Condenan a un adicto por matar a su mujer mientras dormía

Condenan a un adicto por matar a su mujer mientras dormía

El crimen había ocurrido el 26 de julio de 2011 ý la víctima, Adriana Pereyra, habría sido obligada a prostituirse por su pareja. El tribunal ordenó que César Córdoba se someta a un tratamiento de rehabilitación.

OTRA CONDENA. Córdoba, que fue asistido por el abogado Ruiz, ya había sido sentenciado por otro homicidio. la gaceta / foto de antonio ferroni OTRA CONDENA. Córdoba, que fue asistido por el abogado Ruiz, ya había sido sentenciado por otro homicidio. la gaceta / foto de antonio ferroni
23 Mayo 2015
“Otra vez la droga ha vuelto ha ganar”, lanzó el abogado Manuel Ruiz al comenzar su alegato. Su tarea no era fácil. Defendía a César Eduardo Córdoba en el juicio por la muerte de su concubina Adriana Pereyra, quien había sido estrangulada mientras dormía. “Si digo que es inocente le falto el respeto al tribunal. Si digo que estaba consciente de lo que hacía cuando ocurrió el hecho, le falto el respeto a él”, manifestó el letrado, señalando al imputado.

La admisión de la autoría del hecho, sin embargo, no alcanzó para que lo absolvieran, y las juezas Stella Maris Arce, Alicia Freindenberg y Marta Cavallotti resolvieran por unanimidad condenarlo a 12 años de prisión. Además, las magistradas dispusieron que inmediatamente comenzara un tratamiento para rehabilitarse de su adicción a la cocaína.

El crimen de Pereyra ocurrió el 26 de julio de 2011 a la madrugada. La pareja vivía en una casa del pasaje Figueroa Alcorta y diagonal Alejandro Heredia, en el barrio Juan XXIII. Según declaró el acusado durante la instrucción, la noche anterior habían consumido dos bolsas de seis gramos de cocaína, pastillas y un fernet “Vittone”. Cerca de las 22.30 se quedaron dormidos.

El hombre se despertó a las 11.30 y se percató de que su mujer no se movía. Tomó al bebé que tenían y fue hasta la Policía para decirles que su pareja no se despertaba. En el camino se encontró con una sobrina de la víctima, quien junto a un oficial los acompañó hasta el dormitorio. El cuerpo de Pereyra estaba frío y sus labios azules, describió en el juicio Natalia González, la sobrina.

El imputado aseguró que durmió toda la noche, y que las puertas habían permanecido cerradas con llave. Sin embargo, la autopsia determinó que Pereyra falleció por estrangulamiento manual, según determinó la médico forense Rita Luna Urrejola.

Explotación sexual

El concubino de Pereyra aseguró que su mujer trabajaba por las noches en un bar de avenida Roca, pero que él no sabía dónde quedaba. Una hermana de la víctima, en cambio, comentó que era obligada a prostituirse por Córdoba, según le habían dicho los vecinos, y que cuando llegaba sin dinero le pegaba. El hombre, en tanto, afirmó que se enteró de que su pareja era prostituta cuando en la Policía le mostraron su foto en una carpeta.

El fiscal de Cámara Carlos Sale tomó en cuenta la declaración de la hermana de la víctima para considerar que Pereyra era explotada sexualmente y que sufría violencia de género. Sin embargo, como el hecho ocurrió antes de que se incluyera al concubinato y al femicidio como agravante en los homicidios, tuvo que acusarlo por homicidio simple y pidió 15 años de prisión. El abogado Ruiz, en tanto, dijo que si Pereyra “ejercía la prostitución era un hecho menor, porque acá lo que se investiga es su muerte”. El defensor pidió que se considera que Córdoba no estaba lúcido al momento del hecho, porque estaba drogado.

El imputado está preso en Villa Urquiza porque en agosto de 2011 lo condenaron a 10 años de prisión por haber matado a Sebastián Salvador Soria el 16 de octubre de 2004 para robarle la moto. Ahora deberá sumarle la pena por el crimen de su esposa, y someterse a un tratamiento por su adicción a las drogas.

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