En los duelos de raperos ganan la poesía urbana y la creatividad

En el centro de la plaza Urquiza se despliega un duelo que combina los insultos con la poesía. Se trata de una batalla de raperos, una competencia en donde vence la lírica urbana más punzante y creativa.

Frente a frente, a viva voz y sin amplificadores, los freestylers (cantantes de rap) se balancean al filo de la improvisación para contrarrestar los versos de su oponente con la palabra justa y la rima acertada. Sin embargo, en este intenso contrapunto impera la camaradería y no la tensión. “Aunque se utilizan insultos, no hay enemistad entre nosotros –explica Alexis Zurita, cuyo seudónimo es ‘Zailex’-. Las competencias nos ayudan a entrenar el arte de improvisar las letras y expresarnos, porque en el rap el contenido de las letras es lo más importante”.

En esto coincide el resto de los integrantes de este movimiento denominado Tucumán Hip Hop; la voz de estos raperos se templa con una necesidad de contar sus vivencias con honestidad.

Zurita es uno de los fundadores de ente encuentro que se realiza domingo de por medio desde 2010 y que lleva como nombre “La parte nuca de la Urquiza”. Más de 50 raperos concurren habitualmente a este ritual callejero. “Lirix”, “Menor”, “Dagnatus”, “Fénix”, “Cenit”, “Estanislaos” o “El Mera” son los nombres artísticos de algunos de los contendientes. También están los que prefieren llevar su nombre verdadero. Los jueces de la competencia son tres y se eligen entre los raperos más experimentados.

“¡Ahora pasan los batallantes Raider versus El Seuda!”, grita José Villarreal, uno de los jurados, al tiempo que dos participantes ingresan al corazón del “ring” delimitado por la ronda del público. El ritmo del beatboxing, sonidos de percusión realizados con la boca, indica el inicio del desafío. Cada uno cuenta con 30 segundos para rapear y luego le toca al otro. De los momentos más “suaves” de la contienda se pueden citar fragmentos como este:

Seuda: “A vos te ganan todos los de la plaza/ cualquiera que rapea contra vos jamás fracasa/todo lo que digas la verdad me chupa un huevo/ a vos te ganan todos, hasta los raperos nuevos”. A lo que Raider contesta: “Los que jamás fracasan son los que siguen mi ejemplo/ porque en esto del freestyle para siempre me mantengo/ me mantengo en el ascenso y con presencia/ todos saben que El Raider te destruye con paciencia”.

Las batallas avanzan en un sistema de eliminatorias hasta que quedan sólo dos contrincantes. “Aquí prevalece el ‘espíritu deportivo, como en el boxeo’”, explica Villarreal, alias “El Perro”.

Los finalistas “Lirix” y “El Seuda”, se preparan para la última contienda. Los versos más afilados arrancan un grave y largo “¡uh!” de la tribuna. A esto se le llama “acote”. El que logre mayor número de acotes, gana la partida. También se tiene en cuenta la creatividad: “el jurado valora a aquellos que más se alejan de los insultos básicos, como utilizar malas palabras”, aclara “El Perro”.

La batalla final culmina con “Lirix” como ganador. “En un momento sentí que no se escuchaba mi voz y tuve que gritar – comenta Luis Ramos, verdadero nombre del triunfador-. Me arriesgué a quedarme sin voz pero sentía que tenía que gritar para ganar”.

Como ese grito de Ramos, los voceros del hip hop se deslizan y multiplican por las calles tucumanas con la certeza de que su poesía cruda y sincera es la alternativa ideal para ser escuchados.

Para entender un poco más

Los cuatro elementos.- La cultura del hip hop nació a mediados de los 70, en el Bronx, un barrio de Nueva York, en Estados Unidos. La definen cuatro elementos: rap (canto), grafiti (pintura), breakdance (danza) y dj y beatboxing (música).

Estilo libre o al pie de la letra.- Existen tres tipos de raperos. Por un lado están los que improvisan las letras en el momento, llamados “freestylers”; los “escritores”, que componen sus canciones previamente, y los MC (emci), que abarcan ambos estilos.

Los orígenes en Tucumán.- La “Parte Nuca” comenzó en 2010 con sólo 10 participantes. Luego se multiplicaron los raperos y se crearon nuevas batallas, como la “Cebensé”, en plaza Urquiza; la “Sangre por la crema”, en Yerba Buena y la “Alderetes Freestyle”, en Alderetes. Una vez al año se hace un evento regional. Tucumán fue la sede en febrero de este año.