos mucho y lo admiro. Le propuse que hagamos una comedia, porque necesito escuchar la risa de la gente en el escenario y gozar con ello. Es una situación que disfruto mucho. Con este espectáculo me curé de todas las nanas…

- ¿Te curaste?

- Sí, efectivamente, estoy convencida de que la risa es sanadora. Hay que empezar a reírse y a disfrutar con la risa del otro. Probá y vas a ver que es verdad lo que digo. La risa cura, de eso no tengo la menor duda.

- Me decías que estabas dolorida…

- Sí, pasa que tuvimos que cambiar de vehículo y la cintura me duele mucho, pero ya pasará.

- El espectáculo debe continuar.

- Pero no siempre. Hay situaciones límites: por ejemplo, ante la muerte de un familiar no debe continuar. Es más importante estar con los seres queridos en ese momento y hacer el duelo, y no estar en el escenario disfrutando.

- Hablemos sobre la obra.

- Es un tema social, trata sobre una empleada doméstica. Desnuda e ironiza la situación de ellas y de las patronas, llevadas de la mano del humor. Pero hay un mensaje: concientiza a amas de casa sobre los derechos de las domésticas ganados en este último tiempo. Tratamos de concientizar desde el humor. En lo personal, y te lo digo de corazón, tengo 52 años de carrera artística gracias a ellas, quienes tienen una responsabilidad mayor que la mía al subir un escenario. Porque no se trata de alguien que debe mantener la casa limpia y ordenada, sino que están con nuestros hijos, les entregamos nuestros hijos. Para mí es un homenaje a todas las Marías. Te puedo asegurar que en mi caso, Elsita (así se llama su empleada), es de la familia; en realidad, para mí es como otra hija.

- Tinelli volvió a la televisión y marca un fenómeno mediático. ¿Qué opinas?

- No pude ver el regreso de Marcelo Tinelli, porque estaba haciendo teatro en Santa Fe. Sé que es un fenómeno que da tema de conversación para todo tipo. Pero mucho no participo. Estoy haciendo teatro todo el año y casi no veo la televisión. Da para debatir de todo, pero no me interesa, y mucho menos los escándalos. Yo voy por otro camino, más allá de que estuve en un “Bailando por un sueño” el segundo año, cuando todo era mucho más tranquilo.

- ¿No te sentís cómoda con la televisión?

- Me siento como pez en el agua en un set de televisión. A los nueve años empecé y lo último que hice fue “Dulce amor”. Tengo la escuela de Alberto Migré, y un gran respeto y pasión en lo que hago. Pero hoy por hoy, elijo totalmente el teatro, porque tengo un contacto directo con el público. Estoy feliz haciendo lo que hago y lo volvería a elegir para 2016, porque traspaso la cuarta pared y hago cómplices a los espectadores de lo que estoy contando. El contacto con la gente me coloca en otro lugar, de más sensibilidad, madurez y comunicación, más familiar.

ACTÚA HOY

• A las 21, en el teatro Alberdi (Crisóstomo Álvarez y Jujuy).